Después de recordar los actuales “elementos adversos” y definir industry TALKS como una “plataforma” que ofrece “la oportunidad de compartir, de conectar diferentes ecosistemas para intercambiar aprendizajes y distintos puntos de vista”, Begoña Gómez destacó que la industria es uno de los sectores que ha demostrado ser clave, porque “al final es capaz de adaptarse a estas adversidades”.
“La industria vela por unos intereses comunes y ahí es donde iniciamos el proceso de transformación social competitiva”, un proceso, una estrategia que sabe aunar, porque se trata de “cuando escale el negocio, también escale el impacto social”, dijo.
“El tiempo no nos pide más tiempo, nos pide que hagamos más en el mismo tiempo; lo piden los consumidores y los inversores. La ciudadanía nos exige que cojamos el tren de la Cuarta Revolución Industrial”, señaló Begoña Gómez, para insistir a continuación en la idea de que “la industria necesita retener talento y es a través de los valores sociales donde mejor podemos encontrar todo este capital para hacerlo”.
Poniendo en alza el empleo industrial – “que crea 2,2 empleos en otros sectores– y las pymes que “son por lo general los mayores generadores de empleo” y “a nivel mundial constituyen el 90% del tejido empresarial”, la ponente de nuestra apuntó que hay que “reducir las diferentes brechas de desigualdad”. “Crecer sí, pero sin daños colaterales”, remarcó. “Es necesario cerrar brechas de género, de edad, cultural, territorial…”
Después de afirmar que “no hay futuro industrial sin sostenibilidad”, citó 5 factores transversales: capacidad innovadora, capital humano, digitalización, alianzas público-privadas y marco social y de inversión.
El primer paso de este proceso es, en su opinión, alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por Naciones Unidas con el objetivo 2030. Más específicamente se refirió al ODS número 9, vinculado directamente a la industria
En definitiva, “se trata de encontrar un equilibrio entre economía, sociedad y medioambiente”, aprovechándose de las ventajas de las 7 Rs, a saber:
- Rediseñar
- Reducir
- Reutilizar
- Reparar
- Renovar
- Recuperar
- Reciclar,
poniendo en marcha dentro de las empresas la economía circular industrial.
“Por eso siempre diremos que la Transformación Social Competitiva (TSC) es mejor que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)”, enfatizó con convicción.
Y finalmente cursó una “invitación a formar una industria de futuro hacia la TSC” porque “tu organización será más competitiva si es sostenible e inclusiva”.