CIBERSEGURIDAD

Los ciberataques a empresas se han triplicado desde 2016

A pesar de contar con instituciones y organismos especialmente dedicados a fortalecer la ciberseguridad como INCIBE, España no es ajena a los problemas de ciberseguridad. En 2016, según datos del Ministerio del Interior, se registraron 92.000 ciberataques. Entonces, la ciberdelincuencia suponía apenas un 4,6% del total de los delitos denunciados. El dato se incrementa hasta las 287.963 denuncias de 2020, lo que supone el 16,3% de todas las denuncias presentadas. En otras palabras, los ciberdelitos denunciados se han multiplicado por tres en cuatro años.

Toda esta realidad se une a un tejido empresarial vulnerable en materia de ciberseguridad. Según los datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat), el 11,8% de las empresas vascas no contaba con ninguna medida de seguridad informática en 2019. Menos de la mitad del total tampoco contaba con herramientas de cifrado, identificación biométrica, copias de seguridad o red privada.

Uno de los motivos principales de los errores en ciberseguridad se debe a la necesidad urgente de implementar el teletrabajo y la necesidad de las empresas por disponer de equipos de forma remota, motivados principalmente por la pandemia del coronavirus. Esta ampliación de los sistemas informáticos se ha realizado sin tiempo para elaborar una perspectiva de seguridad.

Este panorama ha provocado una situación especialmente propicia para los ciberataques a empresas. Por tanto, no es de extrañar que la mayoría de las empresas reconozca que la inversión en ciberseguridad crecerá en los próximos años para frenar estas amenazas.

La ciberseguridad es una cuestión que preocupa cada vez más a las compañías, independientemente de su tamaño. Según el sexto Informe de la Seguridad en España de la Fundación ESYS (Empresa Seguridad y Sociedad), la seguridad digital era la principal preocupación de las empresas españolas en el año 2020. La preocupación ha crecido también por la cada vez mayor dependencia de sistemas digitales para trabajar, especialmente debido al auge del teletrabajo a raíz de la pandemia de la Covid-19.

El estudio concluye que la preocupación por la seguridad -sea del tipo que sea- disminuye en todos los ámbitos, excepto en el de la ciberseguridad. El crecimiento de la ciberdelincuencia preocupa y mucho, sobre todo en un contexto en el que el teletrabajo se ha asentado.

Analizando los motivos que llevan a estos ciberataques, la extorsión económica se sitúa a la cabeza. Un 89,6% de los ataques a empresas obedecen al fraude.

La Fundación ESYS inició estos informes en 2012, realizándolos con carácter anual hasta 2014 y con carácter bienal desde entonces (2016, 2018 y 2020). Estos documentos proporcionan un análisis de la Seguridad Nacional revisando la evolución de diferentes tipos de seguridades en España desde el punto de vista de su eficacia, es decir, a través de sus resultados. En el estudio se analizan 14 ámbitos de la seguridad en España: ciberseguridad, seguridad física, seguridad frente al terrorismo, seguridad del transporte por carretera, seguridad del transporte ferroviario, seguridad del transporte aéreo y drones, seguridad del transporte marítimo y pesca, seguridad de la energía petrolífera, seguridad de la energía gasística, seguridad de la energía eléctrica, seguridad de la energía nuclear, seguridad contra incendios, seguridad ante riesgos naturales y seguridad laboral.

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