Después de explicar en su charla iTALKS que la Propiedad Industrial desempeña un papel decisivo pues recompensa la labor intelectual, es una parte esencial para la innovación y para el crecimiento económico, y representa un marco jurídico adecuado para la circulación de ideas, Gil Celedonio explicó brevemente que son las marcas y las patentes y su enorme relevancia socioeconómica y científica.
Las marcas son los signos distintivos de unos productos o servicios, en algunos casos unos intangible que valen mucho dinero. Las patentes, por su parte, son derechos exclusivos sobre una invención con límites determinados por la ley.
“¿Qué pasaría si no hubiera Propiedad Industrial?”, se preguntó el director general de la OEPM. “Pues que no habría incentivos para la investigación y la innovación. La industria sería la ley de la jungla”.
Finalmente, el conferenciante remarcó que es preciso mejorar la transferencia de conocimiento, de tecnología, de resultados de la innovación porque: “somos muy buenos en convertir euros en ciencia, pero muy malos en convertir ciencia en euros”.