El liderazgo de TRUMPF es conocido en el sector, pero cuéntenos cuáles son sus tecnologías y productos más importantes y con más éxito en nuestro país.
TRUMPF es reconocido como líder indiscutible en el sector de la máquina de herramienta en corte y deformación y esto no es casual. La calidad y la productividad que generan nuestras máquinas a nuestros clientes son muy altas. En TRUMPF tenemos la innovación y tecnología grabada a fuego, para nosotros es muy importante. De los 14.600 empleados, 2.300 son ingenieros de I+D+i, año tras año invertimos al menos el 10% de nuestra facturación en este departamento y, por lo tanto, los resultados se ven cada año.
Además, cabe decir que TRUMPF es de las pocas empresas que fabrican todas las partes integrantes de la maquinaria, tanto la máquina, como el software como el resonador en el caso del láser. Y centrándonos en los productos que son más importantes, realmente lo son todos, pero TRUMPF se caracteriza más por la tecnología láser tanto en 2D como en 3D y, en nuestros inicios, punzonado y plegado.
También me gustaría resaltar que, en estos momentos, está teniendo muchísimo éxito la fabricación aditiva en el sector dental.
¿Qué importancia tiene el servicio post venta en su estrategia?
Para nosotros es un tema vital, es clave. No tendría sentido vender maquinaria a los clientes y cuando tengan cualquier incidencia no tener una respuesta rápida. TRUMPF como siempre va más allá, no sólo tenemos un departamento de técnicos de campo, como es lo normal, más de 70 técnicos en España, sino que hace 12 años creamos el departamento TRUMPF Service. Más que un servicio de técnicos de campo (software, repuestos, recambios) es un departamento comercial cuyo objetivo es visitar diariamente a los clientes, asesorarles técnicamente tanto de cualquier consumible, como utillaje de punzonado, de cualquier formación. Un grupo de comerciales cuyo único objetivo es cuidar al cliente una vez ha adquirido una máquina de TRUMPF.
En ningún caso se externaliza este servicio…
No, TRUMPF no externaliza en ese sentido nada.
Comparado con otras industrias en Europa, ¿qué tecnologías en las que trabajan necesitarían un impulso para su penetración en España?
Tenemos en España dos asignaturas pendientes: una es la soldadura láser, que en el centro de Europa y sobre todo en Alemania está muy implantada; y la segunda sería, dentro de la fabricación aditiva, las piezas para el sector industria. No tanto como decía antes en la aplicación dental o en medicina, sino también en la industrial. Si bien es cierto que los clientes en España empiezan a reconocer esa carencia y estamos notando inversiones en dicha tecnología.
La lentitud en la adopción de la fabricación aditiva viene acompañada de falta de conocimiento al respecto…
Sí, de hecho, si me permite la anécdota, hace más 20 que TRUMPF sacó la primera máquina de impresión 3D de metal. Cuando fuimos al mercado, en Alemania los comerciales lo empezaron a promocionar y los clientes no veían la utilidad. Entonces es un proyecto que se “guardó en un cajón” y a esperar que lleguen buenos tiempos y hemos empezado de nuevo estos años atrás a trabajar en ello, esta vez con gran éxito.
¿Cómo se ha adaptado TRUMPF en estos meses de pandemia tanto desde el punto de vista de producción, servicios y gestión?
No han sido ni son tiempos fáciles, pero para nosotros como comentaba antes el servicio técnico es vital. No pasaba por nuestra cabeza desaparecer ni durante el peor escenario del pasado marzo-abril. Todo lo contrario, porque muchos de nuestros clientes se consideraron empresas esenciales y teníamos que darles servicio. Por ello, desde el minuto uno hubo técnicos en la calle de TRUMPF, hubo personal en la oficina, con los repuestos… Nunca hemos dejado a ningún cliente desasistido, no nos lo podemos permitir y es un hecho que los clientes lo han valorado mucho tanto en España como en Portugal.
Y no ha sido una situación fácil, porque muchas veces nuestros técnicos no tenían algo tan simple como un lugar donde comer, pero todo es por los clientes. En marzo y abril, cuando era muy difícil conseguir mascarillas y gel, tuvimos que ayudarnos de nuestra delegación en China que nos enviaron un surtido muy necesario y nunca le ha faltado a un técnico de TRUMPF las medidas necesarias para poder atender a los clientes.
Nosotros tenemos en TRUMPF un eslogan que es cuanto mayor éxito tiene un cliente nuestro, mejor nos irá a nosotros. Cuando los momentos son difíciles, es cuando también hay que estar.
Como empresa multinacional alemana, comparando el tejido industrial alemán, las características de sus pymes, con el de España, ¿cómo ve el futuro de la industria en nuestro país?
Siempre confío mucho en los empresarios y en las empresas españolas porque son gente que en el devenir del tiempo han manifestado y demostrado que tienen una gran valía, mucha flexibilidad, se adaptan muy bien a los cambios. Todos los clientes tienen claro que la automatización, la digitalización es el camino, no hay ninguna discusión, y más en estos tiempos que hemos vivido, para llegar a lo que llamamos en TRUMPF la Smart Factory.
Cuando se habla de la importancia de la transformación digital, ¿cómo opina que debe aplicarse este concepto en su sector, en qué se traduce la Smart Factory?
Nosotros en TRUMPF para acompañar a los clientes en ese camino, creamos hace años un departamento que se llama TruConnect. La transformación digital no es que de un día para otro de pronto te vuelvas digital, es una evolución. Cada día tienes que ir trabajando y nunca hay que parar porque cada vez hay un reto nuevo. Nosotros en TruConnect a parte de la conectividad, automatización, conexión con la nube de las máquinas, eso es algo básico, lo que trabajamos es asesorando al cliente durante una semana, mediante un servicio de consultoría analizamos los procesos directos e indirectos para ayudarlos desde una perspectiva global. Tenemos los quit wins que son cosas que cambiamos donde hay vemos que hay cuello de botella, los clientes perciben una mejoría rápida y eso está funcionando muy bien.
Igualmente podríamos hablar de los grandes conceptos como ‘big data’, inteligencia artificial, ¿qué aplicaciones próximas considera que tendrán en la industria, tanto en las grandes corporaciones como en los pequeños talleres?
Llevamos ya tiempo trabajando en ello. El 5G va a ayudar mucho y generamos máquinas con niveles de autonomía, hasta 5. El nivel 0 a 1 sería una máquina que depende totalmente del operario y nivel 5 es una máquina completamente autónoma, que puede decidir, pensar en todo momento durante el proceso productivo.
Estamos ya en un nivel, por así decirlo, de 3,5 a 4 con nuestras máquinas. Esto va a ayudar muchísimo a nuestros clientes porque la máquina en todo momento va a chequear cualquier cosa que suceda en el proceso y va a tomar decisiones. Por tanto, desde el punto de vista de grandes como pequeñas empresas van a tener todo el proceso productivo una conexión uno con otro y cualquier incidencia va a repercutir en la otra máquina y va a recibir la información el responsable de turno de la producción. El avance es brutal, la máquina va a saber en todo momento cómo reaccionar. Y a esto unimos que tiene conexión directamente con la nube y podrá, por ejemplo, llegar a realizar pedidos para suministrar material. Es decir, que si la máquina se alimenta de un almacén con material y detecta que no va a haber podrá avisar al suministrador de material.
Igualmente, otra tecnología que tenemos que aúna big data y todos estos cambios es la opción Active Speed Control, que dependiendo de la calidad de la chapa a cortar por láser, chequea en todo momento y a tiempo real todo lo que está sufriendo la chapa, tanto variaciones de espesor como calidad de la chapa y se regula. Las máquinas empiezan a pensar y lo hacen correctamente.
Esto lleva a las nuevas necesidades de empleo, más que a su pérdida, ¿qué profesiones o preparación demanda TRUMPF de cara al futuro más próximo?
Los empleos no se van a destruir sino a reorientar en otras tareas. Para nosotros va a ser clave todo lo relativo al software de gestión, para controlar gestionar la información de una máquina con otra, con la nube. Todo ese perfil de trabajadores será muy necesario, lo está siendo ya. Todos los trabajadores relacionados con la automatización, digitalización, la Smart Factory, AGVs… Es un campo todavía por descubrir por algunos clientes y algunas empresas y la demanda de profesionales irá en ese sentido.
TRUMPF colabora con muchísimas universidades, con muchísimos centros de innovación en todo el mundo desde Sillicon Valley, hasta Japón pasando por Alemania. Aparte de sus empleados, colabora, por tanto, con muchos centros y start ups para desarrollar cosas nuevas.
La colaboración de la Universidad es una asignatura pendiente en España. Nosotros por ejemplo somos miembros de la Cámara de Comercio alemana que fomenta mucho la formación dual. En Alemania es un tema muy importante y tenemos colaboraciones con muchísimas universidades para nutrirnos de personal.