Fiel reflejo de lo que ocurre en la sociedad y en otros sectores de actividad, las empresas del sector del metal están viéndose afectadas también por una alta incidencia de casos COVID y bajas laborales motivadas por la alta capacidad de contagio de la última variante de este virus, con el hándicap de que al tratarse en su mayoría de profesionales que desempeñan puestos técnicos y muy cualificados que tienen que desarrollarse de manera presencial, en estos casos no es posible el teletrabajo y su sustitución resulta, además, inviable, provocando un impacto importante para la empresa.
Por otra parte, también preocupa a las empresas del metal los problemas derivados de la tramitación de las altas y bajas de estos profesionales como consecuencia del colapso administrativo originado en esta última ola.
Esto está provocando, incluso, según informa FEDEME en un comuncicado de prensa, que “empresas que no tienen una alta incidencia entre sus empleados se estén viendo afectadas de manera indirecta por esta situación debido al atasco de trabajo que se está dando también en las propias gestorías, paralizando otros trámites administrativos-laborales”.
De ahí surge la petición al Ejecutivo de la Junta de Andalucía.