La elección del tema abordado en el webinar se debe a “los elevados precios de la electricidad que afectan de forma directa a los costes de las empresas y llegado hasta tal punto para su supervivencia”, señalaba el experto Alfredo Rozaléz, presidente de clúster de automoción de Madrid MCA.
Por su parte, Marta Carnero, responsable de Medioambiente, Energía y Calidad de AECIM, destacaba la manera de identificar los equipos donde mejoran la eficiencia energética “selección de áreas de modelo, investigación de los equipos que están comprendidos en el área, mediciones, análisis, contramedidas -teniendo en cuenta la mejora de la eficiencia energética o el momento de la emisión- estandarización y expansión horizontal”. “No hablamos de reducir los consumos en un día o dos, sino en un régimen de trabajo amplio”, continuó Carnero, “es muy importante no sólo identificar los equipos, sino medir, ya que si no lo mides, no existe.
Según un estudio de Orkestra, existen soluciones tecnológicas maduras para mejorar la eficiencia energética. La experta de AECIM señalaba que para superar esta situación deberán resolverse cuatro retos tecnológicos, financieros y regulatorios tales como “el impulso de nuevas tecnologías limpias y eficientes; el desarrollo de nuevos esquemas y productos de financiación de inversiones en eficiencia energética; priorizar y asignar los recursos disponibles, públicos y privados; e innovar en nuevos procesos y modelos de negocio”. Así, “la agilidad regulatoria es importante para reducir la eficiencia energética”, afirmó.
La descarbonización permitirá reducir el consumo energético, obtener un mayor ahorro económico a corto plazo, mejorar la imagen corporativa (RSC) y acceder a ciertas licitaciones con limitaciones medioambientales, argumentaba Alejandro Ramírez Esteban, de EDF Fenice Services Iberica.
“La sociedad está orientada a un proceso de descarbonización”, señala Ramírez, “el objetivo es que en 2050 las emisiones sean negativas”, Asimismo, “las inversiones PNIEC totales para lograr los objetivos del plan alcanzan los 241.412 millones de euros entre 2021 y 2030”.
Del mismo modo, el experto hacía hincapié en otro de los objetivos principales como la dependencia energética: “Somos excesivamente dependientes de la economía y la geopolítica”, indicaba, “el autoconsumo renovable nos permite ser más independientes”, la unión de las cuatro medidas “eficiencia, renovable, circular y compensación” nos podría llevar a ser independientes en el CO2.
“La energía del futuro va a ser descarbonizada, descentralizada, digital y democratizada”, para ellos nos debemos basar en un ciclo de mejora continua “evaluar, reducir y compensar con medidas medioambientales”, comentaba el experto de EDF Fenice.
Por su parte, Juan Rafael López Vizcano, representando a la compañía Stellantis Villaverde, comentó que “pretendemos que en 2030 toda nuestra industria este descarbonizada”, para descarbonizar “hemos presentado cuatro proyectos para sustituir el gas natural como fuente de energía en electricidad”. En cuanto a las acciones en la planta para reducir el consumo, “hemos invertido 5,5 millones de euros para reducir la eficiencia energética y gas natural, a través de la instalación de variadores de frecuencia en motores, salas de bombas, grupos de aporte, torres de refrigeración y equipos de climatización, compra de electricidad verde, etcétera”. En cuanto al gas natural, las medidas implantadas han sido “calefacción por quemado de gas directo, módulos radiantes en diversas áreas, renovación de calderas de la cental térmica, TTS verde, gama corta de pintura, mejora del aislamiento térmico en edificios”, destacaba López Vizcano.
Asimismo, indicó diversos ejes estratégicos “reducción de las emisiones CO2 de los vehículos, avanzar hacia un sistema industrial eficiente en carbono y mejora del impacto medioambiental de la cadena de suministro y de la logística, optimizando los planes de transporte y las cargas”.
Además, señaló razones de cambio tales como “aumento de la producción de vehículos; cambios en los procesos de pintura, representando la mayor parte del consumo de energías de las plantas, como el desarrollo de la goma corta con una etapa menos de secado y reduciendo así el consumo de energía; el tratamiento superficial de níquel (TTS verde) también creó más eficiencia energética; gestión energética, que se centra en la reducción de pérdidas de energía en los periodos de no producción y la siguiente etapa consiste en desarrollar soluciones para reducir el consumo durante los periodos de fabricación”. Por ello, el experto narra las principales acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero “la autoproducción de energía verde mediante la instalación de paneles solares fotovoltaicos, compra de energía de origen renovable y mejora del rendimiento energético”.
En cuanto a la industria 4.0 y los ejes de trabajo señalaba tres “eficiencia (procesos y calefacción, se pretende que en 2030 se este por debajo de los 300 KWh/veh); digital (gestión de energía desde el punto de vista digital y los procesos); y Green factory (ejes de trabajo como la fotovoltaica y alternativa a lo que son combustibles, estando por debajo de las 10.000 toneladas al año).
Santiago Esarte, de la compañía Gestamp, argumentaba la manera de optimizar la energía abordando los consumos energéticos: “Queríamos que fuera una iniciativa global y centralizada, queríamos no sólo conocer cuánto consumen los equipos sino cómo consumen la energía, invertir en investigación y establecer unos objetivos cuantificados y medibles que nos permitieran ver como ver mejorábamos esos consumos energéticos”. Para ello “lo primero que decidimos es equipar a nuestras plantas con un sistema de motorización energética”.
Esarte planteó como pregunta clave “¿cómo identificábamos que necesitábamos una gran resolución y por qué lo necesitamos? Vemos en que momentos de producción estamos consumiendo más energía, digamos que cruzamos estos dos factores, consumo y producción”.
Asimismo, destacaba la definición de algoritmos para modelar los comportamientos, “identificamos cuándo esta consumiendo en el régimen de stand by y lo pasamos en un régimen de apagado para evitar que este consumiendo sin producir. Estamos empezando a tipificar los comportamientos de las fábricas en función de los días y lo tipos de producción que tenemos para alguno de esos días”.
“El 24% de las medidas implementadas en Gestamp en los últimos años no ha requerido inversión, hay mucho margen de mejora con poca inversión. Esto ha tenido un impacto en la huella de carbono de 285 toneladas de CO2”, señalaba Esarte.
