Así, para mejorar en estas capacidades productivas, lo que se necesita, apuntó, son “incentivos regulatorios y de otro tipo para asegurar la producción de medicamentos estratégicos” y fomentar la de nuevos medicamentos, incluyendo biológicos y terapias avanzadas, con cadenas de suministro resilientes que reduzcan la dependencia del exterior y fortalezcan la seguridad y autonomía estratégicas.
Yermo ha destacado que con una política que ofrezca a la industria farmacéutica “estabilidad, predictibilidad y claridad regulatoria y unos procedimientos y gobernanza acordes que permitan el acceso a los medicamentos de una forma ágil y equitativa, España tiene la oportunidad de convertirse en un gran hub de innovación y producción biomédica”.
“Pocos sectores -ha añadido- pueden presumir de tener un propósito tan estimulante como el de promover la investigación, la innovación y la producción de medicamentos para mejorar la vida de las personas, y además hacerlo de una forma ética y responsable con el medio ambiente”.
Por su parte, el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, ha subrayado la importancia y el carácter estratégico del sector farmacéutico para España. “Nuestro objetivo es seguir fomentando un entorno favorable para las inversiones de la industria farmacéutica en nuestro país, para lo que estamos en continuo diálogo con el sector. La industria farmacéutica es un aliado para conseguir el objetivo común de mejorar la vida de las personas, y por eso creo firmemente en la necesidad de impulsar acciones que faciliten el desarrollo del sector farmacéutico en nuestro país”.