La innovación es “poliédrica”, ha dicho Riesgo, es decir, que existen muchos modelos de éxito que funcionan. “El modelo del ecosistema del espacio puede que no funcione en otros ecosistemas”, ha remarcado la secretaria general.
Para conseguir que el modelo funcione, en opinión de ella, es preciso que se den una serie de premisas. La primera condición es “tener inteligencia” y eso se saca de la colectividad y sus visiones diferentes y complementarias. La segunda es “escuchar mucho” a los demás para sacar conclusiones. También resultan fundamental el establecimiento de enlaces” y “asumir riesgos”, aunque esto último suene paradójico
Esto es nuestro futuro, ha subrayado Riesgo, porque sin la innovación no se entiende la salud, ni los servicios, ni la autonomía estratégica. La innovación es distinta y transformadora, ha añadido. “Nuestra vida depende de esto”, ha indicado la ponente.
Finalmente, ha enfatizado la necesidad de tomar la iniciativa desde los territorios y el Gobierno central, fomentando iniciativas que pueden parecer pequeñas, pero teminan siendo muy importantes.
El Innovation Room es uno de los cinco espacios con que cuenta Transfiere junto con Science Room, Research Center, Ágora y Andalucia Knowledge. En el Innovation Room se desarrollarán ponencias sobre ecosistemas regionales de innovación, sobre transferencia de conocimiento, sobre el dato, sobre nuevos modelos y convexiones entre sistemas y sobre centros de negocios, entre otros temas.
A Riesgo la ha acompañado en la inauguración Marina Villegas, directora general de Investigación e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid, la segunda región que más invierte en innovación después del País Vasco. Villegas ha hecho una rápida radiografía del ecosistema madrileño de innovación, detallando sus características, así como la financiación, los clústeres que lo componen.
Villegas ha reconocido que les preocupa el momento, no muy lejano, cuando se acaben los fondos europeos, los famosos Next Generation EU.