TRIBUNA

El reto de la internacionalización en el sector industrial

Redacción

Carmen María Soria Aibar
Directora General Eleven Markets Consulting

Especialmente en estos momentos, con la situación mundial en la que nos encontramos inmersos, aparece casi en todos los foros sean de la índole que sean, económicos, políticos, financieros… la palabra clave internacionalización. En el caso de la industria, me atrevería a decir, que dicho vocablo adquiere dimensiones grandiosas y así debe ser desde todos los ángulos posibles.

Para la economía española el reto de la internacionalización del sector industrial supone un gran éxito por la repercusión que en términos macroeconómicos nos puede aportar, pero siempre teniendo en cuenta que la economía se torna más vulnerable al depender de agentes externos que marcan el ritmo de crecimiento del sector en cuestión. Por ello debemos reforzar nuestra competitividad para ser fuertes en los distintos mercados.

La balanza comercial española ha mostrado, desde el colapso del comercio internacional, una evolución positiva sin parangón histórico. La devaluación interna (entendida como avances de precios y salarios inferiores a los de los competidores) ha estimulado la actividad empresarial en el exterior, así como la diversificación de mercados y productos.

España tiene una asignatura pendiente en la aplicación práctica del motor exterior. No faltan los semanarios, encuentros empresariales, jornadas técnicas… pero los profesionales que nos dedicamos a este menester, tenemos la sensación, quizá decir certeza sería demasiado presuntuoso, que hay que poner el foco en la realidad de las empresas industriales.

Tomemos como ejemplo el sector de la industria española en Navarra, las estadísticas nos muestran que solo entre un 3%-4% de las pymes industriales de esta región han llevado a cabo algún proceso exportador ¿Cómo es posible con un tejido empresarial tan competitivo y técnicamente tan desarrollado?

Quizás, sea porque las empresas piensan que es una apuesta demasiado arriesgada y compleja. En efecto lo es, pero, sobre todo, porque no disponen de un apoyo real en su estructura, en el día a día, en como acometer con cierta seguridad financiera y jurídica aventuras empresariales de tal calado.

En términos generales, actualmente hay más empresas que exportan, pero en volúmenes medios inferiores al inicio de la recesión comercial a nivel mundial.

La falta de financiación limita el crecimiento para el 56% de las empresas. Ese es la mayor condicionante para la mayoría de las empresas.

El crecimiento se logrará entrando en nuevos países, ampliando la oferta y dedicando mayores recursos al mercado exterior.

La Administración puede apoyar de manera más eficaz este proceso a través de un mayor esfuerzo en promoción comercial y en oferta de financiación.

La evolución de las políticas de internacionalización determinará también el comportamiento de las ventas de las empresas españolas en el exterior. Políticas integrales de apoyo a la empresa enfocadas en: la consolidación de la presencia exterior de las empresas, la mejora de la productividad y competitividad, el crecimiento y la diversificación de mercados y productos tendrán reflejo en una buena evolución de las ventas al exterior.

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