Además, las mujeres soportan una brecha salarial de un 18%, y su presencia sigue siendo escasa entre los cargos directivos. Por consiguiente y pese a la fuerza que ha tomado el movimiento feminista durante los últimos años, el mundo de la industria sigue con los deberes pendientes por hacer en materia de igualdad.
Desde el medio de comunicación industry TALKS, y particularmente desde su plataforma de ponencias iTALKS, queremos dar voz y visibilidad a la mujer en la industria con el objetivo decidido de corregir esos desequilibrios. Y, en coherencia con esas metas, siempre hemos considerado imprescindible que hubiera un porcentaje importante de mujeres entre los conferenciantes que generen conocimiento a la industria.
En febrero de este año 2021 arrancamos las experiencias iTALKS con muchas dosis de ilusión y entusiasmo. Desde entonces y hasta la edición de noviembre han pasado por nuestras cámaras 26 mujeres, lo que supone el 37% del total. Aquí está el enlace a esa lista, Nuestra idea es aumentar ese porcentaje y alcanzar la paridad de género.
La primera persona que apareció en los iTALKS hace nueve meses fue, precisamente, una mujer: la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Al final de su mensaje, en los dos últimos minutos de su alocución, la ministra aprovechó para “visibilizar el talento femenino que hay en la Industria y romper con los estereotipos de género que todavía existen en algunas actividades industriales”.
Tras recordar que es la primera mujer ministra de Industria, Maroto dijo que trabaja “cada día” para que las mujeres tengan “la visibilidad y las oportunidades en la industria” de España. Maroto es presidenta de honor de Faconauto Women, la primera red de cooperación de mujeres y hombres del sector de la automoción creada para atraer talento femenino y de los jóvenes. También forma parte de distintas iniciativas como Inspiring Girls, una organización dedicada a aumentar la autoestima y la ambición profesional de las niñas.
Aludiendo a la lucha para acabar la brecha de género en el mercado laboral, en el mundo de la ciencia y de la investigación, en definitiva, “para tener una sociedad igualitaria donde se cuente con las mujeres”, Maroto fue tajante: “España avanzará si también avanzamos las mujeres”.
En los iTALKS, durante estos meses, han intervenido consultoras, emprendedoras, ingenieras, empresarias, abogadas, formadoras, comerciales, investigadoras, doctoras, filólogas, proyectistas, diseñadoras, programadoras, funcionarias, farmacéuticas…
Alguna de ellas abordó directamente el tema del papel de la mujer en la industria. Sin pelos en la lengua. Ese fue el caso de Teresa Busto, vicepresidenta de Airbus, directora de la fábrica de esa compañía en Illescas (Toledo) y de la asociación Ellas Vuelan Alto (EVA). Teresa se declaró una “trabajadora del sector industrial”, no muy satisfecha con el actual panorama femenino. Para ella, es evidente que cuanto más nivel de cualificación tienen las mujeres, más oportunidades de trabajo consiguen y, por tanto, más mujeres entran en el mercado laboral.
Busto colaboró en la creación de una red de mujeres de Airbus España para luchar por:
- La igualdad real
- La visibilidad y las competencias
- La eliminación de la discriminación
- El aumento del número de mujeres en puestos directivos.
Esta red, como dijo, se ha encargado de visitar más de 200 colegios y participar en programas formativos específicos para mujeres. La idea es visibilizar y motivar.
¿Y cómo aumenta el peso de la mujer en la industria? A través de una serie de herramientas:
- Cambio cultural
- Igualdad de oportunidades
- Planes de conciliación para todos
- Formación específica
- Referencias y visibilización,
porque “nadie quiere ser lo que no sabe que existe; porque nadie quiere ser algo de lo que no ve referente”.
En opinión de Busto, existen cinco factores que afectan a la desigualdad de oportunidades en el mundo laboral:
- Estereotipos de género en la educación, la formación y el empleo (invisibilidad, infravaloración y segregación)
- Sobrecarga de responsabilidades domésticas y de cuidados (ausencia de corresponsabilidad, déficit de equipamiento de atención a mayores, personas dependientes y niño)
- Falta de reconocimiento de autoridad (modelos de liderazgo masculinizados, procesos de promoción y de selección de personal sesgados)
- Cultura empresarial y de las organizaciones sexista (captación y selección, condiciones de trabajo, política de desarrollo de las carreras profesionales, análisis y valoración de los puestos de trabajo y de los perfiles de competencia)
- Políticas de empleo sin perspectiva de empleo por parte de la Administración (procedimiento de contratación y subvenciones en medidas de igualdad, presupuesto opacos al género, sistemas estadísticos y de tratamiento de la información sin perspectiva de género).
El liderazgo femenino, consideró Teresa Busto, se caracteriza por un ejercicio de la autoridad informal, una observación e interpretación de los hechos diferente a la masculina, una comunicación simbólica, mucha sensibilidad, visión periférica extraordinaria, mayor capacidad para escuchar y una gran intuición ante los hechos.
“Los equipos diversos garantizarán el éxito en los retos futuros de la industria”, adelantó la ponente de los iTALKS.
Porque lo cierto es que el sector de la industria es el que genera una ocupación más estable, ofrece trabajo de valor y cualificado y genera remuneraciones competentes. Los motivos que explican la poca presencia femenina en la industria responden a factores culturales, históricos y/o educacionales. Tradicionalmente la industria se ha relacionado con trabajos manuales y que requieren de fuerza física y tiempo atrás era principalmente el hombre quien trabajaba y la mujer cuidaba de la casa y de la familia. Por fortuna, la industria 4.0 aupada por la transformación digital está dejando atrás ese tipo de valoraciones.
Para favorecer una mayor participación en la industria, es preciso fomentar la formación técnica y tecnológica entre el público femenino, especialmente en las escuelas y concretamente en los centros de Educación Primaria y Secundaria, porque en Bachillerato ya es demasiado tarde. Es clave animar a tomar el camino de las carreras llamadas STEM, es decir, de Ciencias (S), Tecnología (T), Ingeniería (E) y Matemáticas y Física (M)
“Desde la perspectiva de educación, en España solo el 13% de los estudiantes de carrera STEM son mujeres, en un sector que creará 390.000 empleos en España hasta 2022. Esto pone de manifiesto la necesidad de motivar desde niñas mediante una educación inclusiva e igualitaria que no distinga las profesiones según el género. Para ello es necesario tener referentes femeninos desde pequeñas, ya que no se puede ser lo que no se conoce”.
“Pero no solo acabando con los estereotipos de género, visibilizando a las mujeres en la industria o con una educación empoderadora de las niñas es suficiente si queremos avanzar rápido. Es necesario que gobiernos y empresas pongan en marcha la creación de medidas que potencien la diversidad de género. Es necesario la promoción de políticas públicas de igualdad y conciliación y una revisión de los materiales educativos que permita hacer una pedagogía para evitar que las más jóvenes se autolimiten y renuncien a profesiones tecnológicas o científicas”.
Quien así de claro se expresa es Henar Martínez Torres, Channel Partner Manager en ABB. Henar es ingeniera experta desarrollando canales de venta en el mercado industrial, donde ha trabajado la mayor parte del tiempo para ABB. Se ha desempeñado en otros sectores como ferrocarril (CAF), automoción (Ford Motor Company) y en una start-up tecnológica llamada Microgénesis. Es miembro de WE4STEAM, una asociación de mujeres Business Angels que invierte en start-up STEAM fundadas o lideradas por mujeres. También colabora con la Asociación Española de Mujeres en la Energía (AEMENER) que fomenta vocaciones femeninas en STEM y la presencia de las mujeres en el sector energético.
Desde el punto empresarial, los perfiles de liderazgo industrial deben crear una visión global sobre dónde queremos ir y, en este sentido, los roles femeninos deben tener un papel fundamental. Por lo general, las mujeres empresarias muestran un liderazgo más estable, construido sobre unas bases sólidas y con valores laborales y sociales.
“Hay que preguntarse cuánto talento y valor estamos perdiendo como sociedad con esta escasa participación femenina en la industria. Seguramente que la pérdida es grande, tanto en porcentaje de PIB como en vocaciones personales. Precisamente, el objetivo 5 de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para la agenda 2030 impulsa el compromiso de la comunidad internacional para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el mundo laboral”, señala Henar.
Como cree Henar, esta tarea no debería ser solo de las mujeres. “Necesitamos el compromiso de todos. Sumando a las mujeres a la industria sumaremos productividad, progreso y tomaremos mejores decisiones para crear una sociedad industrial, tecnológica y digital más inclusiva y cohesionada”.
