“Necesitamos encontrar técnicos con buenas habilidades sociales y de comunicación, y comunicadores con capacidad de entender cosas que no son sencillas”, resumió. El cruce entre técnicos y humanistas es el punto donde hay que moverse, pero que estos dos mundos se entiendan no es fácil porque incluso hablando los dos en castellano utilizan idiomas diferentes.
A Inogés, ingeniero naval, se le da muy bien expresar ideas-fuerza redondas y eficaces como esta: “Las industrias resolvemos problemas que la mayoría de la gente no sabe que tiene de manera que la mayoría de la gente no puede entender”. O como esta: “Ya no vende el mejor producto o el mejor servicio, sino el que mejor consigue llegar a los sentimientos de las personas”.
El director de Marketing 4.0 e Inteligencia Comercial sintetizó su trabajo, bastante complicado dado que Navantia es una empresa pública al 100%, muy vinculada al sector de la defensa, cuyo comprador final es un gobierno, donde son muy importantes los componentes políticos, por no hablar de los técnicos, financieros legales, operativos, y donde los periodos de maduración de las ofertas son “enormemente largos, unos cinco-seis años de media”, con cambios de interlocutores y tecnología.
Navantia es una constructora naval civil y militar. “Y una de las mejores herramientas que hemos encontrado para buscar ideas y acciones innovadoras es la colaboración interna dentro de nuestra empresa”, dijo Inogés. Así, tienen un grupo de trabajo denominación grupo de innovación en marketing que se reúne una vez al mes, donde encontraron más talento del esperado.
“Para completar las claves del marketing 4.0, falta desarrollar la inteligencia comercial. Es necesario que encontremos y definamos as diferencias entre las ofertas de la competencia. Y para ello es muy importante saber qué quieren o buscan nuestros clientes como conocer nuestra competencia”, agregó.