En palabras del presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, en declaraciones a Radio Terrícola, la emisora online de Envera, “se trata de un día en el que se cristaliza lo que hacen decenas de miles de voluntarios de Telefónica todo el año, dedicando parte de su tiempo a cosas que nos hacen mejores como compañía y mejores como sociedad. Salgo ahora de la oficina de estar trabajando, y llegas aquí (a la gran zona de la sede mundial de la compañía en Madrid habilitada para las actividades solidarias) y te cambia la cara, te cambia el ánimo. Sin duda –concluyó- es un día de celebración y de dar las gracias a todos los voluntarios”.
Cuatro reporteros con discapacidad intelectual de Radio Terrícola, junto a otros siete reporteros voluntarios de Telefónica (sin contar al presidente de la compañía, a la plurimedallista olímpica Teresa Perales o al triatleta Javier Gómez Noya, que también pasaron por sus micrófonos) llevaron la unidad móvil de Envera al corazón de la multinacional para intercambiar experiencias y conocimiento, ser la voz de un día tan especial “conectando solidaridad”, y recoger con la fuerza de la palabra la emoción de la jornada.
Simultáneamente, otros 51 voluntarios de Telefónica se trasladaban al Centro Integral de Discapacidad de Envera, en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, para vivir una jornada de inmersión en la discapacidad intelectual y participar en actividades inclusivas como una multitudinaria clase de zumba, talleres de reciclaje y artesanía, plantación de semillas en la Huerta Envera o ser entrevistados en otro programa especial realizado en los estudios de Radio Terrícola del Centro Ocupacional. Una experiencia inolvidable.
Para Carlos Palacios, responsable global de Acción Social y Voluntariado de Fundación Telefónica, esta mirada de empleados voluntarios, no pocos acompañados de sus hijos, “son agentes del cambio porque gracias a su compromiso seremos capaces de construir un mundo más humano e inclusivo”. Afrontar la vulnerabilidad social y digital así como fomentar la innovación social para impulsar la transformación digital del Tercer Sector son los objetivos de esta fuerza solidaria de cerca de 60.000 trabajadores en todo el mundo que son cada año una mano tendida para más de 1,4 millones de personas en los países en los que la compañía está presente.
Además del impacto en la mejora de la vida de las personas, el voluntariado corporativo y la acción social, como se explica desde Forética -organización referente en sostenibilidad y responsabilidad social empresarial en España-, son herramientas de atracción y retención del talento con las que ganan tanto los empleados como las empresas. Los primeros, porque con ellas adquieren nuevas competencias y habilidades personales, sociales y profesionales, se produce una mejora de su bienestar, se fortalece la relación entre los miembros del equipo, aumenta la motivación así como el espíritu de pertenencia. Y al mismo tiempo las empresas logran reconocimiento y posicionamiento externo e interno, sentimiento de orgullo por parte de los trabajadores, visibilidad como marca comprometida, desarrollo de habilidades “soft” por parte de los equipos y empleados más motivados y felices.
Por su parte, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU reconoce a los voluntarios como actores clave en la consecución de los ODS, haciendo de los programas de voluntariado corporativo una palanca de integración de esas metas en las estrategias de responsabilidad social empresarial.
Todas estas razones han hecho del voluntariado corporativo un elemento estratégico para las organizaciones. Iberdrola, compañía con la que Envera mantiene también distintos programas de voluntariado, contó en 2022 con la participación de más de 16.800 empleados, una energía solidaria, como explica la propia empresa, que ayudó a más de medio millón de personas. Sólo en su Semana Internacional del Voluntariado, que el pasado año se celebró del 1 al 9 de octubre, reunió bajo el lema “Juntos construimos el mundo que queremos” a más de 7.000 voluntarios entregados al cuidado del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático, la inclusión de colectivos vulnerables y la asistencia social.
En 20919, Coca-Cola Europaficic Partners, también colaboradora de Envera en proyectos de voluntariado social corporativo de gran impacto como la construcción de unos estudios de radio para ser ventana al mundo de las personas con discapacidad intelectual o la adecuación de un espacio sin uso en un jardín para los residentes, puso en marcha su programa “I Love Voluntariado”. Como explican sus responsables, “es a través de él como reforzamos nuestro compromiso por contribuir de manera positiva en la sociedad, fomentando la participación de nuestros empleados en proyectos de voluntariado o causas benéficas, ofreciendo dos días de trabajo remunerado al año para colaborar”. Sólo tres años después de su lanzamiento, “I Love Voluntariado” acumulaba 5.520 horas de solidaridad.
Estos ejemplos son modelos de grandes compañías en España para las que la fuerza del voluntariado forma parte de su estrategia empresarial y de impacto en los criterios ESG, así como de retención de talento y fomento del orgullo de pertenencia, representando para todas ellas una forma valiosa y poderosa de estar y operar en el mundo diverso, inclusivo y global que se esfuerza en ser sostenible.