El sector químico, dijo, “tiene la llave de todos nuestros retos como sociedad”. Es “muy potente”, el segundo exportador de la economía nacional que destina 2.000 millones de euros a I+D+i. Y es un sector muy transversal: “Somos esenciales para habilitar a otros sectores”, enfatizó el nuevo iTALKER.
“Sin embargo, en España, tenemos un soporte tímido a la industria. Nos falta ese empuje, ese apoyo, para hacer todavía más grande, más potente y más competitiva la industria en general, y la química en particular. Hay una buena base, pero muchos retos por delante”, reconoció.
En este contexto y con las oportunidades que ofrecen la neutralidad climática, la autonomía estratégica y la competitividad industrial, Logroño destacó que Dow Chemical Ibérica posee uno de los tres crackers que existen en España.
Un cracker es una unidad de producción crítica para la autonomía industrial de nuestro país, ya que produce la materia prima con la que se elaboran la mayoría de los polímeros y químicos usados en los productos finales de consumo.
“A nosotros nos gusta pensar en el cracker como un tesoro, pues junto con la industria del cloro, los crackers de etileno y propileno son el punto de partida de la química moderna”, aseguró Logroño.
El directivo subrayó que se puede descarbonizar el cracker más del 90% y “con ello descarbonizaríamos más del 80% del resto de industrias”, favoreciendo el hidrógeno circular y la captura y el almacenamiento de carbono. Para esto, remarcó, “necesitamos apoyo normativo”, para lograr una hoja de ruta con beneficios en la creación de empleo, el impulso a la circularidad y el crecimiento económico sostenible.
Finalmente, insistió en lo siguiente: “Si queremos vivir en una sociedad como la nuestra, necesitamos apoyar a la industria química. Es la llave del futuro. Disfrutemos de la química. ¡Es esencial!