TECNOLOGÍA MADE IN SPAIN

M2F y SERNAUTO lanzan una iniciativa para presentar las capacidades de la industria automotriz española

La plataforma tecnológica española de automoción y movilidad (M2F) y la asociación de proveedores de automoción (SERNAUTO) han presentado la iniciativa denominada “Tecnologías Automoción Made In Spain. Camino hacia la autonomía estratégica”, que consiste en la celebración de ocho encuentros entre expertos y periodistas para profundizar en otras tantas áreas del ecosistema de la industria automovilística, desde los sistemas de propulsión eléctrica a la formación, pasando por la fabricación inteligente o la movilidad conectada y autónoma.

La primera prioridad estratégica presentada ha sido la del área de los sistemas de propulsión eléctrica. En meses venideros, hasta noviembre, las dos entidades promotoras reunirán a expertos en los siguientes temas:

  • Sistemas de propulsión con combustibles neutros en carbono y vehículos híbridos.
  • Movilidad conectada, cooperativa y autónoma.     
  • Espacio interior.
  • Estructuras más ligeras, seguras y sostenibles.
  • Fabricación inteligente.
  • Talento.
  • Sostenibilidad.

Al abrir el desayuno de prensa a modo de introducción, Cecilia Medina, coordinadora de M2F y gerente de Innovación y Talento de SERNAUTO, ha destacado que la plataforma tecnológica reúne a 250 entidades y 450 participantes, y se ha convertido en un polo de referencia de I+D+i dentro del mundo de la automoción y la movilidad.  La plataforma ha creado una guía de trabajo común, llamada “agenda de prioridades estratégicas” con la meta de generar una estrategia-país alrededor de esta industria tan importante para España.

En cada una de las áreas o prioridades estratégicas existe un coordinador y un líder o colíder. La lista comprende empresas y entidades tan destacadas como Bosch, Tecnalia, CIDETEC, BeGas, Renault, Antolín, NAITEC, Gestamp, Mondragón o la Universidad de Deusto.

Roberto Hernández, responsable de Subvenciones Públicas y Asuntos Gubernamentales de Bosch, e iTALKER desde mayo de 2021, ha desgranado los objetivos del grupo de trabajo de sistemas de propulsión eléctrica, que precisamente coordina Bosch. “Queremos ser referentes a nivel europeo en conocimiento, capacidad de desarrollo y fabricación de los componentes”, dijo. Los objetivos planteados son los siguientes:  

  1. Incrementar la competitividad generando conocimiento en el diseño y fabricación de componentes clave
  2. Investigar y desarrollar tecnologías clave para adquirir un posicionamiento estratégico
  3. Abordar el diseño y la fabricación de los componentes del sistema de propulsión eléctrica, con especial énfasis en las baterías, teniendo en cuenta la sostenibilidad medioambiental.
  4. Apostar por la sostenibilidad social, tanto en el desarrollo de nuevas capacidades y el fomento del talento, como en la recualificación y formación continua de los empleados.
  5. Fomentar la cooperación a nivel regional y nacional dentro del ámbito de la I+D+i.
  6. Reforzar el posicionamiento de la industria española en cadenas de valor críticas, especialmente en la fabricación de baterías, desde el minado y la fabricación de celdas hasta la segunda vida y el reciclaje.
  7. Investigar y analizar la fabricación de celdas de baterías.
  8. Arrastrar el ecosistema de proveedores de soluciones tecnológicas, maquinaria especializada, ingenierías de integración para que esas inversiones reviertan en las empresas españolas con tecnología propia.

Como ha manifestado Hernández, los retos tecnológicos que plantea el tren motriz también son significativos:

  1. Mejora de la eficiencia global del sistema de propulsión eléctrica.
  2. Mejora del packaging y la integración de los componentes.   
  3. Reducción del coste, peso y volumen de los motores eléctricos.
  4. Sistemas de electrónica de potencia compactos, robustos y altamente eficientes.
  5. Enfoque holístico de la gestión térmica del vehículo eléctrico.
  6. Arquitecturas de control y funciones de gestión energética avanzadas.

Óscar Miguel, director de CIDETEC Energy Storage, ha profundizado en los sistemas de almacenamiento de baterías. En este sentido, MIguel ha insistido en que “España tiene una gran oportunidad para convertirse en un polo de referencia de fabricación de baterías”, porque “además hay una base tecnológica e industrial absolutamente alineada con ese objetivo”.

Los principales retos tecnológicos relativos a baterías citados por Miguel han sido los siguientes:

  1. Desarrollo de nuevas tecnologías y materiales para baterías: litio ion, sodio ion, electrolito sólido, anode free o supercondensadores.
  2. Diseño y fabricación de baterías: desde celdas hasta paquetes completos, teniendo en cuenta flexibilidad y escalado.
  3. Ingeniería de baterías: sistema electrónico de gestión (BMS), gestión térmica, seguridad.
  4. Conceptos avanzados de recarga e interoperabilidad: carga rápida, inteligente y bidireccional, Vehicle to Grid (V2G).
  5. Economía circular de las baterías: ecodiseño, reparación, segunda vida y reciclaje → Battery Passport.
  6. Herramientas de modelado, digitalización y gemelos digitales a lo largo de toda la cadena de valor.

A continuación, ha tomado la palabra Asier Martínez, responsable de Mercado de Movilidad en Tecnalia, para explicar la oportunidad que supone para España el desarrollo de sistemas de generación eléctrica embarcada con hidrógeno. El vehículo de pila de combustible (FCEV) es una posible opción para vehículos pesados (camiones o autobuses). Los desafíos actuales son los costes y la infraestructura de abastecimiento de combustible; además de los límites operativos de la propia pila de combustible, ha indicado el experto.

En cuanto a los principales desafíos tecnológicos ha citado:

  1. Pilas de combustible de mayor fiabilidad y ciclo de vida, mediante la inversión en I+D+i en tecnología electroquímica de las pilas y los sistemas de control de estado de salud de la misma.
  2. Sistemas de pilas de combustible de menor coste, desarrollando tecnología de fabricación automatizadas, la digitalización y la estandarización.
  3. Aumento de la eficiencia del sistema de pila de combustible, trabajando en la gestión térmica.
  4. Mejorar el análisis del ciclo de vida de los sistemas de pila de combustible, disminución de la presencia de materiales críticos, y reciclaje al finalizar su vida útil.
  5. Integración de sistemas de monitorización continua para la detección de fugas.
  6. Formación de técnicos especialistas para el correcto mantenimiento y reparación de los vehículos.

En el apartado de red eléctrica y estaciones de intercambio de baterías, el representante de Tecnalia ha hecho hincapié en que el paulatino despliegue de la infraestructura de carga es una oportunidad para desarrollar tecnología nacional y capacidades en diseño, desarrollo, homologación y fabricación de cargadores de vehículo eléctrico de diversas potencias y capacidades.

En este sentido, “la tecnología V2G es una forma de sacar mayor beneficio del vehículo eléctrico”, dijo el representante de Tecnalia, pues permite convertir toda la flota de vehículos que disponga de esta capacidad en un nuevo vector de acumulación de energía cuando la generación de energía en la red proviene de fuentes renovables.

Martínez también se ha referido a la carga por inducción, tanto estática (vehículo parado) como dinámica (en movimiento). “Son tecnologías en desarrollo, con proyectos demostradores en marcha, que pueden tener su aplicación en circunstancias concretas y a la que la industria debe prestar atención”. Y se ha referido asimismo al intercambio de baterías en estaciones qu puede tener sentido para aplicaciones concretas como, por ejemplo, una flota de vehículos ligeros.  

Para finalizar, los expertos han subrayado que, teniendo en cuenta todo lo que se está haciendo, “España está preparada para ser un referente en electrificación y dispone de la capacidad necesaria para convertirse en un hub de movilidad eléctrica”, pero han coincidido en que es fundamental una estrategia-país que incentive la tecnología y cree un contexto económico, político y social estable, así como en la importancia de impulsar la colaboración público-privada y una política industrial fuerte para mantener el ritmo de las inversiones, facilitar las burocracias y aprovechar las oportunidades, siempre bajo el principio de neutralidad tecnológica para que se tengan en cuenta todas las tecnologías disponibles.

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