El organ on a chip combina el cultivo de células con técnicas de ingeniería para simular el microambiente y los aspectos funcionales clave de órganos vivos en una escala microscópica. “Las células también tienen sus circunstancias”, explicó Monge, parafraseando la conocida máxima del filósofo José Ortega y Gasset.
Las ventajas para la investigación médica y farmacéutica suenan enormes pues reducen los errores humanos en los experimentos y ensayos, y además es una tecnología de tamaño muy reducido, lo que facilita su almacenaje.
BEOnChip, una spin-off de la Universidad de Zaragoza con cinco años de existencia, aplica esta novedosa tecnología y así es capaz de reproducir en laboratorio y bajo control células de colon cancerígenas o de hueso que sufren de osteoporosis. La empresa de Monge, formada por un equipo multidisciplinar que agrupa a ingenieros y biólogos, se dedica a venta de productos, consultoría y desarrollo de nuevos proyectos.
A modo de resumen de su interesante alocución, Monge hizo hincapié en que “el futuro de la medicina es la medicina personalizada”, mediante el uso de la genómica, el Big Data, el 3D o los gemelos digitales. El organ on a chip se suma a estos grandes instrumentos.