Estos cinco sectores en Andalucía dan empleo a más de 61.500 personas, generan una cifra de negocio agregada superior a los 14.400 millones de euros y afectan a más de 12.700 locales y empresas industriales, según datos aportados por la región.
El presupuesto conjunto con el que contarán estos planes asciende a 49 millones de euros, y serán gestionados por la Consejería de Política Industrial y Energía. Así, pretenden movilizar inversiones privadas por el valor de 216 millones desplegando las 200 iniciativas concretas que contemplan.
Además, informan que todos los planes han sido acordados con los agentes económicos y sociales más representativos, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), y las organizaciones sindicales UGT y CCOO, también siendo diseñados con las principales asociaciones y entidades de cada sector, superando la treintena de participantes.
Madera y mueble
El plan de cadena de valor de la madera y el mueble andaluz se orienta a “fomentar el aprovechamiento eficaz y sostenible de los recursos naturales” así como de conocimiento para el uso de la madera en la fabricación de muebles y en la construcción y rehabilitación de edificios.
Plantean acciones con el objetivo de reforzar la actividad en las fábricas, así como una demanda responsable con cuatro objetivos: “El fomento de la cultura y uso de la madera”, la “búsqueda de una alta productividad, competitividad y sostenibilidad ambiental”, también promocionar productos, procesos y capital humano, así como la “expansión comercial e internacional”.
Para ello contempla la puesta en marcha de un total de 38 iniciativas, para los que el Gobierno autonómico “apostará siete millones de euros” con el fin de movilizar una inversión privada de 34 millones de euros.
Química básica y aplicada
El Plan enfocado en este sector químico se dirige al fomento de productos químicos y agroquímicos, pinturas, barnices y tintas, o detergentes, entre otros. Para ello, contempla 45 iniciativas con el objetivo de movilizar inversiones por valor de 44 millones de euros, con una aportación pública de 10 millones de euros.
El impulso químico andaluz busca una “productividad, competitividad y desarrollo tecnológico”, que este basado en su diferenciación por su eficiencia productiva y de calidad, la sostenibilidad de las actividades “aprovechando su carácter básico” para el resto de sectores.
Industria metalúrgica
Este plan aspira a que tanto la producción de metales como la fabricación de productos mejoren su productividad a través del “desarrollo tecnológico, y la innovación”, para conseguir una “mayor integración de la cadena de valor” cuyo punto de partida la industria extractiva de metales.
El plan parte de una “evidencia” de oportunidad de apostar por la “digitalización, a través de la automatización y robotización de procesos”, estableciendo una relación entre la sostenibilidad y el crecimiento del sector. Para ello, se centra en la búsqueda de la neutralidad de las emisiones CO2, fomento de la economía circular, mejora de la eficiencia energética y el aprovechamiento de las energías renovables, según informan.
Este sector contará con 10 millones de euros, para un total de 36 iniciativas con el objetivo de movilizar inversiones por 44 millones de euros.
Industria para edificación
Incluye actuaciones que promuevan una edificación “inteligente, sostenible e industrializada” y que a la vez este alineada con el resto de los planes en cuanto a edificación: “Cemento, piedra y mármol o madera”.
El plan tiene como objetivo la integración vertical de las empresas que forman parte del nuevo mercado de edificios ecosostenibles industrializados, así como la integración horizontal de la empresas que intervienen en los distintos procesos. Los objetivos giran en torno al entorno, la transición de los sectores tradicionales de materiales y servicios, la producción industrial y promoción del talento competitivo.
Reúne un total de 47 iniciativas, con 10 millones de euros de financiación, con el fin de movilizar 44 millones de euros de inversiones.
