Asimismo, se han redactando los proyectos de las distintas unidades que integran el parque de energías renovables en León: una planta de biometano, una fotovoltaica, otra de hidrógeno y la red de distribución. “Todas ellas alimentarán no solo la red de calor de la ciudad, sino que también proporcionarán oxígeno para la industria farmacéutica e hidrógeno para el transporte urbano”.
Esta central de biomasa, que supone una parte fundamental de este parque energético, beneficiará a más de 28.000 viviendas y 150 edificios en la ciudad de León, con una inversión de 70 millones de euros, y que supondrá un ahorro entre el 30% y el 50% por vivienda. Se trata de un proyecto de hibridación de renovables, al combinar biomasa sostenible, hidrógeno verde, biogás y solar fotovoltaica.
Este proyecto forma parte de las políticas del Gobierno autonómico en materia de energía limpia y eficiencia energética, para lo que se invertirán en torno a 800 millones de euros en energías renovables y en las nuevas redes de calor basadas en ellas, como la que también está a punto de entrar a funcionar en Ponferrada.
Así, el presidente ha manifestado que Castilla y León “produce casi el 20 % de la energía renovable en España, más del doble de las que consume, y ello debe traducirse en crecimiento de riqueza y oportunidades”. Por ello, ha dejado claro que el objetivo del gobierno autonómico es “que un suelo industrial barato, que ofrece condiciones muy competitivas, mejore aún más por la energía. De esta manera, en cinco años, el 80% del suelo industrial de Castilla y León tendrá abastecimiento de energía disponible para todas las empresas”.
