La propuesta contradice las recomendaciones de la Comisión Europea y países del centro y norte de Europa, que mantienen que el actual mercado marginalista es el más eficiente para el conjunto del Mercado Eléctrico Único de la UE.
Sin embargo, en opinión del portavoz y presidente de la Comisión de Energía del COIIM, Jaime Segarra, experto en generación eléctrica, “en el actual mecanismo marginalista de formación de precios, en el que la demanda es muy rígida y la oferta está controlada por unos pocos grupos empresariales, la entrada al mercado de ofertantes no es libre y las tecnologías implicadas tienen características muy dispares”.
Según se explica en el citado informe, las disfunciones del mercado marginalista, tanto en lo referente a precios medios anuales pagados a cada tecnología, como en los consiguientes riesgos que suponen para el mantenimiento de una adecuada estructura de generación durante la transición energética, podrían corregirse en gran medida si además de las centrales RECORE (Renovables, Cogeneración y Residuos) -con precios regulados e indexados al precio del gas natural-, no formarán parte del mercado marginalista las hidroeléctricas, excepto las de bombeo, y las nucleares.
Se trata de que la electricidad que producen fuera abonada a sus costes de producción, tasas e impuestos, más una rentabilidad razonable, y su gestión operativa fuera optimizada para minimizar los costes totales de operación del sistema eléctrico. Con ello se evitarían los excesivos beneficios de parte de la generación eléctrica, así como los riesgos de pérdidas económicas y de cierre anticipado de las centrales nucleares por bajos precios futuros.
Para el presidente de la Comisión de Energía, debe tenerse en cuenta que “uno de los principales objetivos del mercado marginalista es que los precios sirvan para orientar las inversiones en nuevas plantas de generación y almacenamiento hacia las tecnologías previsiblemente más rentables.
Sin embargo, ello sólo tiene sentido cuando afecta a tecnologías actualmente comercializables y potencialmente competitivas, como las plantas fotovoltaicas, las eólicas, las de almacenamiento -de bombeo-, los ciclos combinados de gas natural o biometano o, en un futuro, H2. En cambio, las señales de precios que puedan estar recibiendo la tecnología hidroeléctrica o la nuclear por parte del mercado marginalista no van a servir para generar inversiones, por lo que su inclusión en el sistema implica un riesgo elevado de distorsión en la formación de precios”.
En las dos tecnologías mencionadas se debería tener en cuenta que, con esta actuación, simplemente se estaría retomando el marco legal vigente cuando se aprobaron los proyectos de inversión de esas centrales. El Colegio y la Asociación de Ingenieros Industriales harán llegar la próxima semana esta propuesta para la reforma del mercado eléctrico mayorista español a administraciones públicas competentes y empresas del sector.