PROYECTO CAVENDIS H2

La infraestructura gasista ya puede operar hasta con un 20% de hidrógeno

La infraestructura gasista existente está preparada para operar con hasta un 20% de hidrógeno con algunas modificaciones. Esta es la principal conclusión del proyecto CavendisH2, un estudio que han presentado Joan Batalla, el presidente de Sedigas y Claudio Escarpenter, Socio de Bip Consulting.

Batalla ha asegurado que las infraestructuras gasistas van a jugar un papel clave en la descarbonización y ha explicado que, en el caso del biometano, “no requiere adecuaciones en las infraestructuras”, sin embargo, con el hidrógeno “hay que ver si la infraestructura en cuestión es adecuada para su uso”.

Del mismo modo, Escarpenter considera que además del potencial de gases renovables, que serían una solución competitiva para la industria bajo las actuales condiciones del mercado, “España cuenta con una avanzada infraestructura gasista, con siete plantas de regasificación, más de 14.000 km de red de transporte, 80.000 km de distribución y ocho millones de puntos de suministro, que debería ser clave para habilitar y favorecer su despliegue”.

“Se espera que la mayoría de la infraestructura puede operar hasta con un 20% de hidrógeno sin requerir grandes esfuerzos de adaptación. En el largo plazo, y en un escenario de 100% hidrógeno, sería necesario acometer actuaciones adicionales”, ha añadido. Por ello, considera la infraestructura gasista “un eje para la transición energética”.

Asimismo, ha explicado que, en la coyuntura energética actual y para cumplir con los objetivos de descarbonización, “será necesaria la adopción de aquellas soluciones tecnológicas que permitan avanzar hacia un sistema energético más eficiente, seguro, diversificado y sostenible”.

También ha dejado claro que, para la consecución de los objetivos de descarbonización en 2050, “se requerirá una mutación completa del actual sistema energético español, siendo un factor crítico para el éxito de este proceso de transición energética la neutralidad tecnológica”.

Por otro lado, el estudio realizado muestra que el coste de la transformación de la infraestructura para un escenario blending de un 20% de hidrógeno en volumen sería de 700 millones de euros, que equivale a tan solo un 2% de la retribución de los últimos 20 años a las empresas de transporte y distribución de gas natural.

Este proyecto, tal y como ha explicado Claudio, ha servido para analizar que “el blending de hasta un 20% hidrógeno permitiría la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, a la vez que se impulsaría el desarrollo tecnológico, la economía y un sistema energético más fiable, flexible y seguro”.

Y que ese blending de hidrógeno “posibilita la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Para el escenario del 20% H2 vol., la reducción sería de 3,5 millones de toneladas equivalentes de CO2 (equivalente a más o menos 45% de los usuarios domésticos de gas)”.

Pensando en el largo plazo, las redes de transporte y distribución, el activo de mayor valor de la infraestructura gasista, “presentan una alta compatibilidad de operación con hidrógeno gracias a su modernidad, así como a los altos estándares de calidad aplicados en su construcción y operación”.

Por último, Escarpenter ha comentado que “teniendo en cuenta la disponibilidad de la infraestructura, sus potenciales beneficios y la razonabilidad de las inversiones requeridas, se proponen una serie de medidas adicionales que colocarían a España en una posición más favorable para el desarrollo de los gases renovables”.

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