ENTREVISTA

Pablo Ayala, CEO de Innovae: “La incorporación de las nuevas tecnologías no es opcional, quien no lo haga se va a quedar fuera para poder competir en un mercado globalizado”

Las nuevas tecnologías, especialmente la realidad aumentada y la realidad virtual, están proporcionando ventajas a la industria. En el caso de las gafas digitales permiten la formación de profesionales con experiencias que permiten tener el 100% de la percepción. Pablo Ayala, CEO de Innovae, compañía especializada en estos conceptos, defiende que las empresas que no se sumen a esta revolución tecnológica se van a quedar fuera puesto que permiten producir a costes y siendo eficientes en procesos que son básicos internamente para poder competir en un mercado globalizado.

¿Qué ventajas ofrece el uso de la realidad aumentada en la industria?

La realidad aumentada es una interfaz de acceso a información más ágil que si tienes que tener un dispositivo en la mano. Sobre esta ventaja hay que montar alguna capa de funcionalidad que le venga bien al proceso técnico concreto que se quiera. Por ejemplo, si queremos que personas que no tienen conocimientos técnicos profundos en, por ejemplo, un cambio de formato o un trabajo de mantenimiento preventivo-correctivo, tareas que no se hace habitualmente y son muy complejas, puedes hacer una digitalización de ese conocimiento, de las operaciones y, por medio de la realidad aumentada, les das un acceso mejorado a esa información que gracias al uso de las manos desnudas, de la voz o de la mirada puede estar sirviendo para tener información ampliada sobre su entorno de trabajo real.

Los casos de uso son muy variados: mantenimiento, cambios de configuración, cambios de formato, analítica de procesos también, análisis en sectores como el agua, control de claridad, verificación, es muy variada.

¿Y en el caso de la realidad virtual?

Es una tecnología que transporta 100% a un entorno sintético: Digamos que el 100% de la percepción, audio, vista, e incluso emociones, equivale a una experiencia real. Esta experiencia del usuario se utiliza para formación pudiendo preparar, en un entorno de simulación, a alumnos a ejecutar trabajos complicados aprendiendo sin riesgos y sin ocupar el tiempo de una máquina que está fabricando o de un profesor que te enseñe. El plan de formación se hace de manera autónoma en un simulador, terminando con la formación en un campo real, sin partir desde cero.

Los problemas que se atajan son en empresas en las que hay mucha rotación de personal, empresas que crecen muy rápido, cuando se crea una planta nueva en un país y tienes que contratar de golpe a 300 personas para operar las líneas, cuando son procesos peligrosos también está muy justificado, cuando tienes que formar a persona externo porque va a operar tus máquinas. 

La diferencia entre realidad aumentada y realidad virtual es que la aumentada te da apoyo cuando estas comenzando un trabajo y la virtual te prepara en un entorno de simulación para empezar a realizar ese trabajo.

¿Qué requiere la instalación de estos sistemas en las plantas industriales?

Es bastante sencillo porque las propias gafas ya están equipadas con sistemas computacionales, es decir, no necesitas más que la gafa y una red wifi. Así te conectas con un sistema cloud donde tienes toda la gestión centralizada del negocio.

En el caso de la aumentada tienes que descargar tareas para realizar procesos calendarios. A través de wifi se conecta a un servidor centralizado y le va diciendo al operario pues cuales son las tareas que tiene que hacer hoy. Y, si no sabe realizarlas, le indican cómo se hacen. Es una instalación sencilla porque esta todo en el cloud, aunque hay empresas que disponen de un servidor interno, donde hay que hacer una copia del servidor internamente, pero son tecnologías que se implantan muy rápido.

¿Cómo influye a los trabajadores de las fábricas el uso de estas tecnologías en su día a día?

El factor humano siempre es un poco variable. Hay gente que asimila muy rápido estas tecnologías y sus ventajas y hay otras personas que les cuesta más que las interioricen. Los proyectos que funcionan consiguen tener más organizadas las operaciones y ser más eficiente en todo lo que tenga que ver con tareas complicadas que tienen que ejecutar persona. Esa eficiencia, en muchos casos, está medida y es muy relevante.

¿Está suponiendo un sistema de atracción de talento a la industria?

En los centros de formación profesional estamos consiguiendo un grado de motivación mucho mayor en estudiantes que tienen que prepararse para tareas técnicas utilizando estas técnicas formativas frente a las tradicionales. Ese grado de motivación adicional en las nuevas generaciones que aprenden de una manera muy visual, muy experiencial, muy interactiva, lo que facilita es que aprendan antes porque el grado de asimilación de conocimientos es mucho más rápido.

El sector se caracteriza como “tradicional”, ¿qué les diría a aquellas empresas que dudan de la eficacia de estas nuevas tecnologías?

La incorporación de todas estas tecnologías en el mundo industrial no es opcional, porque quien no lo haga se va a quedar fuera ya que no va a poder producir a unos costes ni hacer eficaces unos procesos que son básicos internamente para poder competir en un mercado globalizado. Así que cuanto antes mejor. Para un gestor de tecnología y de innovación en una industria ahora mismo hay una saturación de opciones, por lo que es muy importante saber cuáles son los problemas de cada organización para saber en qué orden ir haciendo las nuevas implantaciones e ir adoptando la tecnología.

¿Es un sistema accesible económicamente a todos los tamaños de empresas?

Sí. Al final son modelos donde la mayor parte de los operadores definen una intensidad de uso, por lo que tienen diferentes tipologías de coste en función a la intensidad de uso que se vaya a hacer de las herramientas.

Si que es verdad que el retorno a la inversión en términos absolutos es mucho más impresionante cuando es una empresa grande. Pero todas las organizaciones, todas las empresas, se pueden incorporar a este tipo de tecnologías.

En referencia a la sostenibilidad, ¿qué beneficios obtienen las compañías en este sentido?

Una de las claves de estas tecnologías es que tienes todo el conocimiento de la empresa lo que te puede servir para capacitar o para apoyar a los técnicos de manera remota en todo el mundo. Es un factor de eficiencia económico, pero también de reducción de la huella de carbono porque puedes estar evitándote un 30 ó 40% de los viajes que se vienen haciendo, nos hemos ahorrado un avión y cuatro días perdidos.

¿Cómo pueden reciclarse o darle otros usos a estos productos para que sean sostenibles?

La tasa de remplazo de los dispositivos ahora igual es 24 meses o un par de añitos, los ordenadores te pueden durar el doble, ya con 4 años puedes aguantar un ordenador, pero yo creo que es un problema general de toda la industria de los computadores. Las gafas tienen otra estructura externa, pero internamente es lo mismo que un móvil o un tablet, de manera que no es un problema específico de las gafas, sino que es un reto relacionado con la industria de los semiconductores. Hay un reto de todos los fabricantes de computación de ver como reciclar todo esto y las gafas son un dispositivo más a sumar a este reto.

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