Asimismo, el informe explica que desde la década de 1950 la inteligencia artificial ha ido evolucionando progresivamente. “En la actualidad el desarrollo de la inteligencia artificial avanza a gran velocidad, alimentado por una creciente disponibilidad de datos. Este desarrollo permite la automatización de tareas rutinarias, la asistencia en la toma de decisiones o incluso la propia toma de decisiones en múltiples campos, desde el sector financiero, los seguros, la medicina, la gestión de stocks, la comercialización o la gestión de recursos humanos”.
Por ello, Rita González, directora nacional de Randstad Learning, ha comentado a industry TALKS que “la evolución del empleo en el sector industrial se ha caracterizado por la automatización de tareas repetitivas, la digitalización de procesos y la demanda creciente de habilidades técnicas avanzadas. La colaboración hombre-tecnología se ha vuelto esencial, con una transición hacia roles más especializados en mantenimiento y gestión de sistemas automatizados. La formación en habilidades digitales, gestión de datos y seguridad en la interacción con tecnologías avanzadas es crucial para los trabajadores en este entorno dinámico”.
En este sentido, el estudio muestra que las últimas tendencias de inteligencia artificial “dan un salto cualitativo histórico al permitir la creación de contenidos, visuales o verbales, permitiendo nuevas aplicaciones que van desde el diseño a la atención al cliente. Chat GPT, Synthesia, DALL·E 2 o Copilot son solo algunos ejemplos de estas nuevas herramientas”.
Del mismo modo, según los datos del INE mostrados en dicho informe, el porcentaje de empresas que emplean tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) en España asciende al 9,6% y alcanza el 40,7% entre las grandes empresas.
Así, Rita González ha comentado que en cuanto a la incorporación de la inteligencia artificial en empresas industriales “se observa un enfoque en la gestión predictiva y eficiente de la cadena de suministro. La IA ha transformado el diseño de productos mediante herramientas asistidas por esta tecnología. Destaca también la importancia de la formación en seguridad, subrayando la necesidad de que los empleados comprendan las implicaciones y salvaguarden la seguridad de los sistemas de IA. En este contexto, la formación continua se presenta como un pilar esencial para capitalizar las oportunidades y afrontar los desafíos de la evolución tecnológica en el sector industrial”.
Por otro lado, cabe señalar que, según el estudio, el 5,6% de las empresas en España ha considerado utilizar tecnologías de IA, pero no lo ha hecho por varias razones. Entre ellas, la principal razón ha sido la falta de conocimientos especializados relevantes en la empresa (un 41,8% de los casos). La segunda razón ha sido los costes de la inteligencia artificial (36,4% de los casos). Las dificultades con la disponibilidad o calidad de los datos necesarios o la falta de claridad sobre las consecuencias legales siguen la lista (25,7% y 24,4% respectivamente). La falta de utilidad de la inteligencia artificial en la empresa solo representa un 5,2% de los casos. Por lo tanto, “la falta de talento es el principal obstáculo a la implementación de la IA en España”, ha concluido el estudio.
Pero como suele suceder con las nuevas tecnologías, siempre se plantean dudas. El informe ha analizado los riesgos que puede conllevar la inteligencia artificial: “Podría evolucionar hacia niveles de desarrollo que nadie, ni siquiera sus creadores, podría entender, predecir o controlar de manera fiable. Además, se podría hacer un uso malintencionado para fines ilícitos, o un uso discriminatorio”.
El estudio también avisa de que la IA “opte por un método destructivo para lograr un fin constructivo, haciendo daño a las personas, o que se desarrolle de manera no alineada, buscando objetivos diferentes al bienestar humano para el que inicialmente fue creada.
En cuanto a generar empleo, el informe matiza que “hasta ahora la inteligencia artificial no está destruyendo empleos”. De hecho, ha puntualizado que “el salto a la IA generativa, que permite la creación de contenidos, amplía considerablemente el potencial de automatización de tareas y con ello del reemplazo de trabajadores, especialmente de los más cualificados, incluyendo sectores como finanzas, medicina, ingeniería o derecho. Esto podría suponer una reducción o destrucción de empleos en algunos sectores, pero también un crecimiento en otros sectores. La IA puede abaratar los costes y permitir un salto a una producción masiva en algunos sectores, creando empleo, puede generar un ahorro de costes que se destine al consumo en otros sectores, o la creación de nuevos empleos relacionados con la IA. Hasta ahora los empleos cualificados crecen mucho más que los no cualificados”.
Robots en las empresas
Randstad señala que en España al 8,3% de las empresas utiliza algún tipo de robot, cifra que asciende al 26,3% entre grandes empresas. Entre las empresas que utilizan robots, “el 82,2% utiliza robots industriales”. Es por eso que el estudio ha analizado en qué sectores industriales los robots resultan más útiles.
De cara a un futuro, Randstad prevé que la mitad de los operarios de la industria manufacturera “trabajarán con robots a lo largo de esta década, configurando y adaptando el funcionamiento de robots a través de interfaces intuitivas, guiando al robot como desempeñar una tarea o corrigiendo su funcionamiento para favorecer su aprendizaje a través de algoritmos basados en inteligencia artificial. Para ello serán necesarios conocimientos para interactuar con los robots a nivel de operario, como fundamentos básicos de los robots, uso de software, coordinación de robots, inicio y apagado o pautas de seguridad. Esta formación no es muy extensa, pudiendo ser adquirida en uno o pocos días”.
Transición medioambiental
Otro de los debates que surgen es si es compatible el uso de estas nuevas tecnologías con los objetivos de sostenibilidad. El informe señala que “los empleos verdes suponen el 14% del total en España, y a día de hoy crecen de manera similar al conjunto del mercado de trabajo. Sin embargo, se estima que la creación de empleo verde se acelerará comparado con el resto de sectores a medida que se aceleran los compromisos climáticos, y que en España crecerá más rápido que en la UE. Este crecimiento tendrá lugar especialmente en los sectores estratégicos para la transición verde”.
Por lo tanto, la transformación energética “generará empleo en el sector de renovables, el de ahorro y eficiencia y en redes y electrificación. Además, favorece una reducción de las importaciones de combustible. El ahorro en la factura energética supondría una generación indirecta de aproximadamente 118.000 empleos al año en 2030”.