¿AUTONOMÍA ESTRATÉGICA?

El Gobierno anuncia un PERTE sobre microchips dotado con 11.000 millones de euros públicos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la aprobación de un nuevo proyecto estratégico, PERTE, sobre microchips y semiconductores dotado con 11.000 millones de euros de inversión pública. Con este proyecto, según el presidente, se pretende alcanzar la autonomía de España en relación a la producción de semiconductores. Con todo, expertos en la materia aplauden la medida pero aseguran que dicha autonomía ni es posible ni sería deseable.

“Creo que las razones son bien conocidas, podemos todos intuirlo e incluso corroborarlo y es que los semiconductores son un elemento básico de todos sectores energéticos y, por tanto, adquieren una importancia que yo calificaría de geoestratégica mundial en un contexto de transformación digital tan profundo de nuestra economía”, declaró Sánchez.

El PERTE de los microchips se suma al vehículo eléctrico, salud de vanguardia, energías renovables, agroalimentario, nueva economía de la lengua, economía circular, industria naval, aeroespacial y ciclo del agua.

“España no va a perder la carrera de la tecnología más avanzada, muy al contrario, el Gobierno de España quiere que nuestro país se sitúe a la vanguardia del progreso industrial y del progreso tecnológico”, continuó Sánchez durante su declaración, “y este proyecto estratégico, este PERTE, representa esa gran apuesta ambiciosa y audaz para atraer inversiones en las industria de los semiconductores y de las nuevas tecnologías relacionados que serán clave para alcanzar esa ansiada autonomía estratégica también a nivel europeo”.

El proyecto europeo

Por su parte, César Franco, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM), recuerda en conversación con industry TALKS la importancia de los semiconductores y lo que ocasionaron durante la pandemia: “Nos faltaban muchas cosas, tanto a nivel español como a nivel europeo y ya en el año 2020 la Comisión Europea vio que era un área de interés comunitario y se comprometieron en su momento 30.000 millones de euros en fondos para intentar conseguir que Europa fuera una potencia en la fabricación de microchips, es decir, para pasar del 10% que tenemos ahora a un 20% de cuota de mercado global en 2030”.

“En el mes de febrero salió el European Chips Act, que es donde Europa comprometía esos 30.000 millones que ya están metidos dentro de ese presupuesto y, dentro de los fondos de recuperación, añadir 11.000 millones más, por un lado, para financiar que Europa cogiera de nuevo ese liderazgo tecnológico sobre todo en las fases de diseño, fabricación e investigación de temas de microchips y otros 2.000 más en un fondo europeo de chips para ayudar a capitalizar empresas del sector”, continuó Franco.

En cuanto a lo anunciando por el Gobierno, Franco ha destacado, “lo que se ha anunciado de esos 11.000 millones de un PERTE en microchips, para España es el volumen adicional que había comprometido la Unión Europea para toda Europa en el mes de febrero, por lo tanto es una cantidad muy importante y por eso, antes de adelantar acontecimientos hay que ver todos esos fondos como se componen, que porcentaje es inversión pública y qué porcentaje viene de la inversión privada”.

Por supuesto, “la necesidad está ahí”, continúa el experto, “por ejemplo, cuando hablamos del PERTE de automoción, estamos hablando de intentar reestructurar todo un sector que ya tenemos en nuestro país, inyectaban en el PERTE de la automoción aproximadamente 4.300 millones de euros y uno de los objetivos con esa fuerte inyección de capital era reestructurar nuestro modelo de coche combustión a vehículo eléctrico y conectado, fabricando baterías eléctricas, pero también hay un parte de ese PERTE donde hay ese componente de chips semiconductores que van de la mano del desarrollo del vehículo eléctrico”.

Asimismo, el decano ha indicado que “en ese sector el año pasado un 25% de la fabricación de la automoción no pudo salir al mercado porque faltaban microchips, con lo cual hay una muy fuerte dependencia entre esos. Montar una fábrica de chips, que es uno de los grandes retos que tiene nuestra industria, necesita inversiones de órdenes de magnitud como lo que pueda ser montar una fabrica de baterías, de hecho estamos hablando de una tecnología más compleja y las inversiones son mayores. Todos estos movimientos y cantidades que están anunciando, lo que están intentando es buscar que España, que no parte de la parrilla de la primera línea de salida de esta carrera, se pueda unir al pelotón de cabeza. España está viendo si es capaz de ganar ese territorio perdido. Lo que estamos intentando con este tipo de convocatorias es atraer más capacidad de fabricación que en España a día de hoy es prácticamente nula”.

Autonomía imposible

Además, Franco ha destacado que España “nunca” será independiente para surtirse de los semiconductores y microchips, “una fábrica te puede proporcionar un determinado modelo, una determinada tecnología, es decir, la autonomía en un entorno como el que estamos va a ser muy imposible de conseguir, pero es que además tampoco es económicamente deseable ser autónomos, ya que al final lo que necesitamos como país es marcar una serie de tecnologías que son estratégicas y marcar una cierta reserva de fabricación en este tipo de tecnologías estratégicas, de tal forma que primero y esto es casi lo más importante, no perdamos el conocimiento, es decir, que seamos capaces de tener el conocimiento en toda la cadena de valor de la parte investigación, diseño y fabricación y luego tengamos una cierta capacidad en esa fabricación. La autonomía total a día de hoy nadie la busca ni se la plantea porque sería económicamente inviable”.

Del mismo modo, indicó el decano, “al final es buscar nichos dentro de ese modelo de fabricación en el cual nosotros seamos diferenciales y habrá cosas que tengamos que importar de Alemania, cosas que nosotros exportaremos a Italia y cosas que nos irán viniendo de China. Pero, sobre todo, es tener un cierto porcentaje de cuota de mercado que te permita mantener en esta tecnología que es clave para todos, todos los elementos de la cadena de valor y tener todas las cadenas de producción”.

En cuanto a las inversiones “hay que contar con inversión de empresas internacionales porque son las que tienen la tecnología y el conocimiento, es decir, si a día de hoy quieres desarrollar una fabrica de fabricación de microchips tienes que mirar donde están montando empresas los grandes como Samsung, Intel, PSMC para que esas fabricas las trasladen aquí”, continuó Franco.

Inversión privada

De cara a los 11.000 millones de euros públicos anunciados, Franco ha señalado que “es necesario contar también con inversión privada”, puesto que no se puede hacer solo con fondos públicos, no solo por los volúmenes de inversión, sino porque en la parte pública no esta el conocimiento para desarrollar todo un sector.

“Ese conocimiento esta sobre todo en manos de empresas de tecnología privadas, que es lo que si que puede ayudar. Todo lo que tiene que ver con nuestras universidades y centros de investigación que a día de hoy la capacidad que hay de enlazar con la industria es pequeña, ya que esa industria en la parte de semiconductores, en la parte de diseño y fabricación es muy escasa aquí en España y esto si que te puede ayudar a potenciarlo. Se necesita inversión privada, puesto que necesitas una tecnología que actualmente en muchos casos no la tenemos presente en nuestro país”, siguió el decano.

Asimismo, el decano del COIIM considera que el proyecto debería ser competitivo a nivel europeo “estamos hablando de que es una industria que tiene necesidad de inversiones continuas, es una industria que si solo se hace en base a una subvención de una instalación es pan para hoy y hambre para mañana, necesitamos que estas inversiones públicas se transformen en industrias competitivas, ya que si no volvemos a decir que nos falta capacidad de fabricación.

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