Las microempresas abarcan a una gran cantidad de gente, pero su valor añadido bruto es sólo del 27%; en otras palabras, su gran problema es “la baja productividad”, lo que hace que los salarios tampoco sean muy altos. Lobato conoce el sector y es el director general de TECNIDE, una pyme dedicada al decoletaje, es decir, a un tipo de mecanizado que fabrica piezas de revolución como ejes o tornillos.
Para el ponente, existen cuatro grandes áreas donde las microempresas pueden y deben actuar:
- Digitalización
- Formación
- Internacionalización
- Conciliación
Con respecto a la digitalización, esta afecta a la gestión documental, de producción, al control de la calidad, e implica una mejora de la productividad, pero también una inversión en sistemas de ciberseguridad.
El punto de la formación es extremadamente importante. “De lo que se quejan los gerentes industriales, especialmente del sector del metal, es de la falta de profesionales. Si queremos evolucionar hacia una reindustrialización, tenemos un serio problema de falta de profesionales”, declaró Lobato. Ya no hay “una pirámide” de acceso al mundo laboral, ahora hay “un reloj de arena”, con un “estrechamiento muy grande” en la zona de Formación Profesional, indicó de forma visual.
“Creo que el Gobierno debería dar un impulso muy potente a la formación dual”, dijo, tras recordar que después de agosto se anunciará un nuevo programa de Formación Profesional que forma parte del Plan Estratégico Juventud Avanza. También destacó la incorporación de la mujer a puestos de decoletaje tradicionalmente ocupados por hombres “algo impensable hace cinco años”.
En el aspecto de la internacionalización, “un reto complicado” en un país “no muy dado a salir de sus fronteras”, Lobato aconsejó mucha paciencia y no salir solos al mercado exterior, sino de la mano de asociaciones y cámaras de comercio. También fomentó la participación en entornos colaborativos con otras empresas tanto en fabricación como en gestión.
La cuarta área, la conciliación, no es fácil de aplicar en una microempresa, pero es “el camino hacia el futuro”, sostiene Lobato, porque los jóvenes renuncian a un sueldo mayor para tener más calidad de vida.
En la recta final de su discurso, el empresario se mostró preocupado por la creciente venta de activos “por jubilación”: es una penosa “pérdida de saber y talento”. Quizás haya que reclamar unas ayudas o subvenciones para evitar esta situación, reclamó Mario Lobato.