En los últimos cuatro años, la AVI ha financiado cerca de 70 solicitudes de apoyo para el desarrollo de soluciones innovadoras como la producción de alimentos más saludables, el aumento de la flexibilidad y la seguridad en la producción de alimentos y el impulso de la agricultura de precisión.
Asimismo, los distintos agentes del sistema de innovación colaboran en el desarrollo de nuevas tecnologías para la detección temprana de plagas, tratamientos más eficaces y sostenibles contra estas; alimentos e ingredientes con efectos beneficiosos para las personas, nuevas vías para la valorización de residuos del campo, envases más sostenibles que retrasan la fecha de caducidad o sistemas optimizados para el control de patógenos en las líneas de producción, entre otros proyectos.
Además, Ainia, centro tecnológico especializado en agroalimentación, ha recabado ayudas por un valor superior a los 1,3 millones de euros para la ejecución de ocho iniciativas de innovación, según ha detallado la secretaria general de la Agència. Del mismo modo, Ainia trabaja en el desarrollo de nuevos sistemas de detección de defectos en envases alimentarios o en la obtención de ingredientes funcionales a partir de residuos agrícolas, al tiempo que participa, a su vez, en proyectos para la valorización de salmueras o en el diseño de un asistente robótico orientado al diagnóstico de cáncer en dermatología, destacó Estrella.
La jornada ha contado con la contribución de representantes de las empresas Cleanity y Grupo Gimeno para exponer distintos casos de éxito en los que este instituto colabora de forma activa con otros agentes del sistema de innovación. Dichos representantes son Alexandre Martínez, responsable de proyectos de Cleanity; Rubén García, técnico de I+D del Grupo Gimeno; Cristina del Campo, CEO de Ainia; Eduardo Viana, jefe del Servicio de Cooperación del Sistema Valenciano de Innovación; y Andrés Pascual, director de innovación de este centro.