¿Cómo se está adaptando la industria aragonesa a la transición energética?
Desde el Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial hemos lanzado o gestionado ayudas como los 23 millones de euros destinados al autoconsumo para instalaciones con fuentes de energía en el sector servicios y otros sectores productivos, 3,7 millones de euros para actuaciones de rehabilitación energética en municipios de menos de 5.000 habitantes o los 11,2 millones del plan MOVES III para fomentar la movilidad eléctrica, al que precedieron las dos ediciones anteriores con más de 6 millones de euros. A esto, hay que sumarle los más de 40 millones de euros de apoyo a pymes y grandes empresas para digitalización, innovación y sostenibilidad. La industria aragonesa es consciente de la necesidad de adaptarse lo antes posible al nuevo modelo energético y, desde el Gobierno de Aragón, les estamos ayudando a ello.
En cuanto al hidrógeno renovable en Aragón, ¿en qué momento se encuentra? ¿Cómo está evolucionado esta tecnología en la región?
Actualmente, Aragón está consolidando su camino energético y tecnológico del Hidrógeno. Se trata de un proceso que ya iniciamos en la Comunidad hace veinte años y durante el que se han realizado diversas investigaciones en torno al hidrógeno y que nos han posicionado como un referente en este aspecto. En 2021, presentamos la iniciativa GetHyGA, un plan de acción, promovido por el Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial, a través de la Fundación del Hidrógeno, busca crear un ecosistema industrial (lo que se conoce como un “valle del hidrógeno”) en Aragón que movilizará más de 2.300 millones de euros y que contempla, no solo la producción y el consumo de hidrógeno como fuente de energía, sino también su transporte, almacenamiento e integración en procesos industriales.
Un camino que se ha visto consolidado recientemente, cuando el pasado 4 de abril presentamos en Zaragoza el Corredor del Hidrógeno del Ebro, un proyecto que busca potenciar la conexión interterritorial y servir como nexo entre las grandes iniciativas regionales en torno al hidrógeno renovable que ya se encuentran en marcha en el noreste de España junto a Cataluña, País Vasco y Navarra. Uno de los objetivos es la instalación de una capacidad de 1,5 GW de producción de hidrógeno renovable en 2030.
¿Qué oportunidades industriales presenta el hidrógeno aragonés? ¿Qué ventajas económicas aporta?
El hidrógeno renovable es uno de los principales vectores energéticos para alcanzar la descarbonización de la economía gracias, principalmente a su versatilidad. En Aragón pusimos en marcha la Fundación del Hidrógeno hace 20 años y hoy sentamos las bases para alcanzar una soberanía industrial y energética porque creemos en la capacidad de la industria española y en las administraciones públicas existe una conciencia de que no podemos dejar pasar este tren. Ya se usa hidrógeno en el sector industrial como materia prima en el refino, en la producción de amoniaco, en la industria del acero y en la química, principalmente.
Todos estos productos tendrán menos huella de carbono gracias al hidrógeno renovable. Pero este gas tiene también otros múltiples usos; es en sí mismo un combustible limpio, en movilidad se utiliza en la producción de combustibles sintéticos o en pilas de combustible y también puede emplearse para almacenar energía renovable solventando así la intermitencia de la producción eólica y solar fotovoltaica. La coordinación entre todas las iniciativas regionales es una pieza fundamental para conseguir un despliegue eficiente de la economía del hidrógeno y a alcanzar los objetivos nacionales y europeos.
¿Qué sectores o empresas en concreto de Aragón ha intensificado sus acciones en favor de la descarbonización de la economía?
La industria aragonesa, en general, está haciendo un esfuerzo enorme por trabajar en la descarbonización de la economía y cada vez más empresas recurren a las ayudas y opciones que ofrecemos desde el Departamento para lograr ese objetivo. El sector automovilístico es un claro ejemplo de ello, aunque también estamos viendo actuaciones muy importantes en el sector turístico, con los planes de Sostenibilidad Turística. Es un camino que tenemos que recorrer junto a todos los sectores y en el que nadie se puede quedar atrás.
¿Qué iniciativas está impulsando el Gobierno aragonés de cara a la cohesión territorial en la región, cómo se promueven las áreas menos industrializadas?
El Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial fundamenta sus acciones de equilibrio territorial en el apoyo a las empresas. Hay instrumentos muy específicos, como el programa ARIES (Aragón, Impulso de Empresas) y que es un instrumento de asesoramiento y acompañamiento a los proyectos empresariales, realizado en colaboración con las Cámaras y una serie de agentes que actúan en todo el territorio aragonés. El sentido territorial, con acción local y de proximidad, ha sido siempre la esencia del programa y, en la actualidad, se añaden nuevos servicios ligados a la mejora competitiva y la colaboración entre empresas. El presupuesto se ha incrementado de manera notable hasta casi el millón de euros anual.
Este programa se incluye dentro de los planes camerales, que suman 800.000 euros más dedicados a la internacionalización y competitividad de las empresas aragonesas para abrir al mundo las puertas de nuestras empresas y también apuntalar el comercio de proximidad, que necesita apoyo en el punto de venta, en la digitalización y el relevo generacional. También se destinan ayudas para la digitalización de las pymes, a través de la Dirección General de Comercio, a las instituciones y recintos feriales, multiservicios rurales, etc., con la intención de cohesionar el territorio.
¿Qué medidas están implementando para apoyar la transformación digital en Aragón?
Las medidas de este Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial en materia de transformación digital se alinean, como no podía ser de otra manera, con la política industrial y de crecimiento europea y pasan, fundamentalmente, por el fomento de las tecnologías de Industria 4.0 (inteligencia artificial, cloud computing, fabricación aditiva e impresión 3D, Internet de las cosas (IoT), big data y analítica de datos, robótica colaborativa, machine learning, realidad aumentada y virtual, simulación, ciberseguridad, blockchain, etc.) y de otras tecnologías fundamentales capacitadoras (TIC y tecnologías electrónicas).
En materia de Industria 4.0, este Departamento ha sido pionero con la denominada Estrategia “Aragón Industria 4.0 (AI4.0)”. Esta Estrategia formaliza el apoyo del Gobierno de Aragón para la transformación digital de la actividad industrial y es el foco principal de la política industrial actual para la mejora competitiva en Aragón. Sobre esos objetivos, se han llevado a cabo o están en marcha múltiples actuaciones, entre las que destaca el Programa de Ayudas a la Industria y la PYME (PAIP): Líneas TDI (FEDER) e IDIS (REACT), entre las que se van a gestionar más de 40 millones de euros entre 2021 y 2022, el doble del período de cuatro años 2017-2020.
También, como he comentado, existen ayudas anuales a la digitalización de las pymes por 645.000 euros, 1,5 millones de euros en ayudas dirigidos a la promoción, dinamización comercial, apoyo a la distribución, ayuda a la incorporación de Tecnologías de Información y Comunicación y para la digitalización del comercio minorista, etc. No podemos olvidar, además, que desde el Departamento se gestiona el Parque Tecnológico Walqa, en Huesca, donde están instaladas en torno a 60 empresas relacionadas con las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC), biotecnología y energías renovables en la comunidad aragonesa. También está Technopark MotorLand, dedicado a empresas de base tecnológica, innovadoras en un entorno con un arraigo en el mundo del motor y sus actividades afines como el deporte o la industria auxiliar.
¿Cuáles son las demandas ante la Administración Central en materia de industria?
Esas demandas son muy variadas y se realizan en un contexto de buen entendimiento y colaboración con la Administración del Estado. Para nosotros es muy importante que se reconozca la importancia de la industria en el conjunto de las actividades económicas, porque dota de solidez a la economía, genera empleo cualificado y de calidad e invierte de manera destacada en innovación. Pedimos siempre el reconocimiento de la industria como una actividad altamente estratégica. Por supuesto, pedimos que las ayudas promovidas por el Estado a las empresas industriales estén a la altura de lo que supone este sector para Aragón (19% PIB), bastante por encima de la media española (15% PIB).
En estos momentos, es especialmente importante la participación de nuestras empresas en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE). Por ejemplo, el PERTE del coche eléctrico y conectado es crítico para nuestro sector de la automoción, por el peso específico de esta actividad en Aragón y por su gran trascendencia de cara a la transformación de la movilidad.
El apartado de energía, muy vinculado a las actividades industriales, también es absolutamente estratégico. Que empresas industriales puedan acceder a una energía asequible o participar en campos de nueva generación energética, como es el hidrógeno, resulta trascendental.
También son esenciales las infraestructuras, por supuesto, en particular las vinculadas al transporte y la logística (otra área estratégica para Aragón) o al desarrollo de redes de banda ancha, tano en el territorio como específicamente en las áreas de implantación empresarial e industrial.
¿Cómo estará afectado la guerra de Ucrania al tejido industrial aragonés?
La afección de la guerra de Ucrania será importante de una manera o de otra, máxime en un momento en el que todavía estamos afectados por el impacto de la pandemia, tanto directo como vinculado a las dificultades de suministros.
Bien es cierto que las relaciones económicas de comercio exterior de Aragón con Rusia y Ucrania son, en el conjunto, limitadas. En 2021, Rusia ha supuesto el 0,87% de las exportaciones totales aragonesas (125,7 millones de euros) y el 0,19% de sus importaciones (23,6 millones de euros), mientras Ucrania representa el 0,25% de las exportaciones (35,5 millones de euros) y el 0,11% de las importaciones (13,4 millones de euros). Los efectos indirectos pueden ser potencialmente mucho más preocupantes e importantes sobre precios de la energía, materias primas y, en general, elevación de la incertidumbre.