Al menos 5 representantes del gigante aeroespacial europeo Airbus, que tiene centros de producción en Getafe (Madrid), Illescas (Toledo) y Puerto Real (Cádiz), han pasado por la sala de conferencias de industry TALKS y han compartido sus experiencias y conocimientos con el público.
Así, Luis Miguel del Saz, Project Leader y responsable de Transformación Digital de Airbus, compartió con la audiencia las razones por las que el CEO de una compañía debe liderar la transformación digital de su compañía. En primer lugar, porque ese concepto es “fundamental” para las empresas, especialmente ahora que nos encontramos en una situación VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad, Ambigüedad) de libro. Para él son destacables cuatro puntos de atención: las personas, los procesos, el cliente y las finanzas. En cada uno de estos grupos se detuvo en aspectos concretos como el impacto del teletrabajo (personas), las metodologías ágiles y creativas (procesos), las plataformas como Google (clientes) y el pago por uso (finanzas).
Sirvan algunos aforismos que Del Saz utilizó a modo de consejos útiles: “Si el entorno cambia más rápido que tú, estás en peligro”. “Cuanto mayor es la velocidad de cambio, tu ventaja competitiva será más corta”. “La mayor manera de mantener la ventaja competitiva es dedicar tiempo a la innovación”.
Teresa Busto, que era vicepresidenta de Airbus y directora de la fábrica de esa multinacional en Illescas cuando se difundió el vídeo en septiembre de 2021, apostó por el liderazgo de la mujer en el sector aeronáutico. Busto, fundadora de la asociación EVA (Ellas Vuelan Alto), “trabajadora del sector industrial”, también fue presidenta de la Women Network de Airbus, entidades ambas que luchan por la igualdad real, la visibilidad y las competencias, la eliminación de la discriminación y el incremento del número de mujeres en los puestos directivos. Desde esa posición Busto identificó 5 factores que afectan a la desigualdad de género en el empleo en el sector aeronáutico:
- Estereotipos de género en la educación, la formación y el empleo (educación y formación segregadora, invisibilidad del decir y del hacer de las mujeres, contenidos sexistas en medios de comunicación y en publicidad, infravaloración de los saberes y habilidades de las mujeres)
- Sobrecarga de responsabilidad y de cuidados (ausencia de corresponsabilidad, tolerancia con la sobrecarga de trabajo no remunerado de las mujeres, déficit en equipamientos y en servicios de atención y cuidados a la infancia, a mayores y a personas dependientes)
- Falta de reconocimiento de autoridad y de prestigio para la representación y la dirección (modelos de liderazgo muy masculinizados, procesos de selección de personal muy sesgados, organizaciones empresariales y sindicales con sistemas y modelos de representación masculina)
- Cultura empresarial y de las organizaciones sexista (sesgo en las condiciones de trabajo, política discriminatoria de desarrollo de carreras)
- Políticas de empleo sin perspectiva de género (sistemas estadísticos y de tratamiento de información sin perspectiva de género, presupuesto opacos de género, no reconocimiento de las asociaciones de mujeres y organismos de igualdad como interlocutores para el diseño de las políticas y su evaluación).
Busto enfatizó la importancia de crear referentes femeninos para motivar las vocaciones pues “nadie quiere ser lo que no sabe que existe” ni “nadie quiere ser algo de lo que no ve referentes”.
Belén García Molano, directora de Tecnología y Desarrollo en Airbus Defence and Space, recordó que la navegación del coche o del móvil, las videollamadas o los servicios de previsión meteorológica son productos cotidianos gracias a la tecnología aeroespacial. “La tecnología es la gran protagonista del siglo XXI”, remarcó García Molano, antes de insistir en los retos “muy interesantes y muy ambiciosos” que se muestran ante nosotros y que van a cambiar nuestras vidas.
Para acometer con éxito estos retos serán precisas, en opinión de esta iTALKER, cuatro palancas de cambio:
- Digitalización, en productos, procesos y servicios, trabajando en el ecodiseño y a la búsqueda de la sostenibilidad, minimizando el uso de energía y maximizando el reciclaje.
- Autonomía, empleando la Inteligencia Artificial y los algoritmos para optimizar rutas y ser más eficientes.
- Conectividad, “que ya es una realidad”, vinculada a la ciberseguridad, elemento este clave para proteger no solo productos sino formas de vida y valores como los derechos humanos.
- Espacio, facilitador de todas estas tecnologías punta.
“El espacio es otra de las piezas clave en el futuro. Ya nos ha dado muchos desarrollos, pero todavía queda camino”, subrayó García Molano. Airbus es partidaria del Next Space –frente al New Space–, un concepto que utiliza el espacio para unir a la Humanidad, que acaba con la brecha digital, permitiendo la conectividad de los países más desfavorecidos y que gracias a las posibilidades que ofrece la observación de la Tierra permite trabajar en favor de la sostenibilidad, midiendo la contaminación oceánica, la deforestación o la evolución de la capa de ozono, pero sin olvidar la exploración espacial. Ahí está, señaló la directiva de Airbus, el programa Artemisa, que tiene previsto para 2022 su primer lanzamiento. “Gracias a él volveremos a la Luna con al menos una mujer a bordo. El futuro lo estamos escribiendo con las tecnologías de hoy”, concluyó.
Francisco Escobar, por su parte, responsable de arquitectura de estructuras en Airbus España, habló en industry TALKS de la aplicación y el uso de materiales compuestos (fibra de carbono) en la fabricación de aviones, con el fuselaje, alas y empenaje (que incluye el grupo completo de la cola). El experto dijo que el avión A350 ta tiene un 53% en peso estructural de aplicación de fibra de carbono. Otros elementos estructurales como el tren de despegue/aterrizaje siguen siendo metálicos. Al mismo nivel que Boeing, su principal competidor.
Escobar no se olvidó de mencionar otros hitos tecnológicos como las estructuras biónicas tipo morphing, los materiales inteligentes o la integración del hidrógeno líquido en la familia de aviones comerciales ZEROe para finalizar subrayando que “los materiales compuestos nos dan muchas ventajas para arquitecturas y conceptos mucho más radicales y optimizados” y “abren una gran campo de aplicación y de oportunidades”.
Finalmente, María Ángeles Martí, que actualmente trabaja en el desarrollo del programa del avión A400M, se centró en despertar el interés entre las mujeres por el sector aeronáutico. Presidenta de la Women Network de Airbus y miembro de la Junta Directiva de Ellas Vuelan Alto, desplegó los valores que ejercita: la pasión, la resiliencia, el positivismo, la empatía, y el trabajo en equipo. “Necesitamos gente que sueñe y entre esas personas, más mujeres”, declaró.
Esta no es una industria de género, dijo, porque “soñar no es una cuestión de género”. La aeronáutica es un sector de innovación y de futuro “que hace los sueños realidad y que necesita más mujeres”.
Otra idea que planteó Martí a la audiencia es que la diversidad por cuestión de género es una necesidad, y no una moda pasajera, porque, según estudios publicados, sirve para incrementar de forma importante la competitividad en las empresas. Los datos de esos estudios destacan que tener equipos diversos en género aumenta un 25% la rentabilidad de las empresas. Aunque el camino por recorrer para alcanzar la igualdad de género todavía es largo, porque, por ejemplo, sólo el 2% de los pilotos son mujeres.
Airbus tiene 12.000 proveedores directos repartidos por todo el mundo. Héroux Devtek es una de las compañías que forma parte de esa gigantesca cadena de suministros. Antes conocida en España como CESA, Compañía Española de Sistemas Aeronáuticos, Héroux-Devtek Spain es una destacada firma Tier 1 del sector aeronáutico que se ha especializado en trenes de aterrizaje.
Francisco Javier Pinto, miembro directivo de esta firma de origen canadiense, se ocupó en la ronda de conferencias de industry TALKS de la creatividad y la motivación de los emprendedores, aquellos que tienen decisión o iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo, que establece o desarrolla una empresa o un negocio y “como opinión propia, un científico es un emprendedor llevado a su extremo máximo”.
España, en fibra de carbono, y en ciertos aspectos de la aeronáutica, ha sido pionera”, indicó Pinto. “Ha transferido ese conocimiento al resto de las empresas aeronáuticas europeas, incluso del mundo”, añadió.
“La industria auxiliar, arropada por la gran industria ha sido el germen de prácticamente todo el desarrollo de la nueva tecnología en muchas de sus ramas (mecanizado, robótica, drones, materiales, fibra de carbono, espacio, aviones eléctricos, 3D, etc.); básicamente esta industria auxiliar ha sido gestionada por emprendedores que supieron con su creatividad y motivación posicionar a nuestra industria a niveles por encima de la industria europea o del resto del mundo”, subrayó en su alegato de defensa.
Como buen ejemplo de estos emprendedores españoles anónimos y resilientes, el propio Pinto citó la empresa PLD Space, “creadora de pequeños vehículos de lanzamiento”. Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo de PLD, también pasó por las cámaras de los iTALKS para tocar el tema de la industria espacial española.
“La industria del espacio es la industria del trillón de dólares”, enfatizó Sánchez en su conferencia. Una industria con una enorme ventana de oportunidades donde PLD Space viene a facilitar los servicios de lanzamiento que sólo con los cohetes actuales se encuentran ante “un cuello de botella”.
“La tecnología espacial se está miniaturizando” y “todos somos usuarios finales de la tecnología espacial”, pues se aplica en meteorología o geolocalización, destacó el ejecutivo. “Esa tecnología espacial la usamos gracias a proveedores, a empresas que la fabrican. Y nuestra labor es transportarla” al espacio.
El proyecto más conocido de PLD Space es el cohete Miura-1, un microlanzador, un demostrador tecnológico de 12 metros de largo que servirá para probar las capacidades de un nuevo desarrollo reutilizable, el Miura-5, ya de 32 metros, capaz de poner en órbita cargas de pago de hasta 450 kilos de peso. Gracias al apoyo de la Agencia Espacial Europea (ESA), el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el primer vuelo del Miura-1 está programado para el último cuatrimestre de este año 2022 desde la base del Arenosillo, en la provincia de Huelva.
Todo está estrechamente vinculado en este mundo aéreo. Así, los bancos de prueba del PLD Space se encuentran precisamente en el aeropuerto de Teruel, cuyo director general es Alejandro Ibrahim, otro destacado iTALKER. Ibrahim compartió sus experiencias para convertir el aeródromo turolense en un excelente ejemplo de innovación sostenible de la industria aeronáutica.
El modelo de negocio del aeropuerto de Teruel combina el uso de las instalaciones para pruebas de vuelos suborbitales, centros de formación o albergar el hangar más moderno de España y el segundo más grande después del existente en Barajas.
En 2020 inauguraron una planta fotovoltaica para que todo el centro aeronáutico sea sostenible. Como subrayó Ibrahim a la audiencia, es fundamental “invertir en función de las necesidades” y aplicar una “adaptación rápida” a las circunstancias cambiantes. Esas son dos características que conducen al éxito. En la actualidad, el aeropuerto colabora en el proyecto Vibes, incluido en el programa europeo Horizon 2020, para reconvertir, mediante soluciones innovadoras, material plástico de aviones que tiene difícil reciclaje a través de métodos tradicionales.
La seguridad tiene un fuerte peso en el sector aeronáutico. Ese aspecto primordial fue abordado en una de las sesiones iTALKS.
En abril pasado, Isabel Maestre, entonces directora de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), defendió el papel de los Centros de Excelencia (CEX), que integran proyectos de I+D+i, como impulsores de la aviación en España. Se trata de tres CEX. El de Sostenibilidad en la Aviación, en el que se trabaja para que en dos o tres años veamos que las basuras se convierten en biocombustible para el transporte aéreo. Otro proyecto contempla el reciclaje de aviones, en especial, los componentes que tienen plásticos y fibra de carbono. También trabajan en el desarrollo de aeropuertos más silenciosos y menos contaminantes, así como en motores más eficientes.
El segundo Centro de Excelencia de AESA se ocupa de los drones, de los vehículos aéreos no tripulados o UAS, cuyas múltiples aplicaciones futuras se antojan “infinitas”, declaró Maestre. Uno de los principales retos de estos sistemas es su integración en el espacio aéreo. El sobrevuelo de ciudades se debe realizar siempre con garantías de seguridad gracias a desarrollos tecnológicos que prohíban a los aparatos sobrevolar zonas prohibidas, detectar y alejarse de aviones y helicópteros, creando “una burbuja imaginaria y así evitaremos incidentes”, dijo.
El tercero y más joven es el Centro de Excelencia de Factores Humanos, que surge para ayudar a responder la cuestión sobre ¿cómo desarrollar la interfaz entre personas y máquinas para garantizar el crecimiento del tráfico aéreo de forma segura y ordenada? Este CEX se ocupa de enseñar a los futuros pilotos y controladores cómo interactuar con las máquinas, dados los grandes avances actuales en materia de automatización e inteligencia artificial.
La integración social también se ha hecho un hueco en el sector del aire y el espacio. Envera es una buena prueba de ello. Este grupo empresarial se dedica a la inserción laboral de personas con discapacidad. También en firmas industriales aeronáuticas. El director general de Envera se llama Enrique Grande y también participó en la ronda de iTALKS.
Aunque suene a paradoja, personas con discapacidad, principalmente intelectual, trabajan en departamentos que revisan el estado de los aviones. “No es un problema de la capacidad técnica. Son los prejuicios. Y detrás de los prejuicios están las personas. Porque nadie está libre de la discapacidad, a cualquier la vida le puede dar un revés y tirar por tierra todos esos sueños”, sostuvo Grande.
“Es imposible que una sociedad avance si una parte importante de ella se queda atrás. ¿Acaso la industria aeronáutica puede quedarse al margen de la cohesión social? ¿Y el resto de la industria? La aviación es el triunfo de lo imposible, la aviación es ese sueño de Ícaro cumplido y es el pequeño dron que está volando por la superficie de Marte y en su atmósfera. Si somos capaces de soñar para conseguir estas metas, ¿por qué no somos capaces de soñar con la inclusión de quienes tienen distintas capacidades? Como dice el lema de Envera: ‘Todos podemos ser mejores en algo, ¿y tú?”
Los centros tecnológicos, de mayor o menor tamaño, forman una parte fundamental de toda esta compleja arquitectura industrial aeroespacial.
Tecnalia es el mayor centro de investigación aplicada y desarrollo tecnológico de España, y un referente en Europa. Tecnalia se sirve del talento de 1.500 personas y de la excelencia multitecnológica para tener impacto, contribuir a mejorar la competitividad, generando investigación útil para la sociedad, creando soluciones transversales a los retos del futuro, con el objetivo de impulsar el progreso, para contribuir al desarrollo económico y social del país, para transformar el conocimiento en crecimiento para las empresas y en valor para la sociedad.
La empresa vasca Tecnalia, entre otras áreas, trabaja en los materiales ligeros para la industria aeronáutica (composites y fibras de carbono), pero también en tecnologías menos contaminantes enfocadas, sobre todo, al hidrógeno verde y aplicadas a entornos urbanos, marítimos y terrestres.
Javier Coleto, director de Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente de Tecnalia, se acercó a los estudios de industry TALKS para compartir un proyecto innovador de movilidad aérea que cambiará muy pronto el paisaje de nuestras ciudades. Se trata de un taxi aéreo. El ingenio, patentado por Umiles, el mayor proveedor de servicios de sistemas aéreos no tripulados (UAS) de España, es una aeronave muy ligera, urbana, eléctrica, con cuatro cuadricópteros unidos a una cabina principal.
El diseño lleva un sistema de control innovador, que lo hace muy eficiente. “Es un dron de drones” fabricado en fibra de carbono, para transporte de viajeros, que podrá llegar a ser autónomo, aunque en su primera fase será pilotado. Tiene la capacidad para llevar a una persona durante 15 minutos en un entorno de 15 kilómetros, lo que lo convierte en ideal para cualquier ciudad. El proyecto será probado en 2022 en seis ciudades europeas distintas: Burdeos, Toulouse, Jaén, Santiago de Compostela, Ámsterdam y Cranfield (Inglaterra) para comprobar sus prestaciones (fuselaje, motores, etc.)
El objetivo es que este prototipo de aerotaxi 100% español esté operativo en 2023 y certificado en 2024. Y que más adelante aumente su autonomía en kilómetros y carga. El siguiente reto es ir a un concepto interurbano, más ambicioso, que supere los 150 kilómetros y aloje a más personas como pasajeros.
En el capítulo de los laboratorios más reducidos, contamos con la compañía Titania Ensayos y Productos Industriales, una pyme andaluza que da empleo a 60 personas y que se ha convertido en un centro de estudio y análisis de materiales, referente dentro de la industria aeronáutica. Miguel Ángel Rodríguez es su fundador y director. Y desde mayo pasado también es iTALKER.
En opinión de Rodríguez, el éxito de las pymes se basa en la interacción en la empresa de cuatro grupos; los tres primeros, dentro de ella; el último, fuera, hacia el exterior: Clientes; Proveedores; Entorno; Empleados.
“La ventaja competitiva depende de cómo relaciones e interactuemos con estos cuatro grupos”, enfatizó el director de Titania. Si primamos a los clientes, caeremos en el cortoplacismo, agregó. Los proveedores representan el know-how, el conocimiento, mientras que la importancia del entorno radica en que la sociedad nos demanda una serie de valores vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que apuntan al compromiso del planeta.
El número de empleados, subrayó Rodríguez, también es relevante porque son el vehículo de la cultura de la empresa y eso es más difícil cuando más grande es esa cifra. El límite cognitivo ronda las 150 personas, pero en la práctica suele ser menor.
Se trata de “remar todos en la misma dirección”, dijo, pero sin caer tampoco en prestar solo atención a los empleados porque entonces las empresas se sindicalizan. El secreto de Titania, explicó, pasa por articular esa cultura con los trabajadores, porque “la profesionalidad es más importante que el talento”.