Esta plataforma servirá de nexo entre las personas operadoras o grupos de operadoras, que actuarán como promotoras de los proyectos de absorción de carbono en los mercados voluntarios y aquellas compensadoras. Estas últimas -organizaciones públicas y privadas, o incluso ciudadanos- son las que adquieran o utilicen créditos de carbono, bien sea como personas intermediarias o bien como agentes finales con el fin de compensar sus emisiones y caminar hacia neutralidad.
Con la tramitación del decreto se inicia un proceso que, una vez entre en vigor esta norma y se ponga en marcha a plataforma de comercialización, permitirá que se puedan comprar y vender créditos de carbono en Galicia. Y todo a través de un sistema auditado, transparente y con el aval de la Xunta, ofreciendo garantía y legitimidad a los posibles compradores, que pueden ser organizaciones públicas y privadas, mismo ciudadanos, que busquen compensar su huella de carbono.
Este nuevo sistema incorporará metodologías pioneras en España y con escasos precedentes en Europa, y ofrecerá en nuestro país una alternativa al comprado voluntario del Gobierno central, que apuesta por registrar terrenos afectados por el fuego, según la Xunta.