¿Qué importancia tienen los procesos de certificación en una empresa industrial?
Tradicionalmente, los procesos de certificación en la empresa industrial estaban orientados a un modelo business to business de la relación entre empresas. En esta dimensión, las empresas usan la certificación para demostrar a otras empresas su capacidad y alineamiento real con lo que el mercado considera buenas prácticas. De hecho, para muchas grandes compañías es necesario que un proveedor esté certificado para trabajar o realizar servicios con él; como pasa, por ejemplo, con la UNE-EN ISO 9001 de Sistema de Gestión de la Calidad. Lo mismo sucede en muchos concursos públicos.
Asimismo, la certificación viene siendo un pasaporte para abrir nuevos mercados, tanto internos como externos. La certificación es un elemento característico de las economías desarrolladas, que facilita las relaciones y que las hace más rápidas y más eficaces, porque se basa sobre un entendimiento sobre bases comunes. Permite evitar el oneroso peaje de la “no confianza”.
Por otro lado, cada vez tienen más importancia las certificaciones para demostrar el compromiso con hechos y con valores que son importantes para la sociedad, como son todos los aspectos relacionados con el ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza). Cada vez más empresas basan su diferenciación competitiva en demostrar un compromiso diferencial y claro con los valores de la sociedad. Y, por su parte, la sociedad, cada vez demanda más a las empresas que sean parte de la solución de los grandes problemas y que compartan sus valores. En este escenario, según el último Edelman Trust Barometer, el 63% de la población mundial aboga por marcas con las que comparten valores o creencias. Una afiliación que se traduce en comportamientos como compra, disposición a trabajar para esa organización, recomendación ante terceros, etcétera.
Por último, cabe destacar los importantes beneficios a nivel interno, pues una certificación contribuye a aumentar el orgullo de pertenencia entre la plantilla de una compañía. Además, el hecho de que un tercero independiente pase a auditar la situación de la implantación de una norma concreta de manera periódica, tiene un beneficioso ‘efecto examen’ que hace que no se baje la guardia.
¿Considera que existe la suficiente concienciación al respecto en España?
En España hay un nivel de concienciación alto, pues somos la séptima economía del mundo por número de certificaciones ISO 9001 y la quinta por número de certificaciones ISO 14001 de Sistema de Gestión Ambiental. Un dato aún más notorio si tenemos en cuenta el tamaño del parque empresarial español.
Esto se da sobre todo cuando hablamos de empresas grandes y medianas. Sin embargo, aún queda camino que recorrer para la mejora entre las pymes, especialmente en las pequeñas, pues para ellas, la certificación puede suponer un esfuerzo distinto al de las grandes compañías. Aunque sin duda en España contamos con no pocas pymes que son referentes mundiales en su campo.
Las pymes han de tener en cuenta que los posteriores beneficios podrían llegar a ser incluso mayores para ellas que para las grandes. La razón principal es que la implantación de una norma es el consenso del mercado sobre cómo abordar ciertos aspectos; por ello, seguir esta hoja de ruta y certificar el proceso supone un ahorro en la curva del aprendizaje; además para las empresas menos conocidas es una inmejorable carta de presentación.
La certificación es importante abordarla con rigor y seriedad, para obtener todos los beneficios que ésta nos puede brindar. Para ello, debe haber ambición en que los procesos mejoren la competitividad de la compañía. Los auditores de AENOR ponen todo su esfuerzo en que las compañías obtengan el máximo retorno de la inversión que realizan en los procesos de certificación.
¿Cómo se va a abordar esta temática en el Congreso Nacional de Industria y Pyme?
Muchas de las empresas que asistirán al Congreso ya están certificadas y tienen la experiencia de mejora que supone una certificación, en múltiples campos.
La presencia de AENOR tendrá lugar en tres vías distintas. Por una parte, el CEO de AENOR, Rafael García Meiro, compartirá su visión en la mesa de CEOs sobre el Net Zero. Por otra, habrá una mesa en la que diversas organizaciones y empresas hablaremos del reto de la descarbonización, que además es un campo en el que estamos trabajando con cada vez más compañías de todos los tamaños.
Por último, también participaremos en una mesa sobre la importancia de la formación como vía esencial de retención de talento en los perfiles tecnológicos, a través de nuestra directora de Transferencia del Conocimiento, Susana Lozano.
¿En qué sectores industriales está especializado AENOR?
AENOR abarca todos los sectores industriales. Buena parte de las certificaciones, de hecho, tienen una vocación multisectorial, por ejemplo, la mencionada UNE-EN ISO 9001 de Sistema de Gestión de la Calidad; así como otras certificaciones de salud y seguridad laboral, ambientales, de compliance, la de índice de buen gobierno corporativo… En definitiva, muchas de nuestras certificaciones son aplicables a multitud de empresas independientemente de su tamaño o sector. Esta línea predominante de trabajo, está alineada con nuestro propósito “Contribuimos a la transformación de la sociedad, creando confianza entre organizaciones y personas”. Dicho propósito, se cumple plenamente cuando la transformación -por ejemplo, la gestión de una compañía conforme con valores como el Buen Gobierno o la Igualdad- es aplicada por una masa crítica de organizaciones, suficiente como para afirmar que se ha implantado esa transformación.
También existen industrias con líneas de certificación específicas. Especialmente, la del automóvil, la aeroespacial o la agroalimentaria que tienen referenciales que apelan específicamente a las particularidades de dichos sectores.
¿Se está empezando a generalizar la certificación en materias como la igualdad y la sostenibilidad en las empresas industriales?
Definitivamente, sí. Principalmente en el campo de la sostenibilidad, desde un enfoque ESG. Como es lógico y siguiendo la línea de la sociedad, la fuerza principal está en las certificaciones ambientales. Se combina la certificación de la gestión ambiental global, con certificaciones dirigidas a potenciar campos específicos como la economía circular, como residuo cero, certificaciones que apelan al problema del cambio climático, como la ISO14064 de huella de carbono; u otras como la de gestión de huella hídrica, de eficiencia energética, certificaciones forestales, marca AENOR de edificio sostenible, etc.
En el campo social hay certificaciones más horizontales, como contribución a los ODS o aquellas dedicadas a la contribución en la responsabilidad social, y otras dirigidas a focos concretos como la de organización saludable, de gestión de accesibilidad, de accesibilidad universal o accesibilidad web, de compromiso con la inclusión de los mayores… Cada vez se extiende más la denominada sostenibilidad 360º; para que la sostenibilidad sea real e integral debe abacar una doble dimensión: por un lado, que sea ESG; y, por otra parte, que se aplique a toda la cadena de proveedores.
En el campo de la igualdad, se abren camino certificaciones de igualdad de género o de igualdad retributiva.
¿Qué tipo de formación demandan las empresas industriales de AENOR?
Una formación tanto en áreas de trabajo de certificaciones especializadas como pueden ser calidad, seguridad o medioambiente, como en otras áreas más transversales y generales, tales como las que apelan al enfoque ESG.
En AENOR somos un centro de referencia en la formación especializada en los ámbitos que trabajamos y somos muy respetados por toda la comunidad empresarial. Nuestra formación se dirige, principalmente a tres perfiles. El primero sería a personas que se van a incorporar al mercado, con poca o ninguna experiencia y se forman a través de cursos de especialización o programas máster.
En segundo lugar, tenemos a aquellas que ya están dentro de ese mercado, con el fin de mejorar o potenciar su especialidad, como puede ser, mediante la actualización de campos en que ya conocen, por ejemplo, atendiendo a nuevas versiones de normas, como podría ser la ISO 27001 de Gestión de la Seguridad de la Información. Y, por último, pero no por ello menos importante, nos dirigimos a aquellas personas que tienen un área de especialidad, pero desean reciclarse profesionalmente.
