Además, estas medidas no reflejan la realidad de los sectores afectados. Una vez más, el Gobierno clasifica por CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) y no por intensidad de gas, cayendo nuevamente en el error, aunque el RDL deje la puerta abierta a una modificación mediante Acuerdo del Consejo de Ministros.
El CNAE no es índice de intensidad energética. Desde GasINDUSTRIAL consideramos que es urgente un reparto detallado y alineado con la normativa europea, por ello reclamamos la creación del Estatuto del Consumidor Gasintensivo, que refleje realmente una calificación en función del consumo energético elevado y valore el peso de las compras de productos energéticos sobre la producción.
No obstante, entre las medidas aprobadas valoramos positivamente la recuperación de la medida de flexibilización de contratos de suministro de gas natural que permitirá a las industrias modular su caudal ante las volatilidades e incertidumbres del mercado, la prórroga de la reducción del IVA al 5% hasta el 31 de diciembre de 2023 y la exención en el pago del canon de almacenamiento por encima de la obligación en días de consume firme.
También es buena noticia la publicación de una línea de ayudas para la compensación de los costes adicionales por aumento excepcional de los precios del gas natural en 2022, que se fundamentará en el punto 2.4 del Marco Temporal de Crisis, relativo a las medidas de ayuda estatal para respaldar la economía tras la agresión contra Ucrania por parte de Rusia (Comunicación de la Comisión 2022/C 426/01). GasINDUSTRIAL viene demandando desde marzo de 2022 el desarrollo de este punto y la ampliación de las ayudas, alineándolas a las desarrolladas por el resto de los países europeos.
La competencia industrial europea disfruta de mejores apoyos
Nuestros competidores europeos ya están recibiendo estas ayudas por parte de sus Gobiernos. Alemania y Francia están aplicando una férrea política de protección a su industria para evitar que pierda competitividad. Por tanto, nos vemos ante una discriminación que deja a la industria española en clara desventaja frente a países europeos que sufren los altos precios de mercado al igual que nosotros, pero a los que sus gobiernos amparan y protegen. Es el caso de Portugal que realizará un descuento directo en la factura de gas de 40€/MWh llegando la ayuda acumulada a los 1.000 millones de euros.
La situación para la industria gasintensiva española es crítica, como refleja la caída de la demanda industrial de gas en un 30%, termómetro de la salud de nuestras industrias. El peso de los costes energéticos sobre los de fabricación ha saltado exponencialmente, la subida de las materias primas y de los fletes y los problemas de desabastecimiento han tenido un alto impacto negativo en la industria, que ve reducir sus pedidos mientras que la producción se deslocaliza a países con costes energéticos más competitivos.
Vivimos tiempos complejos e inciertos. Nuestro Gobierno debe entender y priorizar las necesidades de la industria, vamos en el furgón de cola de Europa en lo que respecta a protección de la industria consumidora de energía. La industria necesita impulso y medidas valientes que la permitan seguir produciendo y exportando porque es la base de nuestra economía.