La ponente advirtió que está habiendo mucha discusión sobre el papel de la Inteligencia Artificial (IA) y las personas en la automatización de los procesos de trabajo. La IA, dijo, es la tecnología más disruptiva de lo que va del siglo XXI. Identifica y analiza datos y toma decisiones con esa información.
“La empatía, el conocimiento del mercado, entender a los clientes, la intuición y el olfato no nos lo va a quitar la IA”, opinó. Las empresas deben ser ágiles, inclusivas, innovadoras en la utilización de la tecnología, estimó. Por eso, es preciso aprender a usarla y a entenderla. “Soy de la idea de hablar de la sinergia de la IA para mejorar los procesos”, añadió.
Esquivias es partidaria de la adaptación, de emplear modelos flexibles y dinámicos que den autonomía a las personas, con sentido de la integración y la pertenencia. “La diversidad potencia la creación y la innovación”, subrayó.
En este sentido, dijo, las empresas del futuro son las que apuestan por las personas; los empleados son un factor clave para la reputación de las compañías; la experiencia es otro elemento potenciador donde se aplica la ética, la honradez, el trabajo en equipo y la diversidad.
Los clientes, explicó la directiva de Grunenthal, quieren conocer la personalidad de la marca que hay detrás de ella. Eso impacta más que cualquier campaña de marketing porque “cuidar de las personas debe ser parte de la estrategia de la empresa”.