De hecho, el volumen de ventas por empleado es el más bajo desde que se recopilan datos en 2005, lo que aumenta el coste laboral por unidad vendida. Tanto las pequeñas como las medianas empresas enfrentan caídas en la productividad, siendo del 1,9% en las pequeñas y del 3,1% en las medianas. A pesar de una leve recuperación en el beneficio bruto por asalariado desde finales de 2022, este se mantiene un 2,6% por debajo de los niveles de 2019 y al menos un 8,6% inferior en comparación con trimestres entre 2005 y 2010.
Asimismo, el tamaño medio de las pymes ha crecido en el periodo pospandemia, lo que tiende a mejorar la competitividad, ya que las empresas más grandes generalmente son más competitivas. Sin embargo, la rentabilidad ha mostrado una variación nula en general, con un leve incremento para las medianas y una caída para las pequeñas.
Centrándonos en el sector industrial, la productividad de las pymes industriales en 2024, según los datos del INE, también tiene una tendencia negativa con una reducción interanual del 2,3% en el segundo trimestre de este año, según los datos del INE. Esto indica un deterioro continuo en el volumen de ventas por empleado. Asimismo, la productividad es un 1,7% inferior a la del mismo período de 2019 y se sitúa por debajo de los niveles observados en cualquier trimestre entre 2016 y 2019, así como en el período 2005-2012.
Actividad
Las empresas medianas tuvieron un mejor desempeño que las pequeñas, con un aumento en el número de asalariados del 2,9%, alcanzando un récord de más de 9,3 millones de empleados. Sin embargo, el crecimiento del empleo superó al de las ventas, lo que sugiere una caída en la productividad.
A pesar de que las ventas de las pequeñas empresas crecieron un 5,2%, aún son inferiores a los niveles de 2019. En cuanto al número de empresas, las medianas aumentaron un 4,5%, mientras que las pequeñas solo un 0,4%. Por lo que, aunque hay signos de mejora, persisten desequilibrios entre el crecimiento de ventas y empleo, especialmente en las pequeñas empresas.
Costes
Los precios de la energía y productos intermedios han disminuido, lo que ha llevado a una estabilización de los costes operativos en comparación con el año anterior, aunque aún son un 18,3% más altos que en 2021. Este estancamiento rompe una serie de cuatro descensos interanuales. Las pymes medianas han experimentado una caída del 0,7% en sus costes, mientras que las pequeñas han visto un aumento del 0,4%.
En cuanto a los costes laborales, aunque se ha moderado su crecimiento, sigue siendo alto en comparación con la década anterior. Las pequeñas empresas han tenido un incremento mayor en sus costes laborales, impulsado por el aumento del salario mínimo. En el segundo trimestre de 2024, la brecha salarial entre pequeñas y medianas empresas se ha reducido. Los precios de bienes intermedios y energía han caído, pero aún son significativamente más altos que en 2021 y 2019.
En general, los costes de insumos han aumentado un 31,1% desde 2019, lo que refleja una presión significativa sobre las pymes. Los precios de los servicios también han mostrado un aumento, aunque hay variaciones significativas entre diferentes sectores.
Crédito bancario
Durante el segundo trimestre de 2024, los tipos de interés para nuevas financiaciones bancarias a pymes descendieron, situándose en un promedio del 4,81%. Sin embargo, este nivel es 36 puntos base superior al del año anterior. Las pequeñas empresas pagaron un 4,91% y las medianas un 4,71%. A pesar de la reciente reducción, los tipos han aumentado en 3,2 puntos porcentuales en comparación con 2022, marcando la cuarta subida interanual consecutiva más significativa desde 1980.
Se espera que posibles reducciones en los tipos de referencia del BCE mejoren las condiciones de financiación, pero la brecha entre los tipos pagados por las pymes y el euríbor sigue siendo baja, lo que podría amenazar futuros incrementos. Las pequeñas empresas enfrentan una diferencia en los tipos de interés más elevada en comparación con las medianas.
En cuanto a la captación de nuevos préstamos, las pymes obtuvieron 43.600 millones de euros en el segundo trimestre, un aumento del 6,7% interanual. Esto indica una recuperación en la demanda de financiación tras un periodo de caídas. A pesar de la mejora, los nuevos préstamos están aún por debajo de los niveles de 2019. Las nuevas operaciones de crédito representaron el 15,4% de las ventas interiores de las pymes, un incremento respecto al mínimo del 14,6% en 2022, pero aún lejos del 18,5% previo a la pandemia. Para alcanzar esos niveles, se necesitaría un aumento significativo en los nuevos préstamos
Solvencia
El número de concursos de pymes sigue en aumento, alcanzando 2.467 en el segundo trimestre de 2024, cifra similar a la del trimestre anterior y la más alta desde 2013. En total, se registraron 5.044 concursos en la primera mitad del año. Los concursos aumentaron un 18,6% en empresas pequeñas, mientras que las medianas vieron una reducción del 10,8%. Aunque el periodo de cobro de facturas se redujo ligeramente a 79,5 días, el esfuerzo financiero relacionado con la deuda comercial aumentó un 18% interanual, alcanzando 2.740 millones de euros.
Sin embargo, hay un aspecto positivo: el endeudamiento de las pymes ha disminuido, con un ratio del 86,1%, un descenso de 2,2 puntos porcentuales respecto al año anterior. Las pequeñas empresas tienen un ratio de 69,9%, mientras que las medianas alcanzan el 105,9%. Aunque la reducción del endeudamiento es común a ambas, los niveles son diferentes. A pesar de la mejora en la solvencia, las pymes enfrentan un desafío constante por el aumento de concursos y el esfuerzo financiero relacionado con la deuda.