ESCENARIO COMPLEJO

Un informe de la FVEM sostiene que se ralentiza la recuperación de la industria de Vizcaya

El último estudio de coyuntura de la Federación Vasca de Empresas del Metal (FVEM) sostiene que se ralentiza la recuperación de la industria de Vizcaya. La falta y encarecimiento de materias primas, el aumento del coste de la energía o los problemas de logística han impactado directamente en el sector generando una situación de incertidumbre que aleja la recuperación hasta 2023, revela el informe.

Las perspectivas para los próximos 6 meses son de retomar la tendencia de recuperación frenada en el segundo semestre de 2021, con solo un 12% de empresas que esperan mercados en recesión.

En términos de empleo, la recuperación va por delante de la recuperación de la actividad. Así, aumentan las empresas con plantilla insuficiente (12,3%) y descienden las que consideran que tienen plantilla excesiva (12,3%).

Sobre la situación del mercado, hay un retroceso en la percepción de las empresas, habiendo crecido 3,6 puntos las que consideran que sus mercados están en recesión, cifra similar a la disminución de empresas que han percibido que sus mercados están reactivándose.

En cuanto a las perspectivas del mercado para los próximos 6 meses, la información que intuyen las empresas retomaría la tendencia de recuperación que se ha frenado en 2S2021, con más del 52% de las empresas que esperan estar en clave de recuperación y solo el 12,5% las que esperan continuar en recesión. Los datos serían muy similares a las expectativas que había al fin del 3T2021 y que finalmente no se han materializado.

Por otro lado, los datos a fin de 2021 suponen una leve mejoría de las carteras de pedidos respecto a setiembre, disminuyendo 3 puntos las que tienen carteras débiles y aumentando un punto las empresas con pedidos altos.

De cara al inicio de 2022, las empresas perciben cierta recuperación en la actividad, aunque lejos de lo que sería una situación de normalidad. El indicador FVEM de nivel de actividad media de las empresas alcanza 77,46 puntos (76,58 en setiembre y 75,60 en junio), es decir, una leve mejoría basada en que pasa de un 14,3% a un 19,1% las empresas que esperan tener una actividad por encima de lo que puede considerarse un año normal. No obstante, aumenta más de 3 puntos el número de empresas con perspectivas de actividad por debajo del 50%.

El grado de utilización de la capacidad productiva de las empresas es del 75,8%, frente a 74,7% en setiembre. Comparando con un año normal, se observa una recuperación respecto al frenazo experimentado en setiembre. Así, pasan del 20% al 25% las empresas que aumentan el uso de sus capacidades mientras que cae levemente en las que se reduce este indicador.

En relación con la facturación 2021 comparada con 2019, la diferencia ha seguido reduciéndose en la parte final del año. Prácticamente, es el mismo número el de las empresas que aumentan ventas como las que disminuyen (39% del total).

La relación de la facturación de 2021 respecto a la de 2020 supone un aumento acumulado del 4%, menor del 7,4% acumulado a mediados de 2021, manteniéndose en cifras algo superiores al 50% las empresas que han incrementado sus ventas respecto al ejercicio precedente, pero quedando un 27% que dice que no lo ha logrado.

Las empresas que han respondido que su rentabilidad es superior a un año normal, lo es en un 15% de media. Por el contrario, para las empresas con márgenes inferiores a un año normal, lo son en un 16%. Al haber más empresas que han reducido márgenes, de manera agrupada, podemos decir que estos han caído de manera limitada (3%) respecto a un año normal.

En cuanto a los beneficios, 2021 ha cerrado con 1 de cada 3 empresas en situación de no haberlos obtenido, empeorando este dato 10 puntos respecto a 2020. La estimación para 2022 es de reducción del indicador 10 puntos, aunque solo un 4,7% de las empresas espera estar en pérdidas. Entre las empresas con beneficios en 2021, estos han sido mayores respecto a 2020 para un 51,8%. De cara a 2022, las empresas que esperan mejorar resultados se reducen a 1 de cada 3, manteniendo los mismos el 45,4% del total.

Tras la fuerte reducción de los plazos para la recuperación de la actividad en el 2T2021, en el 4T2021 se mantienen los mismos datos, aunque al haber pasado 6 meses, los plazos de recuperación se van alargando en el tiempo. En este caso, se mantiene en el 35% las empresas que han recuperado ya sus niveles habituales de actividad, mientras que se reduce hasta el 35% las que ven su recuperación a un año o más o no tienen perspectiva de conseguirlo.

Con estos datos, una vez más, hay que decir que la recuperación está siendo compleja y va a seguir en esta línea, ya que, han ido apareciendo nuevos obstáculos que hacen que alcanzar la tan esperada normalidad sea un camino arduo.

El sector del metal sigue siendo un sector con un alto nivel de inversión. En 2021, tras haber pasado un complejo 2020, una de cada 3 empresas ha incrementado sus inversiones, y un 46,5% las han mantenido. De cara a 2022, estas ratios se esperan mantener. Se confirma una vez más, la apuesta del metal por el futuro del sector en un entorno global.

En cuanto a la inversión en I+D+i, solo el 11,2% la ha disminuido en 2021 y un 12,3% lo hará en 2022. Se espera para este ejercicio que un 26,4% de las empresas incremente esta partida. La consideración por parte de las empresas de sus niveles de plantilla no hace sino confirmar los datos de empleo que se han hecho públicos recientemente, es decir, que la recuperación del empleo va por delante de la de la actividad. Así, pasa de un 9% en 3T2021 a un 12,3% las empresas que dicen tener plantilla insuficiente, mejor dato desde 4T2019, y desciende de un 19% a un 12,3% las que la consideran excesiva, cifra esta que recupera datos de 1S2021.

En cuanto a las expectativas para la evolución de las plantillas en 1S2022, el dato obtenido (29,3%) supone el mejor en cuanto a empresas que esperan incorporar plantilla, por encima del 2T2021 (24%). Las empresas que piensan reducir su plantilla suponen un 7,3%, cifra mayor que la de hace 6 meses (3,9%). Las empresas que dicen que aumentarán la plantilla lo harán un 8,3% de media, mientras que las que afirman que la disminuirán, lo harán de media un 18%. Así, con los datos obtenidos de las empresas, se puede estimar que a lo largo de 2022 se crearán unos 1.000 puestos de trabajo en el sector del Metal de Bizkaia.

En cuanto a los factores que están impactando en las empresas, está en primer lugar el coste de las materias primas, con un 72,5% las empresas que lo consideran grave o muy grave. Solo un 7% de las empresas consideran este impacto nulo o leve. El impacto de la subida de los costes eléctricos es grave para un 60% del sector y solo un 15% lo considera leve o nulo.

Así mismo, se mantienen los 4 factores económicos de nuestro entorno que más preocupan a las empresas, siendo de nuevo, por tercer trimestre consecutivo, el “abastecimiento/incremento de precios de materias primas” el que mayor número de respuestas ha recibido (79% lo han mencionado entre los 3 que más les preocupan). Destaca que el segundo factor más mencionado (48%) es el de “elevados costes laborales/incrementos salariales”. Este aspecto tiene relación con el importante incremento del IPC esperado para cierre de 2021.

Para 2022 se prevé un aumento neto del empleo del sector de unos 1.000 nuevos puestos de trabajo, sobre todo en áreas de producción, montaje y mantenimiento donde se concentran aproximadamente el 85% de las nuevas contrataciones.

Por categorías, serán personas operarias cualificadas (52%) y perfiles técnicos de producción (23%) las que ocupan la mayor parte de las contrataciones previstas en los próximos meses. Atendiendo a la tipología de los contratos, destaca notablemente los indefinidos a jornada completa que supondrán 3 de cada 4 nuevos contratos. La segunda opción – apenas el 15%– los eventuales por obra o servicio. En cuanto al nivel de estudios, el 75% de los contratos requerirán una titulación de FP grado medio o superior.

Como métodos de selección preferidos para buscar talento, las empresas asociadas a FVEM recurren en primer lugar a las contrataciones directas a través de contactos, y como segunda opción está el Área de Empleo de FVEM por delante de otros recursos como Lanbide, las ETTs o empresas de selección.

En la selección de personal, se prioriza la actitud, la experiencia y la formación. Y las habilidades más valoradas son la actitud proactiva y positiva hacia el trabajo, la autonomía en el trabajo y la responsabilidad.

Es interesante reseñar que el 70% de las empresas han manifestado encontrar dificultades para la contratación, siendo estas las principales causas: falta de formación/especialización, falta de actitud y falta de experiencia.

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