REPORTAJE

¿Qué oportunidades ofrece el U-space al mundo de la industria?

El Gobierno español, más particularmente el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), reconoce el “extraordinario progreso del sector de las aeronaves no tripuladas (UAS) a nivel global” y prevé “una transformación completa del sistema de transporte aéreo tal y como se conoce hoy en día”, una transformación que va a tener grandes implicaciones en el mundo de la industria. La pregunta del millón es cuándo se producirá ese cambio radical y cuál será su alcance.

A este respecto, en los últimos años, Europa -y España- vienen trabajando en el desarrollo de un sistema que permita gestionar el tráfico de UAS, popularmente conocidos como drones, de manera automatizada e integrada con la aviación tripulada. Este concepto es lo que se ha denominado U-space.

El crecimiento exponencial del sector de los drones y la consolidación de sus numerosas aplicaciones y servicios han generado la necesidad de extender sus operaciones a zonas del espacio aéreo transitadas por la aviación tripulada con el consecuente reto de su integración en el sistema de transporte aéreo actual de forma segura, eficiente, sostenible y rentable.

Estos importantes avances y el crecimiento del número de las operaciones de los UAS han puesto de manifiesto, tanto a nivel europeo como nacional, la necesidad de disponer de un sistema para la gestión segura y eficiente del tráfico de aeronaves no tripuladas que permita su completa integración en el sistema del transporte aéreo actual. Así nació U-space, el sistema que se está desarrollando de forma coordinada en Europa para encargarse de la gestión del tráfico de drones dentro del espacio aéreo.

Para gestionar de forma coordinada y eficiente la implantación del U-space y sus servicios, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y ENAIRE, la entidad pública adscrita al MITMA que es el principal proveedor de servicios de navegación aérea y de información aeronáutica en España, elaboraron el Plan de Acción para el Despliegue del U-space (PANDU).  Publicado en 2022, el PANDU ha sido diseñado bajo el liderazgo de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) y con la colaboración del Ministerio de Defensa.

“U-space es la digitalización del espacio aéreo para vehículos autónomos conocidos como drones”, dice a industry TALKS Carlota Bettremieux, cofundadora del Clúster SIAM (Clúster Español de Movilidad Aérea Innovadora).

En su primera fase de implantación, el objetivo principal de U-space, asegura Bettremieux, es que los operadores de drones puedan realizar sus operaciones en los espacios aéreos U-space de manera automática, segura y coordinada. En un futuro, en una siguiente fase de implantación, la meta es que también puedan integrarse en el sistema las aeronaves de despegue y aterrizaje vertical, que son conocidas en el mundo aeronáutico como eVTOL, que viene del inglés Electric Vertical Take-Off and Landing.

“Hay una gran cantidad de oportunidades para la industria”, confiesa. Para la industria, en el entorno de los drones, estamos viendo que una gran cantidad de empresas de distinto índole se pueden ver beneficiadas y que están empezando a interesarse, añade. Ya sean de agricultura, para hacer control de sus cultivos o hacer regadíos; ganaderos, para controlar sus animales; en el sector de los transportes, para controlar la puntualidad o la batería de sus vehículos situándose encima de ellos. También son útiles para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado como la policía, pues los UAS pueden contribuir en el control de manifestaciones o en la búsqueda de personas. Sin olvidar que los vehículos VTOL ofrecerán transportes más rápidos de pasajeros.

Imagen del futuro desarrollo del U-space en un entorno urbano.

“Los drones ofrecen un servicio muy transversal”, resume Bettremieux. “Y va a tener un impacto importante en la industria”, pronostica.

Los drones tienen muchas ventajas. Integran todas las nuevas tecnologías habilitadoras, tanto de telecomunicaciones (5G) como de nuevos materiales (composites) y desarrollan aplicaciones a bajo coste. Son muy útiles en operaciones sucias (dirty), rutinarias (dull) y peligrosas (dangerous).

“El U-space aplicado en el mundo industrial posiblemente permita que se realicen operaciones con UAS que a día de hoy nos parecen imposibles”, considera, por su lado, Javier Espuch, Chief Business Development Officer (CBDO) en Embention, una firma dedicada a fabricar autopilotos y aviónica para eVTOLs y drones de nueva generación.

“Las aplicaciones son miles. Son robots en el aire con diferentes sensores y actuadores. Las combinaciones son infinitas”, argumenta José Ignacio Rodríguez, director general de Bluenest, una compañía que diseña vertipuertos, las instalaciones o “taquillas logísticas o médicas” donde aterrizarán y despegarán los drones.

Rodríguez pone varios ejemplos prácticos:  la entrega de repuestos en Vigo, donde Citroën tiene una planta, se haría mucho más deprisa con un dron que con una furgoneta que tiene que bordear la ría. “En puertos son muy útiles para ahorrar tasas de atraque”, explica. Lo mismo pasa con la industria farmacéutica y los hospitales para la distribución de medicamentos. O con el servicio premium de determinadas empresas de paquetería.

La carga de drones multicópteros y con paracaídas, que pesan 20 kilos, suele ser de unos tres kilos para ser transportada a 20 kilómetros de distancia en línea recta, es decir, recorridos cortos. Algunos modelos eléctricos ya alcanzan los 100 kilómetros, muy interesantes para transporte interinsular. “La tecnología ya está preparada, pero los reguladores no quieren tener ningún accidente. Están muy cautos para ganar la aceptación social”, asume Rodríguez, quien no ve un desarrollo rápido para los núcleos urbanos. 

“En Europa pensamos más en la seguridad que en el negocio o en las vidas que puede salvar”, afirma. En países no europeos, como Emiratos Árabes Unidos, adelanta Rodríguez, habrá a partir del año que viene operaciones con pasajeros. En China, se han permitido, hace cinco años, vuelos con pasajeros sin certificar la aeronave, acumulando miles de horas de vuelo. “Aquí, el regulador pide evidencias que todavía no se han producido y los seguros son prohibitivos”.  La fabricación de aeroestructuras suele ser china, mientras que la contribución europea se concreta en el desarrollo del software y la sensórica.

Para Juan Carlos Bajo, CEO de Ampell Consultores, una compañía asesora especializada en el sector, a la industria le va a favorecer el hecho de que puedan volar más aeronaves y con menos permisos y autorizaciones, fomentando la agilidad en las operaciones. “Con el U-space se van a reducir los plazos”, declara, “y se va a poder operar en mejores condiciones”.

“Creo que los plazos de la Unión Europea son demasiado justos pues, en teoría, este año ya podríamos volar con U-space. Vamos retrasados. Como mínimo vamos a tener que esperar uno o dos años para que podamos tener un principio de uso, más allá de proyectos piloto”, aclara Bajo. “Aquí hay un desarrollo tecnológico muy importante, que exige muchos recursos y hace que no tantas industrias quieran entrar a gestionar el U-space”, dice el consultor.

Bajo maneja la cifra de 11.000 pilotos, 11.000 empleos directos dentro del sector en España -250.000 en Europa-, un número que no incluye las empresas de consultoría como Ampell o las plantas de fabricación u otras actividades. Pero admite que esas estimaciones se están quedando cortas, a pesar de un intrusismo creciente. Otro dato: en 2023, solo en Madrid capital, volaron 14.000 drones, lo que está mejorando, en su opinión, la paulatina aceptación social. 

El U-space es “una herramienta de digitalización y automatización”, “una pequeña burbuja de espacio aéreo”, explica Bettremieux, integrada en la denominada Movilidad Aérea Innovadora (IAM, por sus siglas en inglés), una movilidad que, según las autoridades europeas en la materia –la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA)–, engloba todas las actividades relacionadas con los drones. Eso incluye la Movilidad Aérea Urbana, esto es, el transporte de pasajeros y de carga en ciudades y pueblos. Dicho de otra manera, dentro de la Movilidad Aérea Innovadora no todo tiene que operarse en U-space. “Todavía no está definido si todas las operaciones eVTOL van a tener que ser en U-space o serán gestionadas por otros servicios de control aéreo”, subraya. De esa manera, se instaurarán espacios aéreos U-Space en los todos los países europeos adheridos a esta regulación.

El icono máximo de esta movilidad aérea urbana es el aerotaxi, un nuevo modelo de transporte intermodal, eficiente y autónomo, capaz de reducir el tráfico por carretera, cumpliendo los requisitos irrenunciables de confort y seguridad.    

Desde el Clúster SIAM, impulsarán la llegada de estas operaciones a España, generando un ecosistema de trabajo innovador y multidisciplinar que integre a todos los agentes.

En España ya se está trabajando en el U-space de A Coruña y Benidorm. Esas dos ciudades están probando U-space dentro del proyecto U-elcome, gestionado por Eurocontrol, donde participan tres clústeres, uno de ellos español, para comprobar sobre el terreno que el sistema efectivamente funciona, realizando demostraciones de vuelos coordinados.

Prueba del U-space realizada en el puerto de A Coruña por el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG).

El espacio aéreo de Benidorm fue el escenario, el 1 de diciembre de 2023, de un ensayo de U-space. La prueba pionera consistió en validar el sistema de U-space de ENAIRE en la conocida ciudad turística alicantina en la que participaron, de forma simultánea y coordinada, 27 aeronaves dirigidas por operadores de vuelo. “No hubo ningún incidente”, declara a este medio digital Paco Albero, responsable de Operaciones de la Unidad Aérea de la Policía Local de Benidorm. Después de la validación, llegarán las pruebas de certificación.

El sistema tiene que ser escalable para que empresas como Amazon o UPS, por ejemplo, puedan repartir sus paquetes, que vuelen los drones de la policía, que trabaje el operador que está haciendo fotos o grabando una película, que haya taxis aéreos autónomos.

¿Por qué en Benidorm? “Porque ofrece muchas facilidades de espacio aéreo. Esto es una carrera”, responde Albero. “La infraestructura de ENAIRE no es la única en Europa que quiere certificarse”, agrega. Además, ENAIRE es una empresa público-privada, “que quiere ganar dinero”. El primero que pueda vender un sistema certificado de U-space ganará más que el último. Porque el sistema se valida y certifica en Benidorm para poder ser utilizado en cualquier ciudad europea dado que cumplirá con los requisitos de la Unión Europea, de EASA, la Agencia Europea de Seguridad Aérea, que permiten el vuelo masivo de drones en entornos urbanos. “El problema es que las carreras en aeronáutica van muy lentas”, explica el policía local.

Benidorm reúne características idóneas para realizar estas pruebas de vuelos, siendo una ciudad con rascacielos, es decir, con grandes concentraciones de edificios y personas que generan interferencias, WiFis, rebotes de señales, lo que hace que la navegación autónoma sea muy complicada.

“Tenemos una amplia trayectoria desde 2019, con proyectos europeos”. La primera autorización para hacer vuelos urbanos en escenarios complejos como los denomina AESA se produjo en Benidorm, según Albero, quien también reconoce una buena “aceptación social” entre los habitantes de la localidad marítima. Es muy importante “que los vecinos no vean esto como una amenaza, porque tenemos la suerte de que los vecinos llevan viendo volando los drones desde 2016”; en la actualidad la Policía Local de Benidorm cuenta con cinco unidades que también hacen horas de vuelo. Eso también hizo posible que ENAIRE optara por Benidorm. Albero considera que los drones son “una herramienta espectacular” para encontrar personas en el mar. “A partir de ahí le fuimos sumando usos y casos de éxito”, recuerda.             

Pero, ¿cuáles son los retos a los que se enfrenta el U-space? La regulación es el más relevante, pues el marco jurídico suele ir por detrás del avance tecnológico y su aplicación. Hasta ahora existen tres reglamentos de ejecución de la Comisión Europea (2021/664, 2021/665 y 2021/666, de abril de 2021), donde se regulan los servicios que debe aportar el U-space en aquellas zonas que se determinen. “La tecnología va por delante. Ya hay proveedores de servicios U-space que pueden ofrecerlos como manda la regulación, pero ahora entramos en un periodo de certificación. Y eso lleva un tiempo. Por lo menos uno o dos años”, reconoce Bettremieux. “No es un obstáculo; es una garantía de seguridad, porque el mundo aéreo es el más seguro, donde menos accidentes hay”, sostiene ella.

 “El U-space se enfrentará a desafíos regulatorios, tecnológicos y sociales, debido, en gran medida, a que se trata de un concepto innovador. Respecto a los desafíos tecnológicos, el U-space implica una serie de servicios basados en un alto grado de digitalización y automatización, a lo que se añade el hecho de la falta de estándares que permitan definir mejor qué tecnologías pueden usarse. En este sentido, para que el U-space siga adelante, hará falta tecnología que cumpla con las certificaciones aeronáuticas pertinentes”, estima el CBDO de Embention.

Todo el sector espera, muy ansioso, la aprobación de un nuevo Real Decreto que actualice el marco regulatorio de operaciones. Ese paso esencial lleva un retraso de meses. Incluso de años. Lo más probable es que, finalmente, el documento sea aprobado por el Consejo de Ministros el próximo martes 4 de junio, y publicado en el BOE quince días después. Ese Real Decreto sentará las bases del U-space.  A partir de entonces, ENAIRE propondrá a AESA que le conceda un volumen de U-space, cuyos requerimientos y procedimientos estarán previsiblemente en el Real Decreto. Esa es la primera ficha de dominó que se tirará de un recorrido largamente montado por los actores del ecosistema. Habrá más volumen de vuelos, más posibilidades de negocio, más interés en contratar operaciones con drones…

El esperado anuncio gubernamental coincidiría, además, con el arranque de la feria UNVEX, que llega este año a su novena edición. UNVEX se celebra del 4 al 5 de junio en la Fira de Barcelona, congregando a expertos, empresas e instituciones relacionadas con los drones y los sistemas no tripulados.

La aprobación del Real Decreto significaría que antes de que acabe este año se podría empezar a certificar el sistema. El procedimiento necesitará de un numero de horas de funcionamiento sin fallo para ser certificado, como exigen las normas aeronáuticas habituales. Una vez certificado el procedimiento, se pasará a certificar a los proveedores de servicios, el segundo escalón, proveedores de libre competencia, con sus propias tarifas, empresas que actuarán como coordinadores entre la infraestructura y el usuario final.     

Otro desafío, en realidad también vinculado a la regulación, opina Bettremieux, apunta a la falta de conocimiento del usuario final a la hora de pedir autorizaciones de vuelo para realizar operaciones con drones. “No todo el mundo está familiarizado con el mundo aéreo y menos un operador particular. Por eso desde el clúster SIAM buscamos acercar el sector a la población; ayudar en la concienciación social sobre lo que va a implicar la llegada de estas nuevas tecnologías a la sociedad. También aportarles conocimiento para gestionar sus operaciones”.

SIAM busca impulsar esta industria mediante la cohesión de los diferentes agentes del sector (operadores, fabricantes de aeronaves, diseñadores de espacio aéreo, constructoras, diseñadores de los futuros vertipuertos) para que exista un ecosistema de trabajo conjunto que avance de la mano. “Faltaba cohesión entre los diferentes agentes”. La primera iniciativa de SIAM, nacido en enero de 2024, fue un workshop de vertipuertos, aquellas instalaciones portuarias que en el futuro darán cabida a los drones y eVTOL. El workshop reunió a más de 60 empresas.  

En este sentido, ¿no hay todavía cierta reticencia en la percepción social hacia los drones que son vehículos autónomos, afectando ello al desarrollo del negocio?  “Es muy importante concienciar a la población” sobre la seguridad del sistema, insiste Bettremieux.  “En el U-space todos los drones van a funcionar de manera automática y los que no lo hagan estarán obligados a ser visibles, excepto los de operaciones especiales (policía)”, subraya.  “Va a ser más seguro que una carretera donde operen coches autónomos”, opina. “Existe mucha reticencia porque existe mucho desconocimiento”.

El quid de la cuestión, la pregunta del millón, el reto de los retos es la rentabilidad del modelo de negocio que puede generar el U-space, en particular, y por extensión la revolución de los drones. Mucho va a depender de las tarifas que pida ENAIRE a los proveedores de servicios y lo que estos cobren a los usuarios finales, es decir, a los consumidores.

La incógnita es que se está gestando un sistema de enorme potencial, pero del que todavía se desconoce su futuro, su viabilidad económica, porque una de las reglas del U-space es que no puede ser subvencionado por los poderes públicos y debe ser autofinanciado.

Bajo, de Ampell Consultores, señala el factor del coste del uso del U-space. “Si es útil pero el coste se dispara, no será práctico para la industria”, sostiene. “¿Cómo será de operativo el sistema para el operador? ¿Les será rentable o no? La relación de facilidad de uso y costes va a definir el éxito” del sistema, hace hincapié Bajo. 

Albero piensa y espera que el U-space será rentable para la industria, “que vengan las empresas a Benidorm y alquilen naves y oficinas, y den trabajo”. 

Pero no todos son tan optimistas como él. El presidente de la recién creada Asociación Nacional de Pilotos de Drones (ANPD), Alejandro Gómez, no ve “un gran futuro” en el U-space, porque “la tecnología tiene unas limitaciones”, concretamente habla de la poca autonomía de los aerotaxis, y porque el marco regulatorio y jurídico que se está creando en España “está frenando” el tema, debido al “conflicto de intereses de los actores”.

Desde ANPD, que cuenta con más de 4.000 socios pilotos, defienden la especificidad de los drones como una herramienta integral que puede tener muchos usos, no el simple pilotaje como una profesión. 

“Si se hiciera bien, el U-space sería interesante, pero debería hacerse con un acceso equitativo para todos y que no acabase en un conjunto de oligopolios”, opina Gómez para quien el Real Decreto en ciernes no va a cumplir las expectativas que tienen ni la gente ni la industria.

Modelo de aerotaxi fabricado por la empresa china eHang.

Desafíos de la industria de drones

  • Necesidad de actualizar el marco legislativo que regulan las operaciones
  • Promoción de la seguridad aérea
  • Desarrollo de nuevas infraestructuras como vertipuertos o hubs de drones
  • Implementación de los drones en los flujos de transporte
  • Fomento del uso civil
  • Escalabilidad de la Movilidad Aérea Urbana
  • Sostenibilidad
  • Integración de tecnología habilitadoras como Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia Artificial o realidad aumentada
  • Fomento e implementación del U-space.
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