ENTREVISTA

Fernando Fandiño, director de Ventas de MiR: “Hay muchísimo mercado de accesorios para aplicaciones de los grandes desarrollos de la robótica”

En el marco de la feria MetalMadrid, Fernando Fandiño, director de Ventas para el Sur de Europa y Oriente Medio, Mobile Industrial Robots (MiR), analizó para industry TALKS la actualidad del sector de la robótica colaborativa donde su compañía encabeza los desarrollos de robots móviles autónomos (AMR) que automatizan la logística interna, liberando a los empleados para actividades de mayor valor.

La compañía, de origen danés, ha tenido un desarrollo muy rápido, según explica Fandiño. Hoy bajo el paraguas de la multinacional estadounidense Teradyne, su principal mercado es la automoción, seguido de la electrónica y el gran consumo. MiR cuenta con filial en Nueva York, Chile, Singapur, Frankfurt y “tuvimos la suerte de tener la nuestra aquí en España”, concretamente desde hace cinco años que comenzó con una persona y actualmente cuenta con 12 trabajadores, con un edificio de 1.500 metros cuadrados, con un training center, un showroom para cubrir todo el Sur de Europa, Oriente Medio y África.

“Así hemos ido creciendo, cada año tenemos una máquina nueva, con capacidad de más carga, con mayores prestaciones, hemos aprendido de un mercado que nos pide muchos más detalles, lo que hace cinco años era ‘¿esto para qué sirve?’, la pregunta ahora es: ‘¿esto cómo se adapta?’”, comenta el directivo.

¿Qué novedades han presentado en MetalMadrid, qué salto se ha dado en estos dos últimos años, tras el paso de la pandemia?

La pandemia no fue buena para nadie, pero fue muy buena para “afilar la sierra”. Hemos sacado tres productos nuevos muy brillantes. Nosotros tenemos plataformas pequeñas y grandes, 100, 200, 500 y 1000 y el Hook que es como un remolque.

Lo que hemos hecho es dar una versión nueva a todas como mucha más carga, más hardware diferentes, tenemos ahora el 250 Hook que es absolutamente nuevo y tiene unas prestaciones fantásticas, no hay nada en el mercado igual: arrastra carros, lo coge y lo suelta. Y después pasamos a las dos nuevas máquinas que es el 1600 y el 1350. Por ejemplo, el 1350 con un soporte podemos mover hasta 1,5 toneladas.

Estas son las novedades como hardware, como máquina, pero hay un mundo de cosas, de detalles, de información, de comunicación, de proyectos de 5G, inteligencia artificial en los que trabajamos.

¿Qué expectativas tienen de la presencia en ferias en este año?

La robótica nuestra es industrial, no es robótica de detalle. Ya trabajamos con industria de decoletaje, para eliminar que los trabajadores muevan piezas pesadas o peligrosas porque pueden cortar… Deja, pues, que una máquina lo haga. Una persona que es un tornero, un trabajador especializado, no tiene que hacer cargas, por eso nosotros aportamos mucho valor.

Estamos ya dentro en el área de almacenes verticales, trabajando principalmente con empresas italianas muy importantes y es lo que queremos replicar en España también porque hay mucho espacio. Hemos aprendido en Italia que es un sector muy interesante para nosotros porque aporta muchas ventajas al cliente final, al usuario.

¿Cómo evalúa en general la implantación de los procesos de robotización, de automatización en España?

Nos preguntan mucho en nuestra central por qué nuestro territorio es el que más vende en Europa, por qué España es el número uno de nuestra maquinaria, más que Alemania, más que los países del Este… En España no hay un déficit ni hemos hecho nada extraordinario, tenemos buenos partners y tenemos buena maquinaria.

El COVID19 quizás ha acelerado la inquietud de la necesidad de reindustrialización, la necesidad de ser más productivo y mover una caja no genera ningún valor. Yo creo que no hay ningún empresario que no piense ya en esto. Lo que está pensando es en cómo hacerlo.

En España hay una actitud muy buena. Evidentemente el primer sector que ha respondido es el de la automoción, la electrónica, pero también en el metal, a pesar de que es un mundo más conservador, es un mundo de máquina y también la quiere. Quizás lo que hay que llegar a la escuela, democratizar más el conocimiento industrial de robótica.

¿Considera que hay un reto desde el punto de vista laboral por la formación?

Tampoco lo veo así. Cuando hablamos de paro, hablamos siempre de servicios. Somos un país industrial, por ejemplo, somos el número cinco en fabricación de coches y de esta industria derivan muchísima auxiliar, también en somos bestiales en gran consumo, en packaging… hay muchísimos sectores de ingeniería en todo el territorio: Andalucía, Vigo, Barcelona, Madrid, Bilbao.

Se trata de dar continuidad, el momento es ahora y ¿qué hay que hacer? Pues accesorios para aplicaciones de los grandes desarrollos de la robótica y hay una periferia para estos detalles donde hay muchísimo mercado.

¿Ustedes cómo contribuyen a la difusión del conocimiento?

Nosotros tenemos el centro de formación en Barcelona y tenemos tres tipos básicos. Una es gratuita y abierta a todos, que es el MiR Academy. Simplemente es entrar en la web y registrarse. En segundo lugar, tenemos un tipo de formación tipo webinar para integradores y también para universidades que es sencilla e interesante. Por último, formación presencial, que conlleva más tiempo y más coste y tenemos que pactar cómo realizarlo.

Igualmente estamos trabajando conjuntamente con el Ministerio de Educación para recomendar los temas de las carreras de ingeniería relacionada con robótica incluyendo a la colaborativa. También trabajamos con masters de mecatrónica.

¿Cómo ve el futuro del sector de la robótica colaborativa en cuanto atomización o concentración de empresas?

No somos diferentes de cualquier otro mercado. Los grandes vanguardistas que tienen novedades, continuidad y experiencia, evidentemente se mantendrán si tienen un respaldo financiero por detrás. Y nosotros creemos que tenemos todo esto, somos pioneros, tenemos una empresa grande por detrás Teradyne que nos da fuelle… y esto pasará con 10 ó 15 grandes empresas.

Y todas las nuevas iniciativas, porque por ejemplo cada universidad tiene una plataforma nueva, pues pueden hacer múltiples desarrollos, pero industrializarlo y hacerlo a buen precio, con buen servicio y que funcione durante mucho tiempo… no es tan sencillo.

Pero tendrán también muchos otros nichos diferentes, que no tocamos ahora porque no nos da ni tiempo y también de complementos auxiliares que creo que esto donde falta mucho. Creo que sería mucho más inteligente dedicarse a detalles que hacen falta.

Ha mencionado a lo largo de la conversación el hecho de ese enorme mercado potencial de los complementos auxiliares…

Sí, porque nosotros hacemos una plataforma y esta plataforma transporta por ejemplo pallets, pero llega un momento que lo tengo que dejar o recoger de otro sitio. Todos estos accesorios como caminos de rodillos… la casa madre no los va hacer, ni otras empresas grandes del sector y hay un mercado enorme ahí.

Quién está consiguiendo hacerlo bien son unas cuantas empresas en Europa que hacen muchos accesorios y cada vez mejor. Hay un mundo con inteligencia artificial, el famoso 5G, comunicaciones, hay mucho trabajo de software que los alemanes tienen mucho mercado, pero hay espacio para España. No tanto en el hardware, como en el software de comunicación con nuestras máquinas. Y cuando venga el 5G esto será una postrevolución.

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