SEGÚN ASPAPEL

La industria papelera española recicló el 78% del papel que consumimos

Las fabricas de celulosa reciclan el 78% del papel que consumimos, promueven la gestión forestal sostenible y su certificación, con el resultado de que el 65% del papel puesto en el mercado está certificado, han logrado desacoplar las emisiones del CO2 de la producción, reduciéndolas un 21% en la última década, así como han reducido el uso total de agua en el proceso de fabricación a menos de la mitad desde 1990, según la Actualización de la Memoria de Sostenibilidad del Papel editada por ASPAPEL.

En 2021, las diez fábricas de celulosa españolas, utilizaron como materia prima 5.451.400 m3 de madera para producir 1.777.000 toneladas de pastas papeleras. El consumo total de madera para papel se incrementa en 2021 un 2,2% con respecto al ejercicio anterior.

Asimismo, la madera que utiliza como materia prima el sector papelero en España procede en un 95% de estas plantaciones locales de pino y eucalipto (y el restante 5% procede de plantaciones de otros países europeos limítrofes). En un alto y creciente porcentaje (58%), se trata además de madera con certificación de gestión forestal sostenible (FSC y/o PEFC). Estas plantaciones para papel suponen 5.074 empleos directos y 15.882 empleos indirectos en la España vacía.

Además, los productos papeleros se recogen para su reciclaje a través de dos vías: la recogida selectiva municipal (contenedor azul, puerta a puerta comercial y puntos limpios) y la recogida que realizan operadores privados en grandes superficies de distribución, industrias, imprentas, etcétera.

Por estos dos canales, en 2021 se han recogido 4.403.200 toneladas de papel y cartón para reciclar, un volumen ligeramente por encima del de 2020 (0,4%) y ya en línea con el volumen de recogida prepandemia. Estos datos ponen de manifiesto tanto la idoneidad del sistema español de recogida de papel y cartón como el hondo arraigo del hábito del reciclaje de este material en la sociedad española.

Del mismo modo, las fábricas papeleras españolas han reciclado 5.354.800 toneladas de papel usado en 2021, con un incremento del 4,4% con respecto al ejercicio anterior. España es el segundo país más reciclador de la UE en volumen, superado solo por Alemania y prácticamente empatado con Italia.

De hecho, la tasa de reciclaje en España (papel para reciclar utilizado como materia prima/consumo de papel y cartón) asciende al 77,6%, superando ya en casi dos puntos el objetivo europeo para 2030 recientemente fijado por el European Recycling Council. Esto quiere decir que la industria papelera española recicló en 2021 casi el 78% del papel que consumimos en nuestro país.

En cuanto al uso total de agua en las fábricas españolas en 2021 de celulosa y papel es de 110 millones de m3 anuales, lo que supone la mitad de agua que en 1990, pese a que la producción se ha incrementado más un 60% desde entonces. Y si tomamos como referencia la última década, en comparación con los 119 millones de m3 anuales de 2012, el descenso ha sido de un 8%.

Es importante señalar que en el proceso papelero, utilización y consumo de agua son conceptos diferentes, ya que del total de agua que se emplea en el proceso, solo se consume realmente una pequeña parte que se evapora o se incorpora al producto final. Y el resto se devuelve depurada.

Así, de esos 110 millones de m3 de agua, utilizados por la industria papelera española en 2021 sólo se consumió en realidad un 15%. El 85% restante (93 millones de m3) se devolvió depurada al medio receptor (ríos o lagos, mar, colectores municipales, estuarios, etcétera), después de reutilizarse internamente el máximo número de veces posible.

En lo relativo al ámbito de la descarbonización, las medidas de eficiencia energética, el uso de biomasa como combustible y la cogeneración son los más importantes de la estrategia del sector en España en cuanto a reducción de emisiones. Con esta estrategia, las emisiones totales de CO2 se han reducido un 21% con respecto a 2012 y las de SOx y NOx en un 83% y un 40% respectivamente.

Finalmente, la industria de la celulosa y el papel es electrointensiva y calorintensiva y produce la mayor parte de la energía térmica y eléctrica que necesita en plantas de cogeneración situadas al lado de sus fábricas, con una potencia instalada de 876 MW. La cogeneración produce a la vez electricidad y calor útil en forma de vapor, optimizando el uso de combustible, de manera que ahorra energía primaria (un ahorro superior al 10%) y reduce las emisiones.

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