¿Qué desafíos contempla la nueva movilidad?
La nueva movilidad tiene un carácter vertebrador en nuestro país, y es clave para el desarrollo futuro de la industria y las ciudades. Pone en el centro a las personas, y esa es quizás la clave del cambio de paradigma, porque esos usuarios necesitan un servicio asociado a la movilidad. Los ciudadanos quieren moverse “bajo demanda”, no valoran tanto ya tener un vehículo, sino la libertad de su utilización cuando lo necesitan.
Las nuevas soluciones de movilidad incluyen a todos los medios de transporte disponibles, conectados en la ciudad en cualquier momento. La persona se sitúa en el centro de las decisiones y la inteligencia del dato es clave para satisfacer las necesidades de un cliente informado y con experiencia.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la pandemia que estamos viviendo ha reorganizado ciertas prioridades. Ha exigido que la movilidad apueste por la seguridad; nos ha traído un aumento del uso del vehículo privado que debe ir a menos velocidad, aunque nos movemos menos por teletrabajar más; ha aumentado las medidas de higiene en el transporte público que refuercen la seguridad sanitaria; ha reducido la congestión del tráfico y la contaminación, etc. Se vuelve a hablar de la “Ciudad de los 15 Minutos” en los diseños urbanísticos, una ciudad con distancias hiperpróximas y movilidad activa, que tiene también un impacto en el comercio electrónico y en la movilidad de última milla.
La electrificación y los compromisos de sostenibilidad abren nuevas posibilidades de negocio. ¿Qué considera que deben hacer las administraciones públicas a este respecto?
Se ha avanzado mucho en electrificación en nuestro país, sobre todo en una estrategia de puntos de recarga, gracias principalmente a los esfuerzos que han hecho compañías como Iberdrola y Endesa. Sin embargo, es necesario reforzar esta apuesta y hacerlo a través de una estrategia país, que tenga en cuenta tanto la electrificación en el ámbito industrial y de la fabricación, pero también la fomente en el propio usuario. El cliente todavía no tiene los incentivos necesarios para apostar por un cambio tecnológico de su motorización hacia el eléctrico y desde la Administración se deben crear los programas adecuados que impulsen este cambio, que va a ser gradual. La electrificación está comenzando a desarrollarse principalmente en la gestión de flotas de renting y continuará su avance sobre todo en la ciudad, para pasar a continuación a un desarrollo interurbano que es donde también las distintas administraciones deben poner su atención y foco. La electrificación también debe implicar un cambio en la cultura que tenemos de viajar: requiere más planificación previa del viaje, de manera que el vehículo utilice esa información para optimizar su ruta y crear el desplazamiento con la máxima eficiencia posible.
¿Cómo ve el futuro del coche autónomo? ¿Hacia dónde se dirige este mercado?
El coche autónomo crea nuevas palancas de avance para la industria de automoción, pero para llegar a él hay que dar pasos en el I+D+i mediante los avances en el vehículo conectado. Esto supone fabricar piezas, componentes e infraestructuras neutras que se conecten en todas las geografías, el llamado V2X (Vehicle to Everything), que permite que el vehículo y las infraestructuras estén conectadas a través de sensores, señales, antenas, edificios, conectando el vehículo a todos los elementos de la ciudad.
Si somos capaces de desplegar esta conectividad en España, llevarla más allá de los laboratorios y de los centros de experimentación, nos va a servir para anclar las fábricas a nuestro país, especialmente a través de motorizaciones sostenibles eléctricas, híbridas, de pila de hidrógeno y de baterías eléctricas.
El ecosistema innovador de la movilidad conectada va a favorecer a diversos grupos de sectores, como la automoción, la energía, infraestructuras, telecomunicaciones, logística, telcos, renting, seguros y medios de pago, pero requiere una colaboración continua y una apuesta conjunta de desarrollo.
¿Se está contemplando en su justa medida la problemática de ciberseguridad del coche autónomo?
La ciberseguridad en el coche autónomo es básica. Para ello es clave vigilar last tendencias, la regulación, tanto a nivel internacional y divulgar sobre ello. Es adecuado crear una gobernanza de seguridad que esté atenta a los riesgos, audite los ataques, forme y conciencie a al sector que está impulsado este vehículo. La estrategia segura para llegar a esa autonomía es prevenir, detectar y dar una respuesta adecuada a los incidentes que surgen, a las vulnerabilidades de los sistemas y hacerles un correcto seguimiento. En particular, los riesgos principales que va a traer el coche autónomo son los relacionados con el robo de información personal, el robo del propio vehículo, la interrupción de las conexiones, la manipulación de los sistemas críticos de seguridad, vulnerabilidades en las APPs, falta de actualizaciones y parches, vulnerabilidades criptográficas, etc. Hay un trabajo vasto en materia de seguridad que hacer, sin duda.
Puedes seguir en directo el foro “La nueva movilidad entra en boxes” de Grant Thorton, Fundación Ibercaja y Mobility City en el siguiente enlace: https://www.grantthornton.es/especiales/la-nueva-movilidad-entra-en-boxes/
