La IA está transformando las industrias, constató el ponente. “Y el año pasado ha quedado patente con el advenimiento de tecnología de IA generativa; la gente se ha dado cuenta de que esta tecnología puede adaptarse a cualquier industria y mejorar significativamente los procesos”.
“En el fondo lo que queremos conseguir es que la operación en fábrica sea lo más autónoma posible, es decir, que el rol de la persona pase de ser un simple operario a ser capaz de analizar datos, de prescribir estrategias y de diseñar esos sistemas de gestión de la automatización de la fábrica”, manifestó Tapia.
La mayoría de las empresas están atravesando la frontera entre la industria 3.0 y la industria 4.0 con el objetivo de llegar al último punto que es la respuesta autónoma. ¿Cómo se consigue esa meta? Los principales desafíos son tres. El primero es la inversión en hardware (sensores, medidores, servidores…) y software. Otra barrera, para el representante de TUPL, es que el personal de fábrica no está acostumbrado a utilizar estas herramientas nuevas, lo que provoca una “limitación técnica”. Y finalmente, existe un choque cultural.
Para romper la barrera cultural, en su opinión, es preciso apostar por el empoderamiento del personal técnico, es decir, que se adapten a estas tecnologías y herramientas. Y una de las fórmulas son las tecnologías no code, que permiten de una forma sencilla convertir una idea en algo práctico sin tener que programar códigos informáticos. “Eso es fundamental”, porque, además, democratiza el desarrollo de la IA y acelera el proceso de implementación.
En este escenario ,el propio personal de la factoría, motivado y alineado con la visión ejecutiva del cambio, implanta los modelos, los entrena y ve el valor de la reducción del trabajo rutinario.
Y yendo un paso más, se llega a la fábrica del futuro donde imperan los sistemas autónomos que ajustan sus procesos de producción en línea. “Eso ilustra el potencial de la automatización”, declaró Tapia a la cámara.
“Esto que os estoy contando no es ciencia ficción”, indicó al final de su parlamento. “Y desde mi punto de vista va a ser clave para poder reindustrializar Europa”.