Santacruz añade que el acuerdo “ofrece un marco de seguridad para las empresas que quieran invertir en el sector”. A falta de la concreción que conlleve el desarrollo legislativo del acuerdo, las líneas maestras que se han podido conocer hasta el momento refuerzan el papel de los acuerdos privados PPA y de los contratos de diferencia (CfD).
Estos últimos permitirán a los estados miembros adquirir energía de tecnologías como la nuclear, la hidráulica y la cogeneración para garantizar la seguridad del suministro. Además, el acuerdo prevé impulsar los mecanismos de capacidad orientados al almacenamiento de la energética, básicos para el desarrollo de las energías renovables.
Asimismo, este acuerdo alcanzado refuerza el papel de la Comisión Europea en el diseño de políticas energéticas conjuntas.
Por su parte, el director del Foro Industria y Energía, apunta que “es muy importante que Europa avance unida y en consenso hacia la soberanía energética”.