“España ha hecho los deberes”, dijo la ponente, quien enumeró los factores que hacen que el hidrógeno verde esté de moda: las preocupaciones medioambientales, la demanda de proyectos verdes, la demanda de proyectos de movilidad y la disminución de los costes en las energías renovables.
El hidrógeno es un indudable factor energético; no en vano es el elemento químico más común en el universo. Pero el hidrógeno debe ser verde y no gris que es el que más se emplea hasta ahora en la industria. El gris no es plenamente limpio.
¿Qué nos ofrece el hidrógeno?, se preguntó López-Tola. Una de sus propiedades importantes es la energía específica de su combustión. Su valor es de 120 megajulios por kilogramo en comparación con 50 MJ/kg del gas natural o con 44,6 MJ/kg del petróleo. Además, es el único combustible que no emite gases sino agua.
Con respecto a las aplicaciones del hidrógeno, la vicedecana del COIIM subrayó su uso por la industria química y metalúrgica. También incidió en su papel para el almacenamiento y el transporte de energía con perdidas muy bajas.
España, remarcó, tiene una ventaja infraestructural con el desarrollo del transporte por tubos. “La red de hidrógeno es una palanca de integración de los mercados europeos”, estimó López-Tola. Uno de los desafíos clave, indicó, es escalar los proyectos y superar los desafíos térmicos pues el hidrógeno es un gas altamente volátil que debe ser presurizado y licuado.
El hidrógeno verde es una oportunidad histórica, enfatizó la nueva iTALKER. “España puede ser líder mundial en hidrógeno verde. Tenemos el Sol, la tecnología, las empresas líderes, el mercado y el paraguas europeo”.
