El evento, introducido por Avelino Brito, director general de la AEC y César Ramos, director general de TEDAE, fue dirigido por el coordinador de Calidad y presidente del Comité de Gestión de Entidades de Certificación (CBMC) de TEDAE, Juan Madrid, quién aseguró que “nuestra vocación es que las guías sean herramientas útiles para las industrias asociadas que están con nosotros para desarrollar el reto de la calidad en las empresas”.
Ricardo Hernández, jefe de área de Calidad y Auditoría de la Producción de Plataformas y Logística de Indra, presentó la ‘Guía sobre Gestión de la Industria 4.0’, elaborado por un grupo de trabajo liderado por Virginia Cruz, de la empresa Aertec. Según Hernández, “son pautas generales para acometer la estrategia de impulsar la industria 4.0 desde la dirección de las empresas”. Así, “se centra en los procesos, no en la aplicación de innovación tecnológica, cuestión que se ha abordado en otro grupo de trabajo”. El contenido de este documento se divide en tres grandes bloques: digitalización de procesos, análisis de datos y el factor humano ante la digitalización.
En primer lugar, la digitalización de procesos permite mejorar la eficiencia e impactar en el proceso de transformación del modelo de negocio. Hernández señaló las normativas de referencia, concretamente la UNE 0060, que define una industria digital, y la 0061, que establece el procedimiento para conseguir ser industria digital.
Con todo, como en cualquier proceso, “tiene sus costes por ello hay que evaluar aspectos internos y externos de costes y beneficios”, explica el directivo de Indra. Las ventajas son una mayor satisfacción del cliente, mejores resultados, más competitividad, más capacidad de adaptación al cambio y la principal el coste de inversión: “Y hay que actualizar y mantener el proceso, el ROI es a medio y largo plazo”.
Además, en la guía se muestran los procesos clave, un listado no exhaustivo de la gestión documental, financiera, de compras, de recursos humanos, de producción… y se comentan herramientas que existen para ayudar en el proceso de transformación: “Las empresas han de saber dónde se encuentran y dónde deben llegar para alinear estrategias. Hay que establecer un indicador de madurez digital para definir el estado actual, así como los objetivos y cómo alcanzarlos”, continúa Hernández.
En relación al análisis de datos, se ha comprobado que “entre un 15 y 20% de los datos son erróneos o inservibles en las empresas”, explica Ricardo Hernández, “es importante contar con datos de calidad, son un activo corporativo para llevarnos a altas rentabilidades”. En este caso, la normativa de referencia son la ISO 25012 o ISO 8000.
Por último, el bloque del factor humano revela que el hombre está en el centro de esta transformación. Y en esta área existen dos temas clave: el aprendizaje y la adaptación al cambio. “La formación sólo reportará resultados si tiene un impacto positivo sobre la plantilla. Es relevante contar con formación continua para la adquisición de nuevas capacidades, trabajadores ‘multitalento’”, apunta Hernández, “la gestión del cambio, la transformación, conlleva más o menos esfuerzo de implantación dependiendo de la madurez tecnológica de la compañía. Se conseguirá la esperada transformación digital si se tienen en cuenta los aspectos culturales de cambio cultural, organizacional y los procesos y recursos”.
Así las cosas, “la transformación digital es imprescindible. La clave son las personas. Es una disciplina transversal y hay que implicar a toda la plantilla, todo impulsado desde la dirección”, concluye el directivo.
Calidad de los proveedores
Por su parte, Pedro Gil, procurement and Supply Chain Source Domain Quality & Improvement de Airbus Defense & Space, lideró la puesta de largo de la guía de buenas prácticas sobre ‘Requisitos de calidad e los proveedores del sector Defensa y Aeroespacial’. Gil recordó que “en la fabricación actual, hay diferentes realidades industriales, distintos criterios de calidad, especialización tecnológica, diferentes sistemas de fabricación y valores y cultura locales” y todo ello, “si no se gestiona bien, el producto sufre discontinuidad y esto es un riesgo”.
Por todo ello, los requisitos de calidad en la cadena de suministro “son las claves para la comunicación entre todos los nodos” y exigen “una vigilancia desde el cliente para ver que se cumplen de forma periódica”, apunta el directivo.
La guía de gestión de requisitos en la cadena de suministros “cobra sentido en el objetivo de armonización”, trata de alcanzar “un lenguaje común, entendimiento mutuo, colaboración y confianza. El ciclo de desarrollo será más corto, entregaremos a tiempo, se mejora la productividad, se maximiza la calidad, se minimizan los conflictos y se consigue ahorro de costes”, continuó Gil, “todo ello para que el sector sea más competitivo, resiliente y robusto”.
Pedro Gil quiso facilitar algunas trazas del contenido de la guía, en la que se puede encontrar un proceso estándar de gestión de requisitos en cuanto a la oferta, elaboración del contrato… “y se toca un tema muy importante, las herramientas para la gestión de requisitos. Tenemos herramientas digitales, en la guía hay recomendaciones de las existentes y definimos las características fundamentales necesarias de las mismas: trazabilidad, reportes, interacción con otras herramientas ofimáticas, gestión de documentos, colaborativas, usabilidad”. Asimismo, “también se presenta una matriz de referencia para requisitos de calidad” y se dan indicaciones de referencias internacionales para establecer dichos requisitos.
Digitalización de la cadena de suministro y gestión de competencias
Jorge Salvador, director de Calidad y Medio Ambiente de Heroux Devtek, presentó la guía de la ‘Digitalización de la cadena de suministro’ mediante la que se ayuda a reconocer que “tenemos proveedores que están más o menos avanzados en digitalización. Hemos de hacer un estudio del nivel de madurez digital de la cadena de suministro. Hay cinco niveles desde la desconexión digital al liderazgo e innovación digital”.
Así, “cuando hablamos de conexión hablamos de transferencia de información desde el cliente hasta los suministradores”, explica el director de Calidad, “intercambiar información de documentación por plataformas, intercambio de datos en aplicaciones, compartir datos y documentos en la nube, gestión inteligente de datos a través de aplicaciones, comunicación entre sistemas suministrador-cliente e incluso con decisiones automáticas”.
Salvador hizo hincapié en que “es muy importante involucrar a los suministradores, no podemos imponerles que accedan a ciertos sistemas o cambiar cosas sin contar con sus necesidades”. Por otra parte, también es necesario “planificar y realizar análisis de riesgos, considerar la variedad de madurez digital, conocer las soluciones técnicas, realizar el procedimiento de toda la transformación digital, favorecer la automatización de los procesos y minimizar el trabajo manual”, apuntó, porque “los datos son el valor esencial de la digitalización”.
Por su parte, Ana Fernández, Composite Structure Analysis Engineer de Airbus, inició su intervención recordando que “la calidad es una propiedad inherente a un producto o servicio, es un conjunto de características que hacen ese producto capaz de satisfacer a un cliente”. Encargada de introducir la guía de ‘Gestión de competencias de la función calidad 4.0’, explicó que su grupo de trabajo decidió trabajar con la definición de calidad del profesor estadounidense James R. Evans, que establece “un conjunto integrado, un prisma con cinco perspectivas ya que se ve de forma diferente si eres el cliente final o el proveedor”.
Siguiendo con este argumento, una de las perspectivas es en cuanto al juicio, percepción de superioridad o excelencia; otra es el producto, como una variable medible o específica de un atributo; la del usuario, que como cliente es la que más prima; la perspectiva del valor, la relación calidad-precio, visión que suele proceder de los gestores; producción, capacidad de producir con cero no conformidades o el menor número posible.
En relación a “la calidad 4.0, llevamos unos cuantos años inmersos en una vorágine tecnológica y se han hecho muchos progresos y la pretensión del enfoque de calidad no es que se sustituyan criterios anteriores, sino que es una parte que reconstruye y mejora lo que ya hay existente”, explica Fernández, “se basa en dos pilares básicos: el cambio de comportamiento y cultura de la empresa y de sus empleados, porque la calidad es una cosa de todos, tiene que haber esa filosofía y llevarse a cabo un a aplicación de todas esas nuevas tecnologías y procesos”.
Con respecto a la definición de competencias en el departamento de calidad, “antes se verificaba lo que era el producto y políticas de empresa, pero ahora mismo es un concepto más amplio, no sólo se estudia y se adapta el marco normativo, también se establecen los indicadores de calidad, la periodicidad, planes de acción, lidera proyectos de innovación, tratar de innovar”, apunta la directiva de Airbus.
“La formación de los empleados es también importante, tienen que estar actualizados, que tengan esa conciencia preventiva y se tengan en cuenta todos los aspectos de calidad”, recordó, en la gestión de competencias de calidad hay que “evaluar competencias de personas responsables, actitud ante el cambio, toma de decisiones”. Y todo porque el enfoque de la calidad se ha mudado del modo reactivo y preventivo, al predictivo y proactivo.
Industrialización de la industria 4.0
Además de los grupos de trabajo encargados de las citadas guías, AEC y TEDAE fomentaron un subgrupo que ha estado realizando presentaciones de experiencias en relación a la industria 4.0. Así lo relató José Andrés López, director Senior del Sistema de Gestión y Tecnologías de la Información de GDELS Santa Bárbara Sistemas: “Este grupo ha divulgado las tecnologías en relación al concepto 4.0 con aplicaciones a defensa”.
Arrancando la tarea en 2020, “nos plantemos como primer objetivo saber cómo estaban las empresas de Defensa en industria 4.0”, comentó López, detectando que predominaba el interés “en el gemelo digital y todo lo que es gestión integrada de documentación”. Más adelante, en 2021, “vimos que había necesidad de mayor información y las empresas expusieron sus experiencias”.
Las primeras conclusiones que salieron de este trabajo es que hay dificultad de seleccionar las tecnologías más adecuadas, falta formación en las personas que toman decisiones, algunas tecnologías no están maduras. Por todo ello, “es necesaria la formación en industria 4.0, sobre todo a nivel e dirección”, comentó el directivo, quién también señaló la “necesidad que la función del departamento IT está alineada con el resto de sistemas, así como la necesidad de tener un catálogo público de pruebas de concepto y de difundir las dos normas UNE 0060 y 0061”.