ENTREVISTA

Xabier Ortueta: “Toda economía saludable ha de tener un porcentaje relevante de su PIB anclado en la actividad productiva”

Licenciado en ADE y con especialización en Marketing y Comercio Internacional, Xabier Ortueta ha ligado su trayectoria profesional a la industria en el País Vasco y en España, en general, por cuyos intereses trabaja y es capaz de defenderlos hasta en cuatro idiomas. Es el director general de AFM Cluster y de sus asociaciones especializadas en fabricación avanzada y digital, suministro industrial, mecanizados, tecnologías de fabricación aditiva, además de presidente del IMH y miembro del comité organizador de la Bienal de la Máquina-herramienta (BIEMH).

¿Cuáles son los principales objetivos de AFM?

AFM Cluster es la organización que representa los intereses de la fabricación avanzada y digital en nuestro país. Formada por cinco asociaciones empresariales agrupa a más de 500 empresas industriales que emplean a 16.000 personas y facturan más de 3.000 millones de euros.

Sus principales objetivos son la defensa de la actividad industrial y su posicionamiento como actividad primordial para la consecución de una sociedad más equilibrada y sostenible, el fomento de la colaboración y la cooperación entre empresas para potenciar sinergias y favorecer el crecimiento, la promoción de la internacionalización, la innovación tecnológica y la capacitación de las personas de sus empresas asociadas y ahora, especialmente, la digitalización de la industria y el avance del sector hacia la industria conectada.

¿Cuántas empresas componen el cluster en España y cuáles son las principales actividades que promueve AFM?

AFM Cluster tiene su origen en AFM, asociación de fabricantes de máquinas-herramientas, componentes y herramientas, creada en 1946 y por ello, decana de las asociaciones industriales en España. A lo largo de los últimos diez años, AFM va sumando nuevas iniciativas asociativas en el entorno de las tecnologías para fabricar: en 2014, crea ADDIMAT, asociación de tecnologías de fabricación aditiva e impresión 3D, dos años más tarde, en 2016, integra ESKUIN, cluster de la ferretería y el suministro industrial y crea AFMEC, asociación del mecanizado y la transformación metal-mecánica, y en 2018, crea UPTEK, para dar cabida a las start-ups y empresas de base tecnológica con orientación industrial.

Como resultado de este proceso de expansión, aún activo, AFM cuenta, a día de hoy, con 127 asociados, ADDIMAT, 93, ESKUIN, 20, AFMEC, 175, y UPTEK, 101, junto con 80 empresas que ofrecen servicios para la industria, alcanzando un total de casi 600 empresas asociadas a AFM Cluster.

Las principales actividades que desarrollamos en AFM están relacionadas con el posicionamiento internacional de nuestras empresas, la promoción de la innovación tecnológica y de proyectos de I+D+i, la cooperación, la oferta de información precisa y actualizada de los principales mercados y sectores cliente y la formación y captación de talento para la industria.

AFM pertenece a asociaciones europeas del sector, ¿qué tipo de sinergias se han establecido en España con otros mercados europeos?

Efectivamente AFM y sus asociaciones pertenecen a sus homólogas europeas y participan activamente en sus foros y reuniones. En el caso de la máquina-herramienta, hay que recordar que España es el tercer productor de la Unión Europea, tras Alemania e Italia, por lo que nuestra presencia tiene un gran peso en CECIMO, la asociación europea del ramo. También es relevante nuestra posición en ECTA y CEO, asociaciones de fabricantes de herramienta de corte y de mano, respectivamente.

En el ámbito asociativo europeo, defendemos conjuntamente con nuestras asociaciones hermanas los intereses de las diversas industrias a las que representamos, en general asuntos que tienen que ver con las regulaciones de todo tipo, proyectos de innovación supranacionales y la promoción de un mercado europeo libre y justo que encuentre comportamientos recíprocos en otras áreas geográficas.

Participamos también colectivamente en la organización de eventos feriales tan relevantes como, por ejemplo, la EMO, principal certamen mundial de la máquina-herramienta.

¿Como ha afectado la pandemia a sus socios europeos?

2020 ha sido un año duro para la inversión, en especial en bienes de equipo de alto valor como las máquinas-herramienta, pero en general para todos los sectores que atendemos. Tanto los mercados desde la perspectiva geográfica, como muchos sectores usuarios (en especial los relacionados con el transporte de personas) se han visto afectados de manera significativa. Así, prácticamente todos los países han sufrido caídas similares en su facturación con evoluciones ligeramente más acusadas en uno u otro sentido en función de su dependencia de ciertos sectores de actividad.

En lo que se refiere a nuestros datos (todavía provisionales), en 2020 se ha producido un descenso de la facturación del 21,4%, y del 22,4%, en el caso de las exportaciones. Las dificultades e incertidumbre provocadas por la pandemia han ocasionado una importante caída de la demanda, situación que se ha visto agravada por las severas restricciones para viajar y realizar ventas, instalaciones y mantenimiento de los equipos. Aunque lejos de compensar la evolución del año, el último trimestre sí ha mostrado una cierta recuperación que finalmente ha atenuado el tremendo impacto inicial del confinamiento y permite comenzar el año con expectativas renovadas.

Teniendo en cuanta la situación económica derivada de la pandemia, ¿considera que agilizará o ralentizará a los procesos de transformación digital de la industria en España?

La transformación digital es un proceso imparable. Es obvio que debido a pequeños avances de gran capilaridad que hemos experimentado a través de la utilización de tecnologías ya disponibles para nuestro trabajo cotidiano la sensación de velocidad es mayor. También es cierto que se ha producido un cambio de mentalidad que sin duda agilizará el cambio.

Pienso que la transformación es de carácter global, y que el ritmo en España dependerá de las inversiones que realicemos. La transformación digital de la industria requiere de inversiones en equipos, en procesos, en personas, en servicios, etc. El escenario actual no es el óptimo para ejecutar esas inversiones, pero sin duda los fondos Next Generation están para complementar la inversión privada y acelerar el cambio. Espero que seamos capaces de entenderlo así y apostar decididamente todos juntos.

¿Cuéntenos cuándo y por qué se decide la implantación en China y cuáles están siendo los resultados?

El Instituto Hispano Chino de Formación Profesional de la Máquina‐herramienta de Tianjin – China (CSMC) fue inaugurado en noviembre de 2003 y durante los últimos años ha sido una plataforma excelente para aquellas empresas interesadas en realizar acciones en China, especialmente en la zona de Beijing‐Tianjin, una de las principales áreas industriales del país.

Ha servido como centro de capacitación, showroom de nuestros equipos, hub de servicios de asistencia técnica y plataforma de negocios para muchas de nuestras empresas.

En la actualidad agotada esa primera etapa, el proyecto se ha transformado casi en su integridad en un proyecto educativo, donde a través de IMH (nuestro centro educativo situado en Elgoibar), desarrollamos tres cursos de formación profesional en los que a lo largo de tres años formamos a más de 600 alumnos chinos. La singularidad de este proyecto es que los alumnos reciben una formación cuya titulación es homologable en España, lo que les acredita a para continuar sus estudios aquí y en su caso incorporarse a trabajar en empresas locales.

En los próximos años, España tiene un gran reto en su desarrollo industrial si sabe apoyarse en los fondos Next Generation, ¿está AFM trabajando en el marco estos fondos como palanca de crecimiento de los fabricantes de máquina-herramienta españoles?

AFM ha preparado y presentado a las diferentes administraciones su propuesta de plan de recuperación para la industria del manufacturing. Hemos encontrado apoyo, comprensión y orientación, que hemos traducido en enero en una propuesta de PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) con el que se quiere impulsar un salto disruptivo en el sector de la fabricación avanzada con un proyecto transformador basado en la digitalización.

El proyecto, denominado e-Machine, Digital Workshop, busca incrementar el valor añadido y peso tecnológico de los productos, aumentando significativamente la facturación por servicios de las empresas por medio de la utilización de recursos digitales. Asimismo, se espera disminuir el impacto medioambiental de los procesos e incrementar su eficiencia, favoreciendo la transición ecológica de la industria. Por último, también se pone el foco en las personas, buscando generar un ecosistema con trabajadores altamente cualificados en tecnologías digitales para la industria.

e-Machine, Digital Workshop se articula en torno a tres instrumentos de los cuales derivan 44 actuaciones de alto impacto que abarcan tanto actividades de I+D como de primer despliegue industrial de tecnologías habilitadoras como Inteligencia Artificial, 5G, simulación y Digital Twins, Fabricación Aditiva o Blockchain.

La inversión que se pretende movilizar con el proyecto se ha estimado en 245 millones de euros e implica a todos los agentes de la cadena de valor de la fabricación avanzada, desde fabricantes de maquinaria (máquinas-herramienta, componentes, controles, equipos de inspección, etcétera) hasta talleres de mecanizado enfocados a diversos sectores (automoción, aeronáutica, energía, ferrocarril, entre otros), pasando por suministradores de sistemas ‘llave en mano’.

Después de diez años de planes de ayudas para la inversión en maquinaria, se está trabajando en un nuevo plan Renove más ambicioso, ¿nos puede avanzar algunas de sus novedades?

En primer lugar, es de justicia agradecer el esfuerzo que la administración vasca ha realizado para articular y dotar presupuestariamente tal y como dices durante más de 10 años planes de renovación de equipos productivos de alto valor multiplicador. Su efecto directo ha sido el reequipamiento de pymes industriales de todos los sectores, impulsando su competitividad. Y el indirecto posibilitar la dinamización del mercado en momentos complicados tras la crisis de 2008.

A nivel nacional, llevamos muchos años intentando lograr algo similar, y en ocasiones hemos estado cerca. Por diversos motivos no ha sido posible hasta este año. Creo que la colaboración institucional entre el ejecutivo vasco y central, y la vocación de acuerdo entre partidos ha sido determinante para lograr un éxito para el conjunto de la industria.

Por el momento, nos consta que se está trabajando en la letra pequeña del programa, por lo que habrá que esperar detalles.

La fuerza de los socios de AFM reside principalmente en el País Vasco, consecuencia lógica del peso de su industria, sin embargo, ¿tienen pensado tener más implantación en otras Comunidades Autónomas en el medio plazo?

Como afirmas, AFM Cluster tiene su sede en el lugar donde contamos con la mayor concentración de asociados. En máquina-herramienta es alrededor del 80% e incluso más en herramientas de mano. Por ello, pensamos que estamos físicamente ubicados donde debemos estar y no está en nuestros planes abrir delegaciones.

Sin embargo, también es cierto que alrededor de un 35% de nuestras empresas (casi 200) están fuera de Euskadi y casi un 20% del total en comunidades distantes del País Vasco. Por un lado, los medios telemáticos, y por otro nuestra intensa actividad en los mercados internaciones, nos permite estar en continuo contacto con todos nuestros miembros. Además, estamos trabajando en alianzas con otras organizaciones asociativas ubicadas localmente en otras comunidades de manera que podamos dar mutuamente servicios de proximidad a nuestros miembros.

¿Qué ha hecho Euskadi mejor que otras comunidades para que el PIB industrial represente en torno al 20% en la economía?

Creo que el primer factor de éxito es la alta propensión industrial del País Vasco, asociada a una historia centenaria relacionada con el metal y la fabricación. Pero esto, si no se cuida, se pierde.

Por lo tanto, es necesario destacar que una actitud colectiva (privada y pública) de defensa de la industria sostenida de manera inteligente en el tiempo ha sido determinante para llegar hasta la situación actual. La industria ha pasado momentos difíciles, de reconversión y transformación, pero hemos de saber que toda economía saludable ha de tener un porcentaje relevante de su PIB anclado en la actividad productiva, que es complementaria a los servicios avanzados como puede ser el turismo.

Industria y servicios no son conceptos contrapuestos, se complementan, y se retroalimentan: a una industria de mayor valor tecnológico y sofisticada le acompañan servicios avanzados altamente competitivos.

En Euskadi, empresas, personas y también las administraciones han trabajado de manera colectiva para contar con una industria competitiva, innovadora y moderna. No ha sido fácil y el proceso nunca termina. La industria genera equilibrio, riqueza, sostenibilidad, y empleo con personas de altísimo grado de cualificación. Creo que es una actitud extensible a otras comunidades y en algunas se está trabajando bien en esta línea.

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