De esta forma, el Gobierno catalán ha incrementado un 30% la dotación inicial de esta convocatoria, que partía con 23 millones de euros. Este refuerzo presupuestario permitirá movilizar a una inversión total de 163,49 millones de euros. Las ayudas beneficiarán a 175 empresas, consolidarán 18.000 puestos de trabajo ya existentes y permitirán crear 1.150 nuevos.
La línea de ayudas de nuevas inversiones industriales, gestionada a través de la Dirección General de Industria (DGI), se enmarca en el Pacto Nacional para la Industria 2022-2025. El Gobierno ha trabajado para conseguir que la industria siga actuando como un motor para el conjunto de la economía del país, para mejorar su competitividad, resiliencia y valor añadido, y reforzar aún más su internacionalización.
“Reindustrializar Cataluña ha sido la prioridad absoluta de este Govern”, ha asegurado el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent y Ramió. Y ha añadido que “el esfuerzo presupuestario y de gestión para hacer posible la resolución de estas ayudas en tiempo récord son la muestra más palpable”. El conseller ha explicado que el objetivo de las ayudas es “fortalecer el tejido industrial en Cataluña haciéndolo más sostenible y digitalizado” y, a la vez, “creando empleo de calidad”. “En definitiva, estas ayudas generan más prosperidad compartida con empresas arraigadas en el territorio”, ha concluido.
La principal derivada de esta línea de ayudas, más allá de los proyectos concretos, es un aumento del tamaño de las empresas beneficiarias, una prioridad también del ejecutivo para dotar de mayor robustez al tejido productivo. Cabe destacar que en la convocatoria de 2024, y en contexto de sequía provocada por la emergencia climática, se ha introducido como criterio de valoración que las inversiones acrediten una reducción del consumo de agua del proceso productivo.
El Govern abrió el pasado mes de abril la línea de ayudas de proyectos de inversiones productivas y ha resuelto en sólo dos meses, en un tiempo récord, la convocatoria. El objetivo ha sido poder incluir las ayudas en el marco temporal establecido por la Unión Europea para paliar los efectos de la guerra de Ucrania, que finalizaba este 30 de junio, logrando así un mayor efecto incentivador por proyecto. De esta forma, las empresas catalanas beneficiarias podrán seguir optando a otras convocatorias de ayuda que se rigen por el reglamento general de mínimos.