¿Cuáles son las áreas industriales más importantes de Extremadura y cómo están evolucionando?
En primer lugar, me gustaría destacar que en los últimos dos ejercicios, a través de Extremadura Avante, grupo de empresas perteneciente a la Consejería a la que represento, se ha producido un importante incremento de implantación de actividades empresariales en los polígonos industriales públicos de Extremadura. En este sentido, se han materializado las primeras localizaciones manufactureras en la Plataforma Logística de Badajoz, Expaciomérida y Expacionavalmoral. Y, ha habido un fuerte crecimiento en otras áreas como Miajadas, Malpartida de Plasencia, Monterrubio de la Serena o Azuaga.
De ahí que en torno al 80% del PIB industrial de la región se distribuya en cinco áreas o ejes. El primero de ellos el de Villanueva de la Serena-Don Benito- Miajadas que incluye polígonos industriales en Villanueva, Miajadas, Gargáligas, Vivares y Don Benito en ejecución. Otro eje es Villafranca – Almendralejo – Mérida con Expaciomérida, en ejecución el de Almendralejo y en estudio el de Villafranca de los Barros. El Eje Navalmoral de la Mata – Plasencia dispone de zona industrial en Expacionavalmoral, Malpartida de Plasencia y Casatejada y luego tenemos el eje de Cáceres y, por último, el de Badajoz donde está ubicada la Plataforma Logística del Suroeste Europeo, La Albuera y Olivenza.
¿Qué medidas y políticas planifica la Junta para fomentar la actividad industrial en Extremadura?
La constante comunicación de la administración con las empresas nos permite conocer de primera mano las necesidades de los diferentes sectores y trabajar en soluciones que ayuden a su asentamiento en nuestra región. En ese sentido, actualmente desde el Ejecutivo autonómico tenemos en marcha varias convocatorias de ayudas para la consolidación de las energías renovables en Extremadura y el fomento de la industrialización pensando en un futuro libre de carbono.
Además del efecto incentivador de la actividad y el empleo, el despliegue renovable ya está favoreciendo el que Extremadura se considere un referente por su disponibilidad para ofrecer costes energéticos competitivos a las empresas que quieran instalarse en la región. En este sentido, estamos en condiciones ya de poder ofrecerles modernas infraestructuras logísticas, recursos humanos especializados y centros de investigación de primera línea.
¿Cuáles son las demandas ante la Administración Central en materia de infraestructuras y comunicaciones, accesibilidad digital, etcétera, para apoyar la política industrial de Extremadura?
En estos momentos en que nos encontramos, lo que necesitamos es que el Gobierno central nos acompañe y apoye para dar el salto y crecer. En los últimos años, ha habido inversiones como nunca para completar la mejora de la red ferroviaria, cuyo hito más visible es la alta velocidad que queremos aprovechar para el desarrollo de la logística y de las mercancías.
En cuanto a la red viaria, tanto la A5 como la A66 sirvieron en su día para vertebrar de norte a sur y de este a oeste la región y ahora nos falta completar espinas dorsales tanto de la conexión por el norte a Portugal como por el este hacia Levante.
¿Cómo afrontan la transformación digital en la región?
Una cosa nos ha quedado clara con la pandemia del Covid-19: ha incrementado ante la sociedad la concienciación de la importancia que tiene la digitalización en nuestro día a día y los beneficios que ello aporta.
Para empezar, hemos de tener en cuenta que el proceso de transformación digital en micropyme y también autónomos es un camino de largo recorrido, con unos planteamientos iniciales y con una estrategia en definitiva, donde algunos de los destinos que vamos a tomar no tendrán éxito si no contamos con una preparación previa.
Para realizar ese recorrido, desde la Junta de Extremadura trabajamos incansablemente para acompañar a nuestras empresas en ese proceso basado, principalmente, en el incremento de la conectividad en el mundo rural y mejora de la competitividad de nuestro sector productivo, que sabemos que aporta empleo y riqueza a la población.
En este sentido, podemos destacar las ayudas al teletrabajo y emprendimiento digital, comercio electrónico y TIC, competitividad empresarial, pueblos inteligentes, sector agroindustrial entre otras, así como la puesta en marcha de otras medidas en colaboración activa con otras administraciones como las Cámaras de Comercio, Diputaciones, Operadoras, etc
¿Cómo ve el futuro de las energías renovables en la región?
Extremadura tiene un futuro alentador en materia renovable. La región fue pionera entre las Comunidades Autónomas en disponer de su propio Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima, con el que pretende posicionarse como una región líder en la transición energética, tanto a nivel estatal como europeo. En la actualidad el 78% de la potencia instalada y el 38% de la generación eléctrica de la región tienen carácter renovable, y nuestro objetivo es alcanzar el 100% en 2030.
En materia fotovoltaica somos la región que mayor energía verde tiene instalada, un 26% del total de España, y la que más produce y, estamos convencidos que la próxima construcción en Cáceres del Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético va a suponer una palanca adicional para el sector.
Existen más de 150 proyectos renovables en tramitación con una potencia estimada de más de 6.000 MW principalmente en fotovoltaica, pero también en eólica, biomasa, biogás, sin olvidar el desarrollo del autoconsumo – en clara expansión actualmente- de la tecnología termosolar, del bombeo y del hidrógeno verde. Todo ello avala las positivas perspectivas que el despliegue renovable mantiene y mantendrá en nuestra región en los próximos años, respaldadas asimismo por la nueva planificación eléctrica 2021/2026.
Se espera un fuerte proceso inversor, cuyo progreso está siendo, además, impulsado por la extensión de la compra corporativa de energía renovable.
¿Cómo se combinan las grandes instalaciones de placas solares con la preservación del paisaje?
Todos los proyectos renovables que se desarrollan en nuestra región se ajustan a la normativa medioambiental vigente. Las plantas fotovoltaicas que se autorizan en Extremadura cuentan con el máximo control medioambiental exigible por la normativa vigente y todas llevan un proceso administrativo transparente.
Por ello, nuestro Ejecutivo orienta la ubicación de estas plantas solares en terreno poco productivos e incidiendo en la integración con el territorio mediante medidas compensatorias para reducir el impacto paisajístico e integrar las instalaciones con el medio ambiente. La coexistencia de este tipo de instalaciones con el paisaje extremeño son ya una realidad. Así lo muestran las imágenes en las que se puede apreciar esa simbiosis entre las renovables y los ecosistemas, incluso la conservación de la biodiversidad biológica, compatibilizándolas con el cuidado de la flora, la fauna, el patrimonio natural y paisajístico. En Extremadura las buenas prácticas ambientales ya acompañan por norma a las plantas fotovoltaicas.
¿Cómo se están organizando los convenios de colaboración público-privada en los ayuntamientos?
Desde este Gobierno regional defendemos un cambio de modelo energético desde el rigor y eso se traduce en requerir a las empresas promotoras que articulen espacios de consenso con la población local para que pasen a ser protagonistas de este proceso de despliegue renovable; que den cobertura a iniciativas de armonización de las plantas solares con otros usos productivos; que sean proactivos en el desarrollo rural del entorno donde se ubican, de forma que garanticen un retorno económico directo al territorio.
Por ley los nuevos concursos para otorgar el acceso a la red incorporan criterios para fomentar la generación de empleo y tendrán en cuenta el impacto en la cadena de valor industrial, la participación de actores locales en los proyectos y la reinversión de los beneficios en la zona donde se ubiquen las instalaciones.
En este sentido, los Ayuntamientos juegan un papel de interlocución clave en la gobernanza compartida del despliegue renovable.
Por todo ello, animamos a que se establezcan mecanismos de diálogo y colaboración entre las entidades locales y las empresas promotoras que garanticen la implicación de la comunidad local en el desarrollo de estos proyectos, por ejemplo, compartiendo objetivos vinculados a la creación de empleo, a la formación, a la inserción laboral u otros compromisos que tengan un impacto positivo directo en dicha comunidad.
Por tanto, nuestro objetivo último es que exista una estrecha ligazón entre el desarrollo renovable y la lucha contra la despoblación.
¿Cómo está afectando la guerra de Ucrania al tejido industrial extremeño?
Está claro que tras la invasión de Rusia a Ucrania, la situación es preocupante y alarmante, ya que se ha producido una conculcación del derecho internacional.
De momento es difícil valorar el impacto total que va a tener sobre nuestras exportaciones. Con los datos de los que disponemos a diciembre, se puede intuir que evidentemente supondrán un perjuicio, dependiendo de la duración del conflicto y de su intensidad.
Rusia y Ucrania representaron en torno al 0,9% de las exportaciones de Extremadura en 2021. Pero da igual que fueran un 0,9, un 2 o un 0,1, en cualquier caso supone un impacto y por tanto lo valoramos negativamente, como no puede ser de otra manera.
Por lo cual, al igual que a nivel nacional, europeo o mundial está por definir el impacto. Predecir en estos momentos el comportamiento económico afectado por la actual crisis es muy difícil, aunque evidentemente las perspectivas no son las mejores en un año en el que se debía hablar de recuperación y no de guerra.
La Junta de Extremadura ya se ha puesto en contacto con algunas de las empresas que puedan sentirse damnificadas tras la invasión de Rusia a Ucrania, e intentaremos, sin lugar a dudas, acompañarlas en este camino.
Con respecto a la necesidad de nuevos profesionales, ¿cómo se está abordando en materia de educación en la formación profesional y en la enseñanza universitaria en Extremadura?
Desde Formación Profesional se ha iniciado un trabajo previo de prospección de necesidades formativas realizando una interlocución fluida con los agentes económicos y sociales de la región, que nos transmiten las necesidades de cualificación de los trabajadores y trabajadoras para abordar los proyectos del presente y del futuro inmediato.
Con esa información se programa la oferta formativa ajustándola al máximo a esas necesidades detectadas previamente, intentado igualar la oferta con la demanda. Esta relación se estrecha aún más con el incremento exponencial de la FP Dual en Extremadura, cuando hacemos partícipes a las empresas en la formación del alumnado, realizando una formación en alternancia en el Centro Educativo y en la Empresa.
Además, hay que destacar que Extremadura tiene un decreto de declaración estratégica de formación profesional para impartir cualquier tipo de formación, por muy novedosa que sea, con el objetivo de dar respuesta a cualquier necesidad formativa que esté unida a un proyecto empresarial. Esto permite y facilita la implantación y el desarrollo de cualquier proyecto empresarial en nuestra región.
Respecto a la enseñanza universitaria trabajamos en base a dos ejes principales, el primero tiene que ver con un compromiso de la Junta de Extremadura con los recursos humanos dedicados a la investigación, la formación y su cualificación, desde una apuesta estratégica por el conocimiento, con el objetivo de generar riqueza mediante la creación de nuevos procesos, productos y servicios, y que se proyecta en un Pacto por la Ciencia y Tecnología en Extremadura firmado con los agentes económicos y sociales en 2020. Y el segundo, está vinculado con el talento y la mejora de empleabilidad de los estudiantes universitarios, a través de acciones que aporten valor añadido a la formación universitaria mediante una formación práctica en empresas que permita atraer y retener talento, mejorar la empleabilidad e impulsar la conexión de la Universidad con el tejido productivo regional.
Para finalizar, el presidente de Extremadura ha hecho referencia en varias ocasiones al prometedor futuro industrial de la región, ¿ve factible superar el déficit industrial con respecto a otras regiones en los próximos años?
La planificación para reducir el déficit industrial de Extremadura es una actividad a largo plazo. La disposición de suelo industrial en localizaciones estratégicas y con las mejores características técnicas, las mejoras en la red de trasporte rodado, la aplicación de la estrategia logística de Extremadura con la puesta en servicio entre 2022 y 2023 de las terminales ferroviarias de Badajoz, Mérida y Navalmoral de la Mata, la mejora de la red ferroviaria de transporte de mercancías, así como la existencia de una legislación autonómica tendente a facilitar la creación de tejido industrial son piezas clave necesarias para el presente y futuro desarrollo industrial de la región.
