PLANES ESTRATÉGICOS

El Pacto por la Ciencia y la Innovación llega al Congreso de los Diputados

El ministro Pedro Duque anuncia los nuevos programas que serán subvencionados por el Plan de Recuperación y Resiliencia de la UE para promover la transferencia de conocimiento y para fomentar que más PYMEs hagan de forma sistemática proyectos de I+D.

El ministro Pedro Duque presentará hoy jueves ante el Congreso de los Diputados el Pacto por la Ciencia y la Innovación firmado por más de 70 entidades científicas, universitarias, empresariales y sindicales.

El Pacto tratará de asegurar la financiación pública a medio y largo plazo para converger con la media de la inversión pública a la I+D+I en la Unión Europa, con objetivos concretos en 2024 y 2030. En segundo lugar, se plantea como objetivo dotar de independencia y de los recursos y medios suficientes a las agencias financiadoras de la I+D+i, ─la Agencia Estatal de Investigación (AEI), el CDTI y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII)─. Por último, el Pacto propone consolidar una carrera investigadora pública estable y promover una mayor incorporación de personal científico en las empresas.

En los países de nuestro entorno ya existe un acuerdo a veces tácito, a veces explícito para proteger la ciencia y la innovación como garantía de un futuro más próspero, también en tiempos de crisis como éste. “Queremos conseguir lo mismo”, explicó el ministro en un coloquio online organizado por Executive Forum España y celebrado en el Hotel Palace de Madrid.

En el Pacto se propone un acuerdo para que la financiación en I+D+i en 2024 alcance el 2% del PIB y llegue al 3% en 2030, una cifra acordada recientemente entre las naciones de la Unión Europea. Esos porcentajes se alcanzarán con un incremento regular de la inversión pública hasta que ésta alcance el 0,75% del PIB en 2024 y el 1,25% en 2030. El resto lo completaría la inversión privada.

Para llegar a las cifras globales, el Pacto señala que el Estado debe realizar el necesario esfuerzo de inversión y apoyo a la innovación empresarial. El Pacto también recoge el impulso a la autonomía, la coordinación de las entidades financiadas del I+D+I para diseñar una estrategia y dirección plurianual, así como la tracción y retención del talento, apostando por la excelencia científica y para que investigadores y técnicos tengan carreras públicas estables y predecibles. Para ver la lista de entidades firmantes del Pacto por la Ciencia y la Innovación pinche aquí.

“Debemos aprovechar este momento crítico para realizar reformas que nos lleven a una nueva dirección”, subayó Duque en el interesante coloquio donde estaban presentes el presidente para España de la farmacéutica Lilly, Nabil Daoud, y el presidente de la compañía biofarmacéutica UCB Iberia, Pau Ricos.

Citando un reciente artículo publicado en el diario económico británico Financial Times, Duque dijo que “hacer más de lo mismo no va a funcionar. Puede parecer un consejo obvio, pero la realidad es que los cambios siempre encuentran ciertos niveles de resistencia”. Eso ya pasó cuando se introdujo hace más de 30 años, el sexenio de investigación, la vieja escuela se mostró reticente a ese cambio que acabó mejorando el rendimiento de la ciencia en España. De ahí, que sea preciso innovar e investigar.

Fomento de la industria farmacéutica

Cuando el presidente de Lilly en España, Nabil Daoud, le pregunto cómo se puede fomentar aún más la industria farmacéutica española, una de las que más invierte en I+D+I, para que sea más competitiva, Duque respondió que el plan es “suficientemente ambicioso para fomentar la idea que creemos que es completamente acertada de que España es el país más rentable para que las multinacionales realicen I+D+i. Rentable. Es decir, es una cuestión económica, lo único que hay que hacer es que la gente lo entienda”.

El ministro y astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) explicó que ese potencial “se puede fomentar más con programas de impulso a la investigación básica en el área de la medicina personalizada. También en el área de la investigación clínica donde España es número dos o tres en el mundo y en algunas esferas número uno. Un área es la creación de suficientes laboratorios de análisis genómico para dar servicio a toda la población, viva esta donde viva. Esa creación está avanzada en su planificación. El talento de los investigadores españoles está reconocido. Ahora tenemos que dar el paso siguiente que es que las industrias que realizan inversiones por todo el mundo vean en España el país más rentable, el país donde le van a sacar más rendimiento a esa inversión de crear nuevos centros de I+D”.

“Nuestro sistema de ciencia y tecnología ha alcanzado unos niveles de excelencia en la investigación acordes con la posición económica y geopolítica que tenemos en el mundo, pero en el traslado de esos resultados al tejido productivo aún tenemos margen de mejora. Los niveles de inversión del sector privado no alcanzan los de los países avanzados. En Alemania el 67% de la inversión I+D+I lo realiza la empresa privada, en EEUU alcanza el 71%, en Corea del Sur el 78%. En España esa cifra alcanza el 57% que no es baja, pero hay margen de mejora”.

Respuesta a la pandemia

Con respecto a las consecuencias de la pandemia, “que ha evidenciado ciertas carencias tecnológicas, pero también la capacidad de adaptación de España” el ministro informó de que desde marzo de 2020 se han financiado 11 proyectos empresariales relacionados con la producción de vacunas. Se han movilizado 10 millones de euros de los que el Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), la agencia de innovación que depende del Ministerio, ha aportado 4,7 millones en forma de subvención. Una de estas empresas, Biofabri, que trabaja en colaboración con el CSIC, en la que puede ser la primera vacuna española en alcanzar los ensayos clínicos en humanos. Ligado a todo este trabajo, el CSIC afrontó una transformación en su equipamiento y afrontó los desarrollos científicos necesarios y ya está produciendo a nivel industrial la vacuna de Novavax desde la materia prima hasta la botella, que se espera esté aprobada en abril o mayo.

Otra empresa, Hipra, también ha adaptado sus capacidades para poder fabricar los lotes técnicos de otro proyecto de vacuna española, la liderada por Felipe García, del Hospital Clinic. Y esta misma empresa ha desarrollado una vacuna propia que veremos pronto salir a la luz pública. La farmacéutica catalana Reig Joffre tuvo apoyo para colaborar en la lucha contra el COVID-19 con el llenado y envasado de la vacuna de Janssen, que también llegará próximamente, igual que hacen los laboratorios Rovi con la vacuna de Moderna y Subfarma con la de AstraZeneca.  

Proyecto Prueba de Concepto 2021

El primer impulso para la reforma es el Fondo de mecanismo de recuperación y resiliencia de la UE. Hay asignados de momento directamente a la gestión del Ministerio 3.380 millones de euros que el Gobierno de España adelantará con los Presupuestos Generales de Estado en 2021, 2022 y 2023 y se ejecutará con medidas durante esos años y hasta 2026. Ese el marco de ejecución de esos fondos. Esto está alineado con la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación para el periodo 2021-2027. Será esta una inversión extraordinaria que vendrá acompañada con programas y cambios normativos que mejoren las capacidades y el conocimiento.

“La ciencia no es una apuesta sencilla. Requiere una visión amplia y de largo plazo. Sus resultados están en un futuro a veces lejano que no podemos prever con exactitud. Por eso es necesario diversificar la inversión en ciencia de calidad y darle libertad a los investigadores para que busquen guiados por su curiosidad”, declaró Pedro Duque. El ministro hizo hincapié en la introducción de nuevos incentivos a los científicos e investigadores capaces de transferir a la sociedad sus hallazgos. Es el sexenio de transferencia. También quiere Duque potenciar y profesionalizar los equipos universitarios e investigadores que se dedican a la transferencia de conocimiento, dándoles una orientación más comercial. También desea fomentar la racionalización de las oficinas de transferencia de conocimiento siguiendo el ejemplo de los institutos Max Planck en Alemania cuyo éxito es conocido a la hora de poner el valor el conocimiento.

“Hemos decidido usar los fondos en nuevos programas en lugar de incrementar la financiación de los ya existentes. No se trata de hacer más de lo mismo”, recalcó. Uno de estos nuevos programas es el Prueba de Concepto, lanzado por la Agencia Estatal de Investigación, con un presupuesto de 40 millones de euros y dirigidos a investigadores públicos en colaboración con empresas. Estos proyectos durarán dos años y tienen como objetivo acelerar la transferencia de conocimientos y resultados generados en los proyectos de I+D finalizados recientemente o que estén a punto de finalizar.  Los proyectos de Prueba de Concepto deberán mostrar potencial para explotar los resultados de a investigación como productos, bienes, aplicaciones o beneficios para el mercado, la sociedad, la cultura o las políticas públicas. Este programa es un buen ejemplo de las nuevas convocatorias que buscan apoyar proyectos en particular en áreas estratégicas, como desarrollo sostenible o salud, y en centros públicos donde colaboren empresas.

El Ministerio también ha lanzado el programa Cervera de Innovación para promover que más pymes realicen I+D de forma sistemática. Aunque se había presupuestado en los ejercicios 2017-2018, en realidad nunca no se había concretado. El programa consiste en dos tipos de ayudas: unas para proyectos de transferencia para consorcios entre centros tecnológicos y pymes, y otras para el fortalecimiento de las redes de centros tecnológicos. Ya se han concedido 194 proyectos del primer tipo y 11 del segundo con 40 millones de euros en subvenciones y 80 millones en créditos.

A finales de 2020, lanzaron el programa de Misiones Ciencia e Innovación, que se centra en cinco retos concretos: envejecimiento saludable, agroalimentación sostenible, energía limpia, nuevos modelos industriales y movilidad inteligente. Este programa está vinculado a la idea del Estado emprendedor, que popularizó la profesora Mariana Mazzucato, a ese reconocimiento del papel de la Administración pública en el fomento de la innovación que fue esencial en la aparición de tecnologías ubicuas como Internet o los chips. “Ha tenido una buena acogida”, reconoció Duque. “Esperamos que tenga un efecto tractor importante en I+D orientadas a los retos sociales”.

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