Según los últimos datos de Plastic Europe en 2020 se recogieron 29,5 millones de toneladas de residuos de plásticos postconsumo en Europa (UE27+3), de ellos un 42% se destinó a valorización energética, un 35% fue gestionada mediante procesos de reciclado y un 23% se envió a depósitos controlados.
Asimismo, el reciclaje de plásticos es un elemento prioritario dentro de la estrategia Europea Green Deal para la transición hacia un mercado europeo verde y circular que va a requerir inversiones e innovación para desarrollar nuevos modelos de negocio para alcanzar los objetivos planteados desde Europa para esta corriente, entre los que destaca alcanzar un 55% de reciclado de los envases de plástico para 2030. Actualmente la Industria Europea tan solo utiliza un 10% de plástico reciclado en sus productos, alrededor de 5,5 millones de toneladas por lo que el margen de mejora es sustancial.
Además, esta corriente de residuos es también prioritaria en la Estrategia de Economía Circular de Euskadi 2030 y el nuevo Plan de prevención y gestión de residuos de Euskadi 2030, que pretenden activar nuevas cadenas de valor a partir de procesos de reciclado y valorización de residuos para Incrementar el uso de materia primas recicladas en un 30% (la industria vasca importa actualmente el 77% de sus materia primas); aumentar la facturación de las empresas hasta los 10.000 millones de euros en productos más circulares, crear 3.000 nuevos puestos de trabajo y reducir un 26% las emisiones de carbono asociadas al consumo.
Así, en Euskadi se han identificado cerca de 640.000 toneladas anuales de residuos plásticos complejos que podrían aprovecharse para la generación de nuevas materias primas y que actualmente no cuentan con una vía de valorización material.
En cuanto al principal objetivo del proyecto es generar una base de conocimientos para desarrollar procesos mejorados de reciclado termoquímico de residuos plásticos complejos. Esta corriente de residuos se genera principalmente en el tratamiento de otros residuos, como los envases ligeros (EELL), los vehículos fuera de uso (VFU), los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).
Debido a las dificultades que plantea su composición y características en los modelos actuales de reciclado, la reutilización de estos residuos plásticos sigue siendo muy baja en comparación con otros materiales como el papel, el vidrio o los metales. Es por tanto un recurso potencial de materias primas que el estado del arte actual no permite aprovechar.
Así, BIRPLAST contribuirá al desarrollo de nuevos procesos para la obtención de materias primas de esta fracción de residuos, mediante su transformación en nuevos plásticos (Plastic2Plastic) y otros productos químicos de alto valor (Plastic2Chemicals), garantizando que los materiales se mantengan en un proceso circular sustituyendo materias primas no renovables en la Industria.
Del mismo modo, BIRPLAST, pretende contribuir a lograr dichos objetivos estratégicos generando además ventajas competitivas para las empresas que conforman el consorcio, mediante las siguientes líneas de investigación industrial: mejora de los procesos avanzados de pretratamiento y separación que contemplan tecnologías de secado y sistemas ópticos y robóticos combinados con algoritmos de Machine Learnig; procesos de valorización termoquímicos mejorados basados en pirolisis, gasificación y solvólisis, incluyendo el control de la calidad de los productos y desarrollo de procesos de purificación avanzados.
También la validación de materias primas circulares obtenidas en los procesos de valorización termoquímicos como polioles, aceites, gases de síntesis, y polímeros para la fabricación de nuevos plásticos y otros productos de alto valor; y evaluación de la viabilidad técnico-económica y escalabilidad de las soluciones propuestas.
Igualmente, el proyecto contempla la investigación industrial en 25 nuevos procesos, 26 nuevos productos y 12 desarrollos susceptibles de patentarse. Los resultados esperados del proyecto son la recuperación de recursos materiales (12,4 millones de euros al año) en forma de residuos con alto contenido plástico.
Además, nuevas soluciones tecnológicas para valorizar residuos plásticos complejos (500.000 t/año); y aumentar la eficiencia de los procesos de separación y clasificación (incrementar un 10% respecto a los actuales) y acoplándola a su preparación para los procesos de pirólisis y gasificación.