La convocatoria, que combinó jornadas virtuales con una cita presencial, buscaba fomentar el comercio exterior y mejorar la competitividad de las pymes a través de una oferta eficaz e innovadora de los productos y servicios necesarios para impulsar la internacionalización.
Durante su intervención, el presidente cameral incidió en la importancia de integrar la internacionalización en el ADN de las empresas “para que no sólo sea una alternativa desesperada cuando se produce una debilidad en la demanda interna”, indicó. Defensor de la promoción del comercio exterior para el avance de los negocios, Asensio afirmó que los procesos de la internacionalización empresarial son esenciales como “estrategia de crecimiento, diversifica los riesgos y favorece la superviviencia a largo plazo de las compañías”.
En este sentido, consideró esencial el comercio exterior como “palanca para descubrir oportunidades de crecimiento más locales”. Además, y dado que el tamaño de la gran mayoría del tejido empresarial no favorece la actividad exportadora, abogó por reducir las posibles barreras al crecimiento empresarial “para aumentar la propensión a exportar, debido a la clara conexión entre el tamaño empresarial y la internacionalización”.
Para el presidente cameral, resulta fundamental aprovechar la actividad de las grandes empresas en su nivel de internacionalización “porque se trata de movimientos tractores que abren camino para el resto de empresas y generan un flujo a rentabilizar mejor”. En este contexto, reveló el empuje exportador experimentado en el país tras la crisis de 2008. Su peso en el PIB aumentó casi 9 puntos porcentuales desde 2009 hasta situarse en el 23,6% en 2018. “Ello fue posible gracias a que casi se duplicó el porcentaje de empresas exportadoras (del 3,2% sobre el total de empresas en 2009 al 6,1% en 2018)”, detalló.
Retos de la internacionalización
Las exportaciones todavía permanecen concentradas en pocas compañías. Solo cinco firmas generan el 9,9% del total de las exportaciones españolas y las 500 más grandes acumulan el 58%. Por este motivo, el presidente cameral apuntó que “nuestro reto es incorporar una mayor base de empresas que exporten con regularidad”, además de elevar el “nivel de digitalización de las compañías como una herramienta de competitividad que favorece la internacionalización”.
De cara al futuro, planteó varios aspectos a tener en cuenta para los negocios, entre los que se encuentran la información y la formación a las empresas, una actividad que la Cámara de Comercio de Madrid lleva 40 años impulsando. Entre otras iniciativas, la institución madrileña desarrolla misiones empresariales, jornadas con representantes de países receptores, talleres con las mejores técnicas para exportar a determinados destinos y asesoramiento personalizado. A ello se une el acuerdo firmado de forma conjunta por la Cámara de Madrid y la Comunidad de Madrid para activar el programa de técnicos en comercio exterior por el que ya han pasado más de 2.000 jóvenes.
“El objetivo que perseguimos con todo ello es reducir el nivel de incertidumbre y minimizar riesgos a la hora de abordar procesos de internacionalización y que ésta sea una práctica habitual por parte de las empresas”, concluyó el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Ángel Asensio