Así lo confirmó el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, en el transcurso de un coloquio online organizado recientemente por Executive Forum, con la participación de Siemens. El acto llevaba por título “Claves para la industria en una España 5.0”. La noticia sobre este segundo PERTE, aunque sin entrar en plazos ni contenido, la había anunciado el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un foro sobre fondos europeos celebrado en mayo.
El primer PERTE, centrado en el mundo del automóvil, acaba de ver publicada su memoria tras su preceptiva aprobación en el Consejo de Ministros. La convocatoria de este PERTE para las agrupaciones empresariales será publicada “aproximadamente en octubre”, dijo Blanco. Las agrupaciones deberán incluir un mínimo de cinco empresas, con un 40% de ellas pymes, presentes al menos en dos comunidades autónomas y que supongan una inversión mínima de 40 millones de euros.
Blanco también adelantó que su Ministerio en coordinación con el de Agricultura, está trabajando en paralelo en un PERTE agroalimentario. También citó el PERTE naval, “con un proyecto interesantísimo”, liderado por Pymar (empresa que recoge los intereses de pequeños y medianos astilleros), Navantia y Siemens, para la transformación del sector. “Al nivel de textil y todo el ámbito de economía circular también ha habido muchas propuestas y se están trabajando. Sector papel… Otras propuestas como descarbonización de la industria y ahí entran propuestas como la producción de acero verde, hidrógeno, pero no sólo el sector siderúrgico sino también el químico. Todo eso lo estamos trabajando y vamos a ver dónde nos van llevado… En cuanto a otros ministerios estará el PERTE de energías renovables y del hidrógeno, entendemos que será en 2022-2023…”
Con respecto a los planes concretos de fabricación de baterías, elemento esencial en el PERTE de automoción, y de semiconductores, donde se ha detectado un preocupante desabastecimiento, Raül Blanco recordó que Europa perdió terreno con respecto a Asia en 2017-2018 en el sector de las baterías. “La decidida política europea a través de los proyectos de interés común europeo y la política de los Estados miembros harán que en 2024 harán posible que Europa sea el segundo fabricante de baterías del mundo. Eso era impensable hace muy poco. De la misma manera se está actuando en el ámbito de semiconductores. Ya hay en marcha un proyecto de interés común (IPCEI, en inglés) de microelectrónica, donde participa España, por ejemplo, a través de Barcelona Supercomputing Center, y en el entorno de AMETIC, para desarrollar esos semiconductores en Europa” tanto de desarrollo futuro como de producción masiva.
En lo referente a las baterías, un tema muy sensible, el secretario general de Industria y Pyme dijo que la Secretaría de Estado de Comercio está atrayendo inversión extranjera y eso está dando resultados. “Hay muchas empresas que están mostrando interés por situarse en España. Estamos convencidísimos de que va a haber buenas noticias y de que van a llegar pronto. La materialización del PERTE nos da el elemento definitivo. Hay un elemento en la decisión de la fábrica de baterías que es que se sitúa allí donde tenga demanda. En los próximos meses habrá noticias”, adelantó con prudente optimismo
Para José Ramón Castro, director de Digital Industries Siemens, la idea de España 5.0 es aquella “que da un salto social, económico y cultural, donde la tecnología actual y futura se pone a disposición de los ciudadanos, tanto de los consumidores como de los trabajadores, donde se genera mayor o mejor empleo y donde luchamos por una sociedad más sostenible”. “¿Cómo lo vamos a lograr? A través de un Pacto de Estado, fundamental para fortalecer la industria española, para dotarla de esa flexibilidad y eficiencia necesarias para seguir compitiendo en mercados locales como internacionales”.
En esta España 5.0 la tecnología será fundamental, todo basado en la industria 4.0, en la gestión de los datos, a través de esa gestión vamos a ser capaces, dijo, de transformar a muchas industrias a una industria mucho más moderna, más adaptada a los nuevos retos de mercado, que es un mercado en cambio continuo. Esa gestión de datos debe contar con una red potente de comunicación que permita el flujo de datos en el momento correcto para ser hasta 100 veces más rápidos a la actualidad. Eso será clave para incorporar a la industria nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial.
Este plan se compone de medidas a corto, medio y largo plazo. A corto, se debe definir una “estrategia clara y coordinada” y comenzar la transformación digital por aquellos sectores fundamentales para la economía española, subrayó Castro a la audiencia, “como puede ser la automoción, las renovables, alimentación y bebidas, fabricación de bienes y equipos”.
A medio plazo “debemos establecer o regular la incorporación de nuevas tecnologías como el 5G o lo que tiene que ver con ciberseguridad”. A largo plazo, la España 5.0 debe basarse en tecnología de vanguardia, que le permita ser totalmente resiliente y estar preparada para los cambios continuos del mercado. Algunas de esas tendencias, en opinión del directivo de Siemens, son el gemelo digital, que permite visualizar un producto desde el inicio mismo de su diseño hasta su producción real; la Inteligencia Artificial, con un enorme potencial en aplicaciones industriales como la mejora del control de la calidad, la optimización de sistemas, los procesos automáticos, la identificación de riesgos; y el IoT – el Internet de las Cosas – que va a mejorar la eficiencia del mantenimiento, la mejora del producto, optimizará la producción y facilitará el cambio de modelo de negocio en la industria.
Castro insistió en la importancia de contar con un “Pacto de Estado por la industria que permita su fortalecimiento y aumente su competitividad, flexibilidad y eficiencia” y ha añadido “todo ello contribuirá a alcanzar ese porcentaje del 18% del PIB en 2030 para que nuestro país se convierta en una potencia industrial durante la próxima década”. “Si hacemos bien los deberes, el impacto de la digitalización en la industria y en las infraestructuras será de 4.500 millones de euros en 2030, lo que llevaría a la industria a tener un mayor protagonismo en el conjunto de la economía, que es ese reto que tenemos por delante todos, tanto la administración pública como la empresa privada”, enfatizó.
En la misma línea, Blanco afirmó que “queremos avanzar de forma decisiva en ese Pacto de Estado por la Industria, partiendo del consenso alcanzado con agentes sociales y asociaciones empresariales”, sometiéndolo también al máximo consenso parlamentario posible. Así, explicó que ya habido debates con los grupos parlamentarios de los que podrán obtenerse “instrumentos sólidos de futuro”, por lo que confía en que, además de mantener estables unas “líneas claras de política industrial” para los próximos años, se puedan conseguir cambios en el marco normativo, concretamente en el ámbito de la Ley de Industria. “Esto nos daría un marco estable de cara a la próxima década y para renovar el marco normativo que tenemos actualmente”, aseguró.
El alto cargo del Ministerio de Industria significó el hecho de “por primera vez se ha puesto el foco en la política industrial” con un sentido amplio que contempla la digitalización y la sostenibilidad, siguiendo las pautas marcadas por la Comisión Europea. “La política industrial está en el centro del Plan de Recuperación”, explicó, celebrando que “se haya puesto este acento que no existía” y que se hayan puesto tantos recursos a disposición del sector.
En materia de formación, Castro recalcó que la industria privada necesita más mujeres estudiando materias STEM (ciencias, tecnología, ingeniería, matemáticas). Blanco, a este respecto, subrayó que “industria y formación profesional van totalmente de la mano, sobre todo en los nuevos perfiles; es imprescindible definir nuevos perfiles y ciclos formativos”. También será clave la recalificación de las personas, su adaptación a nuevos modelos de producción (del vehículo de combustión al eléctrico conectado. En el sector de la automoción habrá que recalificar durante esta década a cientos de miles de personas para toda la transformación. Eso lleva a grandes planes de formación profesional y de recalificación de personas. Blanco recordó que España firmó un acuerdo con la Academia Europea de la Baterías para formar profesionales. “Queremos que eso sirva desde allá y este año para poner en marcha, junto con la Escuela de Organización Industrial (EOI), que depende del Ministerio de Industria, programas por todo el territorio. Probablemente empecemos en Extremadura, en el ámbito del litio y las baterías.