AIMPLAS, European Bioplastics, TotalEnergies Corbion, Novamont, Corbion, Sulapac y Kaneka, están entre los 20 socios que se han unido para desarrollar e implementar “Un nuevo plan europeo para soluciones de revalorización de bioplásticos circulares”, bajo la dirección de la University College Dublin y el BiOrbic Bioeconomy SFI Research Centre.
El proyecto tiene como objetivo demostrar el impacto de obtener polímeros reciclados en aplicaciones de alto valor añadido. A escala demostrativa y en un entorno operativo real se abordará el reciclaje efectivo y eficiente de tres tipos de bioplásticos: PLA, PHA y composites.
AIMPLAS coordinará el Hub Español que se centrará en la clasificación, reciclaje mecánico y reciclaje enzimático de bioplásticos. Además, AIMPLAS caracterizará y validará los materiales reciclados finales obtenidos en el proyecto. En este sentido, Pablo Ferrero, investigador líder en Biotecnología en AIMPLAS, ha señalado que “la principal ambición del Hub Español es demostrar la viabilidad de reciclarbioplásticos a través de diferentes tecnologías, asegurando su calidad para el reprocesamiento”.
Además, Pablo Ferrero, ha comentado para industryTalks que «a nivel de retos importantes en el reciclaje de bioplásticos generalmente hablamos de dos retos. Por un lado, está el reto de la separación del resto de residuos. A pesar de que existe tecnología para identificar y clasificar los plásticos biodegradables de aquellos que no lo son, en las plantas de separación y tratamientos de residuos los bioplásticos biodegradables no son separados del resto, debido al escaso volumen que tienen frente al resto de materiales plásticos».
«Por otro lado, está el reto de la calidad final del material reciclado, ya que, en muchos casos, estos materiales ya están parcialmente degradados, lo que repercute directamente en la calidad en cuanto a propiedades físico-mecánicas que los productos finales deben tener, por lo que a la hora del reciclaje mecánico debe de aditivarse y en ocasiones mezclarse con material virgen para alcanzar unas propiedades del material adecuadas. En este sentido, debido a esta problemática se están desarrollando otros métodos de reciclaje alternativos como el reciclado químico y biológico, que incluye tanto el reciclado enzimático como microbiano, en los que el material reciclado tiene propiedades idénticas que los materiales vírgenes», ha añadido.
Asimismo, ha declarado que «en el proyecto ReBioCycle se van a utilizar las tecnologías de reciclado mecánico, reciclado químico, enzimático y microbiano. Estas diferentes tecnologías en primer lugar se van a optimizar y posteriormente escalar hasta escala piloto. El impacto que tiene cada una de ellas depende de las variables de operación en las que el proceso sea óptimo. Por ejemplo, si un proceso necesita mayor temperatura de operación para alcanzar una calidad adecuada del material reciclado, repercute directamente en un mayor requisito energético y mayor impacto ambiental. Por lo que hasta que no estén definidos los parámetros óptimos para el reciclaje de los materiales bioplásticos biodegradables es difícil estimar el impacto ambiental de cada una».
«En este sentido, durante el proyecto ReBioCycle se utilizará la metodología de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) para determinar el impacto ambiental de cada técnica de reciclaje, por lo que es una pregunta que podremos responder con claridad cuando se optimicen los parámetros de cada tecnología y conforme avance el proyecto, ya que, actualmente, se encuentra en una fase temprana de desarrollo», ha concluido.
Jan Pels, CTO y director general de TORWASH, líder del hub holandés, indica que actualmente “las tecnologías de reciclaje disponibles para el reciclaje de plásticos biodegradables son limitadas, pero con este proyecto vamos a hacerlas ampliamente disponibles. Queremos que nadie pueda afirmar que no se puede hacer el cambio a plásticos biodegradables porque no se pueden reciclar”.
El profesor Kevin O’Connor, coordinador del proyecto, espera que “ReBioCycle escale y demuestre tecnologías de reciclaje de plásticos biodegradables de base biológica: los plásticos biodegradables de base biológica pueden mantenerse en el ciclo de materiales durante el mayor tiempo posible a través de tecnologías de reciclaje innovadoras, demostrando así que los plásticos biodegradables de base biológica al final de su vida útil pueden ser utilizados en la bioeconomía circular”.
ReBioCycle verificará las especificaciones industriales de los propietarios de marcas de biopolímeros. También propondrá un portafolio de tecnologías de reciclaje de bioplásticos y demostrará, a través de flujos de datos, la efectividad de las tecnologías propuestas, su viabilidad económica y su posible integración a escala industrial, demostrando que los plásticos biodegradables son totalmente reciclables y revalorizables. Finalmente, se realizará un análisis de la calidad final del material para confirmar la calidad de los materiales reciclados desde un punto de vista funcional.
Gerrit Gobius du Sart, Científico Corporativo de TotalEnergies Corbion, ha indicado que “la industria de los bioplásticos tiene la responsabilidad de preservar el valor del material, para minimizar nuestro impacto en el medio ambiente. Valorizar los residuos de PLA como materia prima para el reciclaje químico o mecánico es una enorme oportunidad”.
El proyecto resultará en una hoja de ruta sobre el estado del arte del reciclaje de bioplásticos, para proporcionar una contribución directa a varios planes de acción y estrategias europeas, como la Estrategia de Bioeconomía, el Plan de Acción de Economía Circular y también la futura Regulación de Envases y Residuos de Envases.
Hasso von Pogrell, director general de European Bioplastics, ha afirmado que “European Bioplastics cree firmemente que una Estrategia de Bioeconomía de la UE debería ser una prioridad máxima para salvaguardar la fortaleza de nuestras industrias europeas. Esto solo es posible con una fuerte colaboración entre todas las partes interesadas, más apoyo político y avances tecnológicos. Este proyecto es un ejemplo sobresaliente de esta colaboración y traerá grandes avances en el reciclaje de bioplásticos”.
El proyecto ReBioCycle ha recibido 7,5 millones de euros de financiación de la Circular Bio-based Joint Undertaking (JU) y sus miembros en el marco del Programa de Investigación e Innovación Horizonte Europa de la Unión Europea bajo el Acuerdo de Subvención No. 101156032. La JU recibe apoyo del Programa de Investigación e Innovación Horizonte Europa de la Unión Europea y del Consorcio de Industrias de Base Biológica.
