“Nos educan a proteger nuestros juguetes, nuestros coches, pero no nuestras ideas”, subrayó la conferenciante, antes de insistir en que el “ser humano es creativo” y ahí es donde entra la Oficina donde desempeña su labor.
Castilla indicó que se trata de proteger la diferenciación, posicionarse en el mercado y prevenir las copias no autorizadas. En este sentido, apuntó, la tendencia es que los activos intangibles sean más valiosos que los materiales, llegando estos a tener un valor residual. Castilla apuntó, además, una serie de pasos para que se revaloricen esos activos:
- Anticipar lo que tenemos para ponerlo en valor.
- Documentar el activo por escrito y registrarlo.
- Priorizar, pues no todos los activos poseen el mismo valor.
- Proteger los más valiosos.
Como indicó la funcionaria de la OEPM, el objetivo de la prevención pasar por garantizar la exclusividad, licenciar y vender para rentabilizar el esfuerzo intelectual y la inversión en I+D+i. “No tiene sentido proteger por proteger. Debe haber un retorno financiero porque, si no, gastaremos el dinero en balde”, enfatizó.
La OEPM apoya a las pymes para decidir qué estrategia deben aplicar dentro de un amplio espectro de actuación, que incluye la opción del secreto empresarial, al amparo de la Ley 1/2019, o el registro en la propiedad industrial o intelectual. La Oficina también acompaña en la financiación de los interesados.
“La propiedad industrial está muy cerca de todo lo que nos rodea. Compramos por lo bello y lo que nos gusta”, declaró Castilla al final de su intervención, para terminar resumiendo que ella cree en “la selección natural del mundo de los negocios”.