Después de subrayar que el paciente es quien “está enfermo o sano y queremos que siga sano”, puso en valor la automatización al servicio del paciente para hacer que el sistema sea más sostenible desde el punto de vista sanitario y social, para mejorar la calidad, reducir los costes y el tiempo, centrándose en las personas: pacientes y sanitarios.
La llegada masiva de tubos de serología -1.000 tubos al día- provocaba tendiditis y pequeños riesgos biológicos que se subsanaron con un robot que destapona el tubo y lo clasifica por lugar de procesamiento. Fue “un avance, pero insuficiente”, explicó el especialista, porque el traslado era manual y se mantenían los riesgos de caída. Como conclusión, reformaron el laboratorio, tiraron las paredes para tener más disponibilidad de espacio.
Aunque ciertas técnicas manuales no se pueden automatizar, el manejo de muestras mediante Inteligencia Artificial ha aportado mucha más fiabilidad en los resultados de las pruebas. Sin dejar a un lado los detalles éticos y facultativos, el doctor Rezusta estimó que la “Inteligencia Artificial es una ayuda que debe ser utilizada con rigor”.
“Posteriormente, vamos a usar técnicas de simulación o gemelos digitales”, destacó el médico del hospital de referencia de Aragón, para quien el objetivo es la curación del paciente y la sostenibilidad del sistema.